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El juez de instrucción Javier Ríos ordenará en las próximas horas una junta médica para que determine si Ángeles Rawson fue estrangulada por su asesino. La decisión es producto de un nuevo estudio complementario, que determinó que la joven sufrió una comprensión en el cuello.

Ríos recibió el informe histopatológico en el que los expertos del laboratorio del Cuerpo Médico Forense le informaron que en esa región del cuello de la joven detectaron “sobredistensión y atrapamiento aéreo” y que también presentaba un “edema cerebral” y “signos de anoxia”, informaron fuentes judiciales a la agencia Télam.

Estos elementos dejan en evidencia que la joven de 16 años, que apareció asesinada en un predio de la CEAMSE en José León Suárez, sufrió la compresión de su cuello y el juez quiere que una junta médica determine si pudo haber sufrido un estrangulamiento manual por parte de su atacante o si esa compresión coincide con el aplastamiento que sufrió en la compactadora de basura.

De acuerdo a las lesiones que se analizaron en laboratorio, esa compresión en el cuello no es compatible con un estrangulamiento a lazo, con la soga de hilo sisal, que Ángeles tenía en el cuello, sino más bien con una compresión manual.

"Los histopatológicos son categóricos y nos dicen que hubo compresión en el cuello. Y si hubo compresión en el cuello, hay que determinar si la chica fue estrangulada por el asesino antes de que la arroje a la basura, o si esa compresión no es producto de un estrangulamiento y se produjo en la compactadora", explicó a Télam una fuente judicial. Agregó que el juez quiere saber si la adolescente pudo haber llegado a la basura ya muerta por estrangulamiento o si, al menos, por el estrangulamiento previo y la anoxia (falta de oxígeno en el cerebro) haya quedado inconsciente o en coma y así haya ingresado a la compactadora. Si se prueba la primera hipótesis, podría salir beneficiado Jorge Mangeri, el único imputado en la causa, ya que no se podría aplicar la figura del homicidio agravado por la alevosía -con pena de prisión perpetua- como lo dispuso el juez Ríos en su auto de procesamiento, y pasaría a recaratularse como homicidio simple, con pena de 8 a 25 años.

Fuentes judiciales también aseguraron que esta es una de las medidas que el juez Ríos prepara para despachar con el fin de seguir aclarando interrogantes de la causa que tiene como único detenido a  Mangeri, encargado del edificio donde vivía la joven.

La idea de Ríos es que además del médico autopsiante, Héctor Félix Konopka, también participen de la junta otros médicos legistas del Cuerpo Médico Forense y los peritos de parte.