Se trata de “El Pozo de Vargas” y “La Escuelita de Famailla”; el primero utilizado como el lugar para el destino final de los cuerpos de las víctimas del terrorismo de Estado entre 1975 y 1983, y el segundo, centro clandestino de detención que funcionó desde antes del golpe cívico militar.
En la provincia de Tucumán tendrá hoy dos actos en los que la memoria, la verdad y la justicia serán la consigna: la señalización del “Pozo de Vargas”, utilizado para entierros clandestinos entre 1975 y 1983 y que fue encontrado a fines de 2001, y la apertura de un Espacio para la Memoria en “La Escuelita de Famaillá”, centro de detención clandestino que funcionó en 1975 como centro de torturas y exterminio en el marco del Operativo Independencia.
Gran parte del pueblo tucumano sufrió la exclusión, el tormento y el exterminio en el marco del proceso genocida que comenzó en esa provincia en 1975 con el “Operativo Independencia” y culminó en 1983, con el retorno de la democracia. El señalamiento de lugares y la apertura de espacios de memoria visibilizan el impacto de la última dictadura cívico-militar en el país, dan a conocer los crímenes cometidos, los condena e impulsa el juzgamiento de sus responsables.
El Estado democrático de esta manera resguarda difunde el valor testimonial, cultural y judicial de estos espacios, reconoce a las víctimas e intenta una reparación del tejido social. Y mediante la aplicación de la Ley N° 26.691 impulsa y garantiza el sostenimiento espacios públicos destinados a la construcción colectiva de la memoria y la promoción de derechos.
Señalización: “Pozo de Vargas”
A las 10 de la mañana quedará señalizado “El Pozo de Vargas” – ubicado en Francisco Aguirre 4500, en las afueras de San Miguel de Tucumán -, en un acto organizado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación -a través de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria- junto con la Secretaría de Estado de Derechos Humanos provincial, y la presencia de familiares, ex detenidos y organismos de derechos humanos.
Denunciado reiteradas veces por los organismos y familiares como un pozo de agua en el que habían enterrado a muchos hombres y mujeres, a fines de 2001 un equipo de investigación interdisciplinario de Arqueólogos y Antropólogos de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) encontró el área donde estaba emplazado.
En abril de 2002 comenzaron un trabajo sistemático y descubrieron una edificación subterránea -de tres metros de diámetro y 40 metros de profundidad construido a fines de siglo XIX que fue utilizado como lugar de abastecimiento de agua para máquinas ferroviarias a vapor hasta mediados del siglo XX-, que durante el terrorismo de estado fue utilizada como fosa clandestina donde arrojaron cuerpos de los detenidos, a fin de hacerlos desaparecer.
El 30 de septiembre de 2003, el entonces presidente de la Nación, Néstor Kirchner, visitó el sitio e impulsó el avance de las investigaciones. Fruto de los estudios de la UNT, en 2004 se recuperaron las primeras evidencias de restos óseos humanos. Actualmente, la instancia forense continúa con los trabajos y, a partir de la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas, hasta el momento se han identificado a 48 hombres y mujeres. Aún quedan cerca de 10 metros sin excavar. Los investigadores calculan que los genocidas pueden haber enterrado allí alrededor de 200 personas entre 1975 y 1983.
Espacio para la Memoria: "Escuelita " de Famaillá
A las 17 quedará abierto el Espacio para la Memoria “La Escuelita de Famaillá” –ubicado en Ruta Interpueblo Nº 323, camino al Ingenio La Fronterita-. Participarán de este acto sobrevivientes, familiares de detenidos-desaparecidos, ex presos políticos, organismos de derechos humanos, agrupaciones políticas y sociales locales, así como funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación -a través de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria- y de los Ministerios de Educación Nacional y Provincial, la Secretaría de Estado de Derechos Humanos local y del Municipio de Famaillá.
En el acto será inaugurada la primera muestra fotográfica del espacio, con obra de Enrique Shore, quien en 1984 registró imágenes de “La Escuelita”, así como de otros centros clandestinos de detención, que forman parte del Informe de la Conadep. Así, comienzan las actividades vinculadas a la construcción, recuperación, transmisión de memoria, que son programadas por una Comisión conformada por representantes del Estado Nacional y Provincial, junto a la Mesa de Trabajo y Consenso, que nuclea a los organismos de derechos humanos, sobrevivientes y organizaciones sociales y políticas de la provincia tucumana.
La "Escuelita" de Famaillá, una pequeña escuela de campaña que se encontraba en construcción, fue en 1975 el primer centro de detención clandestino de tormento y exterminio, cuyo funcionamiento pudo constatar la CONADEP. Tenía capacidad para treinta o cuarenta prisioneros y según testimonios, muchos de los detenidos ilegales que pasaron por allí fueron asesinados y arrojados al “Pozo de Vargas”.
JB/JC