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Por cuarta vez, el Tribunal Oral Federal Nº6 condenó a la exfuncionaria María Julia Alsogaray. Por el delito de defraudación, la condenó a tres años y seis meses de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. El TOF también condenó a tres años y tres meses de prisión a  su mano derecha, Enrique Kaplan, y tres años y seis meses al ingeniero Santiago Bignoli. Los tres estuvieron acusados de ser parte de un engranaje que permitió contrataciones irregulares en el edificio donde funcionaba la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano durante la gestión Alsogaray, entre 1995 y 1998. Todos deberán pagar 50 mil pesos de multa y no podrán salir del país. Los fundamentos se leerán el 5 de marzo a las seis de la tarde.

Los jueces José Martínez Sobrino, Julio Panelo y María del Carmen Roqueta también pidieron la “captura inmediata” de la exfuncionaria, que solo podrá materializarse cuando la sentencia esté firme por la Cámara Federal de Casación Penal.

Cuando todos los periodistas la esperaban por la puerta principal, María Julia cambió de dirección y salió por una puerta secundaria. No quiso hacer declaraciones. “Es un momento duro”, dijo uno de sus abogados defensores. Esta mañana ya había dicho sus “últimas palabras” ante el Tribunal. Repitió lo mismo que dijo durante las indagatorias: “Soy inocente. No cometí ningún delito”. Pero los jueces no le creyeron y condenaron de acuerdo a las pruebas que el Ministerio Público y la querellante Oficina Anticorrupción (OA) expusieron a lo largo de quince audiencias. Después del fallo, las partes acusatorias se mostraron conformes con la condena porque habían pedido penas similares, de cuatro años para María Julia.

Las últimas palabras

María Julia Alsogaray fue la primera en sentarse esta mañana frente al tribunal. Con un saco de color naranja fuerte y chalina a juego, negó todos los hechos que le imputan y se quejó de la falta de pruebas.

La fiscalía pidió una pena de cuatro años y dos meses de prisión para Alsogaray, tres años y seis meses para Enrique Kaplan, y tres años y ocho meses para Santiago Bignoli.

“A lo largo del debate, no he podido identificar una sola prueba”, comenzó enojada María Julia. Con vos desafiante y manos juntas sobre el pupitre, la exfuncionaria se quejó de los “opinólogos estrellas” y de los “peritos que no se ponían de acuerdo” que fueron citados como testigos.

“Jamás he firmado a ciegas ningún documento”, continuó. También dijo que durante los años 96, 97 y 98 debería haber recibido alguna advertencia o reproche por parte de algún organismo de control, si ella hubiera estado cometiendo alguna irregularidad. La ingeniera dijo que le incriminaron esta causa por su mediatización y recordó una tapa del diario Página 12, que titulaba sobreprecios del 400% por compras de tapas de inodoros para la Secretaría. “Nunca tuve conocimiento de alguna irregularidad y menos de que hubiera algún delito”, cerró María Julia.

Después de la ex funcionaria, habló Kaplan, que con paso lento y muy flaco se acercó al frente de los jueces. Dijo que todos los dictámentes que firmó, habían pasado antes por el área de Legales y que él no conoció a Bignoli hasta que lo vio trabajando en la Secretaría. “Siempre actué a derecho”, dijo. También contó que durante un fin de semana se peleó con su abogada, Mariana Barbitta, porque ella le aconsejaba dilatar el proceso y él no quería. Según averiguó Infojus Noticias, la causa prescribe el 25 de febrero y cualquier dilatación se correría de esa fecha.

El último en pasar al frente fue el ingeniero Bignoli. “Tengo 60 años y jamás en mi vida cometí un delito. Siento que no me he podido defender con toda la prueba”, le dijo a los jueces. También dijo que la acusación confundió “precios con costos”, pero agregó que los jueces seguramente habrán entendido la diferencia. Desde sus asientos, los jueces asintieron y el presidente del tribunal, Panelo, respondió: “Lo tendremos en cuenta. Gracias”. A continuación se dio un cuarto intermedio hasta las tres de la tarde.

Cinco juicios y cuatro condenas

En los últimos diez años, María Julia enfrentó cinco juicios y con ésta serán cuatro condenas en su contra. Sin embargo, está en libertad porque ninguna fue confirmada por la Cámara Federal de Casación Penal. La primera sentencia contra la ingeniera fue la más mediática, en 2004 la condenaron por enriquecimiento ilícito. Estuvo detenida 638 días y la Justicia remató su petit hotel de Recoleta. Con esa operación se restituyó al Estado la suma de 3,2 millones de pesos.

En abril del 2013, fue condenada por segunda vez. Esta vez a cuatro años de prisión por actos de corrupción en contratos que firmó como secretaria de Recursos Naturales con la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. En el tercer juicio, también en 2013, fue absuelta por prescripción de la acción penal. La acusaban por defraudación en el plan de manejo del fuego cuando fue secretaria de Medio Ambiente.

En abril de 2014, la condenaron a cuatro años de prisión por administración fraudulenta. En este caso por la firma de contratos de fin de obra durante la misma privatización de la ex Entel.

En el quinto juicio, María Julia fue absuelta en la acusación por la transferencia irregular de 241 hectáreas en 1990. El terreno le pertenecía a la telefónica estatal ENTel –de la que ella era interventora– en la localidad bonaerense de Pacheco y fueron cedidos a privados. Por el caso fue condenado el ex gerente de la telefónica, Ricardo Fox.