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Laura Alonso, del PRO, se acomodó los anteojos, subió un poco el tono y dijo: “Esta reforma hace más débiles a los débiles y más fuerte a los poderosos. Es inconstitucional.”  Después se quejó de que ayer Diana Conti no le permitió leer un artículo de la Constitución. Hoy lo leyó en voz alta. Era el referido a “traición a la patria”. Después, a los gritos, dijo: “El que vote hoy esta ley merece ser llamado infame traidor a la patria. ¡Traidores, traidores, traidores a la patria!”, sobreactuó. El guante lo tomó el diputado de Nuevo Encuentro, Carlos Heller. Le respondió: “Traidores a la patria son los que entregaron el patrimonio nacional, los que defienden los intereses del mercado por sobre los intereses del pueblo”. Heller agregó: “Esta reforma acompañará a los siguientes gobiernos, más allá del signo ideológico de los partidos políticos que puedan sucedernos”. Habían pasado más de siete horas de debate en Diputados y pocos prestaban atención. En el recinto había 83 diputados, muchos menos de los 132 que al mediodía habían posibilitado el quórum para tratar los proyectos más importantes de la reforma judicial. Es uno de los debates más intensos de los últimos tiempos. La discusión sigue y se estima que se extenderá hasta la madrugada.

La Cámara baja analiza en una sesión especial tres iniciativas: la que promueve la elección de los miembros del Consejo de la Magistratura a través del voto popular. Es la que más horas de debate llevará. Y que de ser aprobada, con las modificaciones acordadas en comisión, será girada en revisión al Senado. Las otras dos son la de regulación de las medidas cautelares y la creación de tres nuevas Cámaras de Casación. Si se aprueban en esta sesión, ya serán ley. Eso manifestó bien temprano el jefe de la bancada del PFV, Agustín Rossi. Dijo que estaba confiado en “tener el número necesario para aprobar las leyes”. “A pesar –aclaró- de la fenomenal campaña de presión que se ha hecho contra una serie de diputados. Una campaña de contenido altamente fascista, dado que una votación no la definen 12 diputados sino los 257 que conforman el cuerpo”, afirmó.

Una de las diputadas amenazadas, Alicia Comelli (FPN), habló a las 18.20. Hizo referencias a la presión de varias ONG sobre ellas y otros diputados. Y señaló: “Plantear que es el fin de la República o la democracia constitucional es querer infundir miedos, pánicos que no son tales”. La diputada neuquina celebró los cambios incluidos en el proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura. La única crítica que hizo, y que anticipó que va a plantear en la discusión en particular, es que los partidos provinciales no pueden presentar candidatos al nuevo Consejo.

Otra diputada de la lista, María Cristina Fiore Viñuales, también criticó a las ONG. Y recordó el proyecto sancionados por el Congreso de reforma del Consejo de la Magistratura, en 2006. Leyó lo que decían los diputados al día siguiente de esa votación: “Los que en ese momento decían que era el fin de la República, hoy defienden esa ley a regañadientes. Y dicen ahora que este proyecto es el fin de la República”. Y finalizó: “La historia no nos va a juzgar por lo que diga el diario del lunes. Cuando la historia nos juzgue, cuando nos enfrentemos con Dios, nos va a preguntar si el cargo que tenemos valió la pena. Si hemos sido capaces de mejorarle la vida a la gente.” La aplaudió todo el bloque oficialista.

Al mediodía, con la presencia de los diputados oficialistas y sus aliados, se logró el quórum: a las 12.10 la pantalla del recinto marcó 132 diputados presentes. De fondo se escuchaba la música de una orquesta de una escuela de Chascomús, que estaba ensayando. Enterados de que ya había quórum, los diputados de la oposición bajaron a debatir. Entonces se izó la bandera y se cantó el himno. Los diputados Omar Plaini, Facundo Moyano y Jorge Yoma no contribuyeron a formar el quórum. Los tres fueron elegidos por el FPV.

