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El despliegue fue cinematográfico: camionetas del Servicio Penitenciario cortaron las calles y grupos de policías con ropa de combate, chalecos antibalas, ametralladoras y cascos custodiaban la zona. El escenario se repite cada vez que Ariel Máximo “Guille” Cantero, el jefe de Los Monos -señalada como la banda narcocriminal más importante de Santa Fe-, visita los tribunales provinciales de Rosario. Este mediodía el líder fue notificado oficialmente de que los jueces de sentencia anularon parte del juicio abreviado en el que había sido condenado a nueve años de cárcel por un homicidio. En cambio, aceptaron la condena a 11 miembros de la organización por asociación ilícita y tenencia de armas.

Guille Cantero, el preso más famoso de la provincia, vestía un chaleco antibalas encima de la remera blanca. Llevaba sus clásicos anteojos de marco rectangular negro y patillas naranja. Los policías lo condujeron junto a otros miembros de la banda desde la cochera subterránea de los tribunales al despacho del Tribunal de Sentencia, donde les leyeron las doce páginas de la resolución judicial.

Los jueces de sentencia Edgardo Fertitta, José Luis Mascali y Julio Kesuani, que revisaron el acuerdo abreviado, admitieron las condenas a once miembros de Los Monos por los delitos de asociación ilícita, cohecho, tenencia de arma de fuego de guerra y encubrimiento. Y rechazaron la condena a tres de ellos por el homicidio de Diego Demarre, que fue una venganza por el asesinato del “Pájaro” Claudio Cantero, uno de los jefes de la organización y hermano de Guille Cantero.

La venganza

Diego Demarre era el dueño del boliche Infinity Night en el que el 26 de mayo de 2013 fue asesinado el Pájaro Cantero. Al día siguiente Demarre recibió siete disparos mientras manejaba su camioneta, después de declarar en Tribunales. Las escuchas revelaron la participación de parte de Los Monos en la venganza:

—Siete detonaciones, siete en el blanco. Dos en chope, dos en zapán, dos en el brazo, uno en la pierna—informó Jorge Emanuel “Ema” Chamorro minutos después del crimen.

—Bien, bien—respondió Leandro Alberto Vilches, alias el “Gordo”.

—Están todos contentos [...] Quedamos re bien, y encima piloteaba el... al que le chocaron el auto ustedes ¿viste?, piloteaba él y estaba de acompañante Roberto y lo pone frente a frente, ventanilla o sea, viste que manejaba el otro y el Roberto iba de acompañante, lo puso ventanilla con ventanilla.

Roberto es uno de los alias de Guille Cantero. La escucha forma parte del expediente en el que la jueza Alejandra Rodenas procesó al jefe, a Ema Chamorro y el Gordo Vilches como autores del homicidio agravado de Demarre. El delito prevé la pena de perpetua. Sin embargo, en el juicio abreviado los abogados Carlos Varela y Adrián Martínez -defensores de Cantero- acordaron con los fiscales de Cámara Guillermo Camporini y Cristina Rubiolo reducir la calificación a homicidio simple y que sean acusados como “partícipes secundarios” y no como autores. De esta manera, Guille Cantero fue condenado a nueve años de cárcel y Ema Chamorro y el Gordo Vilches a ocho años.

Los jueces de sentencia rechazaron esta parte del acuerdo al considerar que los fiscales no explicaron "clara y concretamente” por qué se pasó de un homicidio agravado en calidad de coautores a un homicidio simple en calidad de partícipes secundarios. Para los jueces de sentencia, no existió “ningún argumento que explique” ese cambio.

“El acuerdo firmado por las partes no respeta los estándares mínimos de adecuada y razonable fundamentación, motivación y logicidad por lo que corresponde declarar su nulidad”, concluyeron los jueces.

“El abreviado ya había sido declarado admisible por la jueza de instrucción. Ahora el tribunal declara nuevamente admisible el juicio respecto a la causa Los Monos y fijaron fecha de audiencia para la homologación del acuerdo”, explicó a Infojus Noticias el fiscal Camporini. “Y se declaró la nulidad respecto al homicidio de Demarre. Es una cuestión netamente formal y técnica, nosotros brindamos fundamentos pero a criterio de los jueces no son suficientes para bajar la calificación”, contó. “Ahora hay que ver qué actitud tomamos nosotros y las defensas. Se puede llegar a apelar y que resuelva la Cámara”, agregó.

SO/RA