Lo determinó la autopsia realizada al cuerpo de la joven encontrada ayer, junto a su bebé de siete meses, que estaba ileso. Se descartó la hipótesis de robo y hay pistas relacionadas con violencia de género.
Antes de que la maten, Pamela Estefanía Biosa se defendió para salvarse. En sus manos se encontró un mechón de pelos que podría ser del agresor y en la escena del crimen, varios signos de lucha. La autopsia determinó que la chica, de 21 años, murió por golpes en el cráneo producidos con un objeto contundente. Sobre el cuerpo de Biosa estaba, ileso, su bebé de siete meses. Está descartada la hipótesis del robo.
La escena del crimen, en un descampado de Escobar, superó todo lo que habían visto los investigadores hasta ahora. Sobre el cadáver de la chica, golpeado y lleno de cortes, estaba su bebé, apoyado en su pecho. Pasó más de diez horas a la intemperie. La autopsia estableció que Pamela fue asesinada durante la madrugada de ayer. Alrededor del cuerpo había un largo goteo de sangre y también había manchas en el cochecito del bebé, que estaba a menos de un metro del cuerpo.
La pareja de Pamela y padre del bebé, pudo probar que al momento del crimen estaba trabajando como vigilador privado en una empresa. Pero aunque su coartada es sólida, la fiscal de la causa pediría un análisis de ADN. El hombre todavía no visitó al bebé, al que solo fueron a ver un tío y su abuela materna. El nene, que fue hospitalizado con un leve resfrío, está en condiciones de recibir el alta, previa autorización de la Dirección de la Niñez de Escobar.
Los investigadores del caso explicaron a la agencia Télam que hay pistas relacionadas con violencia de género porque “hay otras personas” bajo investigación, aunque hasta el momento no hay detenidos.
Cerca del cuerpo apareció también la mochila de Pamela. Adentro estaba su celular junto a otras pertenencias y algunas prendas de vestir, por lo que los investigadores descartaron la hipótesis del robo.
Entre los elementos que podrían ayudar a establecer quien pudo haber asesinado a Pamela está el mechón de pelo que le encontraron en la palma de su mano y que contendría rastros de ADN. Y material que se encontró debajo de sus uñas.
También se peritará el celular de la chica tanto en busca de rastros como de llamadas y mensajes entrantes y salientes, que permitirían saber qué hacía la chica en ese solitario camino semi rural de la zona de Quintas Verdes, de madrugada y con su hijito.