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Infojus Noticias

26-8-2014|19:33|Trans Nacionales
En el Tribunal Superior de Justicia de Buenos Aires

Yogyakarta: la identidad de género desde la perspectiva de los derechos humanos

Se presentó el libro "Principios de Yogyakarta", que aborda la aplicación del derecho internacional en materia de derechos humanos, en relación a la indentidad de género. Se busca repensar, desde esa perspectiva, los derechos sociales, económicos y culturales.

  • Lohana Berkins Facebook
Por: Hernando Flórez

“Ya tenemos la Ley de Identidad de Género y de Matrimonio Igualitario, ahora viene la verdadera batalla que es la cultural”, dijo Lohana Berkins responsable de la Oficina de Género y Orientación Sexual del Observatorio de Género en la Justicia durante la presentación del libro “Principios de Yogyakarta”. Se trata de un documento que contiene una serie de principios legales cuyo fin es la aplicación de las normas de derecho internacional de los derechos humanos en relación a la orientación sexual y la identidad de género. El texto marca los estándares básicos para que las Naciones Unidas y los Estados avancen para garantizar la protección de los derechos humanos a las personas LGBT.

Del acto, que se hizo en la Sala de Audiencias Públicas del Tribunal Superior de Justicia de Buenos Aires, participaron la jueza y coordinadora de la Oficina de Género del Tribunal Superior Alicia Ruiz; la directora del Observatorio de Género en la Justicia Diana Maffia y el licenciado Mauro Cabral, integrante del grupo de especialistas en Derechos Humanos que creó los Principios de Yogyakarta.

“Los principios de Yogyakarta existen desde hace ocho años, y si orientan nuestro trabajo en el presente y las proyecciones del futuro es porque están bien sustentadas a nivel mundial y porque están vinculados con las libertades de la diversidad de género”, afirmó Mauro Cabal frente a la sala ocupada por más de 50 personas entre militantes de los Derechos de Identidad de Género, abogados y periodistas. “Aunque no es el pronunciamiento de una convención, el texto trabaja al interior del derecho con una influencia concreta e imperceptible. Tiene una introducción que define la libertad de género y orienta los principios del texto, y no hay ninguna afirmación binaria de la lógica sexual porque ella existe de la manera en que es vivida internamente por las personas”, continuó Cabal quien se presentó como intersex y contó que hace 20 años se sometió a una intervención de normalización sexual femenina.

Lohana Berkins, estaba sentada a su lado, y  comenzó ironizando la situación de los transexuales en Argentina. “Me llama una amiga y me pregunta: ¿A cuál hospital de Buenos Aires puedo ir? A ninguno, le digo. Anda al de la vuelta de tu casa, en Provincia. No vamos a pedir derechos adicionales porque ya existen para quienes vivan en Argentina o es que nosotros vivimos en travestilandia. El Estado debe garantizarnos los derechos a todos.”, dijo.

Enfatizó en que la Argentina vive una época favorable para los derechos sexuales y de género, pero que ahora viene la lucha por “mantenerse en el sistema y exigir el cumplimiento de los derechos” aludiendo a los obstáculos producidos por la estructura del Estado y los prejuicios de algunos funcionarios.

Diana Maffia destacó que el libro propone repensar los derechos económicos, sociales y culturales en relación con la identidad de género, y celebró la estética y las ilustraciones de la publicación. “Hacer un objeto bello desde una editorial de justicia, es un hecho destacable. Tratamos de hacer algo lindo para que lo difundamos entre todos”.

Antes de terminar su intervención, Mauro Cabal llamó la atención sobre el reconocimiento de la identidad cultural de niños y niñas intersex reclamando que no existe un caso en todo el mundo en que se hayan restituido los derechos de un menor obligado a una normalización quirúrgica. “Es un llamado en contra de la mutilación infantil”, dijo seriamente mirando a los ojos del público.

Todos destacaron el valor simbólico de que el acto se celebrara en una sala del Tribunal Superior de la ciudad. La jueza Alicia Ruiz, que presidió el acto sentada junto a Lohana Berkins, lo resumió en una frase: “Abrimos este espacio para que sus luchas queden marcadas en esta sala”, y profundizó en su idea: “Para quienes estamos en lo jurídico la ley no es un catálogo de normas sino algo real que opera en  la vida social. Sabemos que nuestro oficio no es neutral a la cultura en que se desarrolla”.

De acuerdo con Ruiz, Lohana Berkins propuso un puente entre la comunidad LGBTI y el sistema judicial. “Debemos dejar de ver a la justicia como algo punitivo para establecer un diálogo desde nuestra comunidad. Son prejuicios que debemos desarmar desde ambos lados”. Y pidió que no los invisibilizaran porque el camino de lucha es largo y porque la única senda es el debate.

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