El acuerdo se logró luego de largas e intensas reuniones entre el gobierno y los representantes de los policías -unos 50- que se auto acuartelaron en la subjefatura de Policía. El gobernador anunció que 20 personas fueron detenidas por los saqueos.
Los representantes de la Policía y funcionarios del gobierno tucumano llegaron a un acuerdo, que puso punto final al reclamo salarial por parte de los uniformados y permitirá que en las próximas horas se normalice la situación en materia de seguridad. El acuerdo se logró luego de largas e intensas reuniones entre los representantes de los policías -cerca de cincuenta, muchos de ellos agentes retirados o cesanteados- que se auto acuartelaron en la subjefatura de Policía con los ministros Edmundo Jiménez (de Gobierno y Justicia) y Jorge Gassenbauer (de Seguridad Ciudadanía). Los manifestantes aceptaron el ofrecimiento realizado por el Gobierno que eleva a 8.500 pesos el salario de bolsillo para el cargo de agente -el nivel inicial de la fuerza de seguridad- y firmaron el acta acuerdo que fue refrendada por los funcionarios provinciales.
El gobernador José Alperovich confirmó el acuerdo salarial logrado con la policía, criticó la actitud de los uniformados al sostener que la provincia "vivió una verdadera extorsión", y anunció que 20 personas fueron detenidas debido a los ataques realizados a negocios, supermercados e incluso casas de familias. "Tucumán vivió una verdadera extorsión por parte de la fuerza policial que en todo momento tendría que haber estado cuidando y velando por los intereses de la gente, a fin de evitar lo que vivimos estas últimas 24 horas", señaló Alperovich luego de firmarse el acuerdo.
El mandatario indicó que los policías saldrán de inmediato a las calles y que la seguridad será reforzada por gendarmes, ya que en las próximas horas llegarán entre 900 o 1.000 efectivos de esa fuerza para sumarse a los que arribaron en las últimas horas. Hasta el momento hay 20 detenidos por los actos de vandalismo, según precisó Alperovich, quien señaló que "no se puede tolerar lo que pasó y no podemos perdonarles a los delincuentes que fueron a atacar las casas de familias y negocios".
"Usaremos todo lo que esté a nuestro alcance para identificarlos y detenerlos", prometió el mandatario tucumano, y señaló que "vamos a pelear fuerte para que sean castigados". Según Alperovich, "todo lo que pasó fue innecesario porque este gobierno siempre tuvo diálogo con todos los sectores". "Una cosa es defender los intereses salariales, algo en lo que estoy de acuerdo, y otra cosa es negarse a defender los intereses de la gente", indicó.
El anuncio fue realizado por Diego Herrera, representante de los policías, al salir de la reunión en Casa de Gobierno. "Levantamos el paro y de inmediato vamos a salir a las calle a cumplir con nuestro trabajo", señaló. "No nos vamos a lavar las manos porque sabemos que somos en parte responsables de lo que sucedió en las últimas horas", indicó Herrera, quien confirmó que en los próximos días mantendrán reuniones con las autoridades provinciales para aceitar el acuerdo.
Más temprano, el Gobierno solicitó formalmente a la Justicia provincial el desalojo inmediato de los uniformados acuartelados en la subjefatura de policía. El pedido fue formulado por el fiscal Jorge Posse Ponessa a la fiscal Reynoso Cuello, a quien también le requirió que, de resultar pertinente, "se tomen las medidas necesarias a los efectos de evitar la producción y continuidad de la posible comisión de los delitos de “sedición” (artículo 229 del Código Penal) e “incumplimiento de los deberes de funcionario público (artículo 250 que pudieren encontrarse desplegando".
"Los tucumanos están recibiendo una extorsión muy grande por parte la policía, y ante esta situación hemos pedido ayuda a Gendarmería y estamos comunicados con la Nación", explicó Alperovich. En ese sentido, unos 500 efectivos de Gendarmería llegaron a la provincia para reforzar la seguridad. "Nos reunimos para coordinar un trabajo conjunto que nos permita restablecer el orden público", señaló el comisario Víctor Sánchez, subjefe de la Policía de Tucumán.
En tanto, en el Hospital Centro de Salud permanecen internadas nueve personas con heridas de bala recibidas durante los incidentes producidos cuando empleados y dueños de los comercios intentaban evitar los ataques. Tres de los heridos sufrieron lesiones complejas, aunque se encuentran fuera de peligro, según informaron las autoridades del hospital, en tanto las otras seis tiene heridas leves y serán dados de alta durante el día.
Hoy no hubo clases en Tucumán, la actividad bancaria fue nula y los comercios y estaciones de servicios permanecen cerrados en su gran mayoría, en tanto que el servicio de transporte público es reducido. Se prevé que la provincia recobrará la normalidad en las próximas horas.