En la Universidad General de San Martín (UNSAM) se reunirán representantes de más de 25 universidades del país para formar una red por “la igualdad y contra las violencias de género”. Conversamos con algunas de estas mujeres que trabajan para para que la perspectiva de género llegue, para quedarse, en los programas de estudio.
Hay mujeres que investigan desde las universidades los fenómenos de una sociedad patriarcal, las consecuencias de la heteronormatividad y las violencias sexistas. Arman campañas de concientización, crean diplomaturas, dan clase con perspectiva en género, divulgan el conocimiento y militan hacia adentro de la comunidad educativa. Pero todavía falta: no se logra que la perspectiva penetre en las estructuras curriculares. La agenda de género y la academia tienen una cita: el jueves 3 de septiembre, en la Universidad General de San Martín (UNSAM), se reunirán representantes de más de 25 universidades del país para formar una red por “la igualdad y contra las violencias de género”.
En la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) funciona hace dos años una Diplomatura en género, políticas y participación. En la UNSAM, el Programa contra la Violencia de Género. En la mayoría de las universidades nacionales existen proyectos de investigación, se incluye paulatinamente la temática en algunas materias, hay seminarios optativos y dispositivos de intervención en las áreas de extensión universitaria. Pero la currícula no se toca. “Ese es el hueso duro de roer”, dijo a Infojus Noticias Marisa Fournier, socióloga del Área de Política Social del Instituto del Conurbano de la UNGS.
“La academia todavía no contempla la mirada en la formación y no hay suficientes profesionales capacitados para afrontar la agenda social pujante”, agregó Fournier. Alejandra Ciriza es investigadora del CONICET y docente de la Universidad de Cuyo: “Una cosa es cuando hablamos de algo optativo y otra cuando se propone que la perspectiva forme parte de la currícula de los y las profesionales que la universidad forma: ahí, el asunto se pone más difícil y hay mucha resistencia”, dijo a Infojus Noticias.
La UNGS en Los Polvorines (Malvinas Argentinas, Provincia de Buenos Aires) y la de Cuyo son solamente algunas de las universidades que van a participar. También irán representantes de Moreno, Entre Ríos, Rosario, Córdoba, Tucumán, Misiones, Tres de febrero, Jujuy, José C. Paz y Bahía Blanca, entre otras. Vanesa Vázquez Laba, coordinadora del Programa de la UNSAM contó a Infojus Noticias que la idea del encuentro surgió hace casi un año. “En la red hay muchas compañeras militantes y con conocimiento de la agenda feminista y de las discusiones académicas. Nos dimos cuenta de que la universidad estaba quedando afuera de ciertos debates”.
Las organizadoras están sorprendidas de la gran adhesión que hubo a lo largo y ancho del país. “Evidentemente existe la necesidad de juntarnos. El trabajo en red es el modo en que se conquistan los derechos y, en tanto avancemos en igualdad, vamos a disminuir las formas de la violencia de género”, dijo Fournier.
Varias de ellas coinciden en que, aunque cuenten con apoyo institucional, muchas veces se sienten solas en la pelea. Para Ciriza, el evento será un espacio para “conversar, discutir y articular” proyectos de investigación, ideas de innovación curricular y dispositivos de intervención para erradicar la discriminación y las violencias contra las mujeres.
Fournier lo definió como un encuentro de “fortalecimiento y profundización”. Ella coordina la Diplomatura en de la UNGS a la que asisten periodistas, médicos del sistema hospitalario público, personas que trabajan en centros culturales, directivos de escuela, miembros de fuerzas de seguridad y una monja. “Allí la diversidad no es sólo un contenido, se hace carne”. Para ella, la deconstrucción de estereotipos es la forma de minimizar la violencia y la educación, un buen camino. “No hay más razones para violentar si no te creés más que el otro”, explicó.
Gentileza programa contra la Violencia de Género/Marcelo Godoy
Desde adentro
El Programa de la UNSAM surgió después del doble femicidio de Valeria Gioffre y su madre, en noviembre de 2013. La joven de 20 años cursaba materias de primero y segundo año de la carrera de psicopedagogía en la universidad y el caso fue de conocimiento público. La ex pareja de su mamá -Silvina Eiriz- estuvo atrincherado en la casa de San Martín durante más de seis horas. Cuando la policía pudo entrar, Valeria y Silvina estaban muertas.
El asesinato conmocionó a toda la comunidad universitaria y el rector de la UNSAM, Carlos Ruta, decidió crear un dispositivo en la institución educativa que trabajara la temática. Actualmente tienen cuatro líneas de acción: la intervención en casos internos y externos -se acercan mujeres a pedir información o ayuda-, campañas de sensibilización, investigación y formación.
Según Vázquez Laba, los casos más complicados son los internos porque “tocan los cimientos de la Universidad”. Se refiere a cuestiones de convivencia, modalidades pedagógicas, chistes misóginos en el aula, discriminación por orientación sexual, o docentes que no respetan el derecho de las personas trans a ser llamados por el nombre que eligieron. “Las feministas nos quemamos las pestañas desde hace más de 200 años investigando desde la filosofía, la sociología, la antropología, el psicoanálisis pero intervenir con perspectiva de género las distintas disciplinas es la gran deuda”, dijo.
Mary Wollstonecraft escribió en Inglaterra, hace más de dos siglos: “Lamento que las mujeres sean sistemáticamente degradadas al recibir las atenciones insignificantes que los hombres consideran varonil otorgar al sexo, cuando en realidad apoyan insultantemente su propia superioridad. No es condescendencia doblegarse ante un inferior (...) Apenas puedo contener mis músculos cuando veo a un hombre lanzarse a levantar un pañuelo con solicitud ávida y seria o cerrar una puerta, cuando la dama podía haberlo hecho con moverse un paso o dos”. Y hoy todavía falta que los varones incorporen la perspectiva de género y que las universidades tengan materias troncales que lo discutan.
Vázquez Laba también se refirió a Olympe de Gouges y su “Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana” de 1791 en la que discutía la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de la Revolución Francesa. “El debate no era con la aristocracia ni la monarquía, era con sus propios compañeros de trinchera revolucionaria”, explicó. Y agregó: “Muchas veces se sitúa al ‘enemigo’ de la vereda de enfrente pero hay que entender que las relaciones de fuerza pueden estar dentro de la misma clase, del mismo género. Incluso en el ámbito universitario, donde todo parece muy igualitario, hay condiciones que denotan asimetría y desigualdad”.
JMD/AF