Conti abrió la sesión e hizo referencia al presupuesto del Consejo de la Magistratura. “La Corte Suprema seguirá administrando el presupuesto del Poder Judicial y manejando las escalas salariales, y el Consejo de la Magistratura manejará el propio”. El primer contrapunto de la sesión fue entre Conti y Elisa Carrió (CC). La chaqueña planteó una cuestión de privilegio contra ella. La acusó de no haber informado en comisión los cambios realizados a los proyectos. Conti la cruzó:

-“Que la lengua filosa que tiene (Carrió) se la meta donde va a quedar cajoneada la cuestión de privilegio”.

Ya en la sesión, Carrió siguió con su hipótesis sobre "un pacto espurio" entre el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti y Cristina. "Esto es un escándalo", dijo la diputada con el índice en alto. Después se refirió a Dios y pidió renovar el pacto social. Se pasó del límite para hablar y debió interrumpir su discurso. La mayoría de los diputados de la oposición ya descalificó la versión de un pacto entre la Corte y el Ejecutivo. Y la misma Corte salió a avalar en pleno a Lorenzetti. Carrió tenía más para dar. “Yo no confío en la inocencia de la oposición. Yo ya no creo en la oposición, es una oposición naif, que se iba a la carpa en el momento en que se realizaba el pacto espurio”, insistió. Metió en la bolsa hasta al titular de su bloque, Alfonso Prat Gay, que ayer estuvo en la carpa. No fue el único que cobró: inclusive fue durísima contra la senadora de la CC, María Eugenia Estensoro. Carrió la acusó de ser funcional al kirchnerismo en el tratamiento la reforma en el Senado.

El diputado radical Oscar Aguad dijo: "Estamos discutiendo si vamos a respetar la Constitución o si vamos a vivir en la ilegalidad. No mejoran leyes, las moldean por conveniencia y ahora necesitan sacar y poner jueces”. Acto seguido, tildó de populista al gobierno. Y se permitió una declaración sacada del lugar común antiperonista: “Nos dijeron que le tenemos miedo al pueblo. Yo no los vi en la marcha del jueves. Al pueblo que ustedes no le tienen miedo es el pueblo que viene por choripanes". Otro diputado radical, Mario Negri, dijo que en el caso de llegar al poder, derogarían todas las leyes. Hubo aplausos de su bancada. “Hoy se va a producir el asalto final del gobierno. A partir de hoy, podríamos caer en una democracia secuestrada". A Negri le siguió la diputada del FAP Victoria Donda. “El Poder Judicial debe ser un poder contramayoritario”, alegó.

Después habló Felipe Solá, que no estaba en el recinto cuando lo llamaron. “El gobierno está poniendo en comisión a los jueces, como hicieron las dictadura. La primera minoría que gane los puede remover”, dijo. Y pidió: “cualquier gobierno que venga debe derogar esta ley”. Fernando Pino Solanas señaló que la reforma “refuerza la posición dominante de los poderosos. Estamos frente a una mayoría que se ríe de los intereses populares y de los intereses de los trabajadores”. Se refirió a la gente que está en la plaza: “El pueblo está en la calle”. Y les pidió que esta noche hagan una vigilia en el Congreso para impedir los cambios.

Se llegó a esta sesión especial luego de la votación en comisión de ayer. Después de ocho horas de debate, el plenario de comisiones de Diputados dio dictamen a tres de los proyectos de la reforma judicial que serán tratados hoy en el recinto. La iniciativa que modifica el Consejo de la Magistratura sufrió importantes cambios: el manejo del presupuesto judicial queda en manos de la Corte y los jueces y fiscales podrán designar a sus secretarios, en tanto que el resto del personal deberá concursar. Estas consideraciones habían sido planteadas por los ministros de la Corte Suprema de Justicia 

Pasadas las 20, todavía quedaban más de 70 diputados por hablar. Un recinto la mayor parte del tiempo vacío. Caras largas, de cansancio, en muchos opositores. De optimismo en el bloque oficialista. Será una noche larga en el Congreso.