La fiscal que investiga el asesinato del chofer y uno de los pasajeros de la camioneta que trasladaba a un grupo de hinchas de Newell's Old Boys confirmó a Infojus Noticias que el atacante "tenía una remera de Central". "Tenemos algunas sospechas, estamos tratando de ubicarlo.
La caravana fúnebre con el cuerpo de Walter Palacios, el hincha de Newell’s asesinado el domingo a la noche en Rosario, después del partido con Lanús, partió al mediodía desde la cochería hacia el cementerio de Morón. Por estas horas, la causa por el ataque a balazos a la combi de un grupo de la filial leprosa “Vieja Amelia” –donde también murió el chofer y otras dos personas resultaron heridas- permanece bajo secreto de sumario. “El agresor tenía una remera de Central”, contó a Infojus Noticias la fiscal a cargo de la investigación, Lucía Aráoz. “Tenemos algunas sospechas, estamos tratando de ubicarlo. Se están llevando adelante medidas para individualizar la zona en que ingresó con la moto después del hecho”, explicó.
Los efectivos de la División Homicidios de la Unidad Regional II de policía tienen a cargo las tareas de investigación en la calle. Según explicó la fiscal, “se está trabajando contrarreloj” para ubicar al hincha de Rosario Central que el domingo a las 21, media hora después del partido de la última fecha en el Coloso Marcelo Bielsa, disparó contra la Mercedes Benz Sprinter en la que viajaban 15 hinchas leprosos de Buenos Aires que volvían a sus casas.
A partir de los testimonios de los testigos, que se quedaron esa noche en Rosario, la Justicia hizo una reconstrucción de los minutos previos al ataque. La combi frenó su marcha rumbo al sur por Bulevar Oroño, unos kilómetros antes que se convierta en la autopista a Buenos Aires. En el semáforo, a su lado, paró una moto con un ocupante que llevaba puesta la remera de Central.
“Hubo intercambio insultos. No llegaron a los puños. Le dijeron al de la moto: ‘andate de acá’” contó la fiscal. El de la remera de Central se fue. Buscó un compañero, un arma y volvió hacia la combi. La encontró diez cuadras más adelante, en la intersección con Lamadrid. “La traspasó por el lado derecho, se posicionó delante y comenzó a disparar directamente al parabrisas”, contó Aráoz. “No se sabe si hubo un arma o dos”, explicó la fiscal. De lo que sí está segura es que el que disparó “tiró a matar”.
Entre el capó y el parabrisas de la Sprinter pegaron nueve disparos. Uno de ellos mató al chofer, José Leonardo Boladian, de 34 años. El “Gordo Leo”, como lo apodaban, no era hincha de Newell’s, “pero se ponía muy contento cuando el equipo ganaba”, contó un testigo al diario La Capital. Walter Palacios, de 39, era fanático de la Lepra y vivía en Ramos Mejía, en el partido bonaerense de La Matanza. Tenía 39 años y dos hijas. Una bala le dio en la cara y murió camino al Hospital Clemente Álvarez (HECA). Su hermana Solange, de 29, recibió un disparo “en la región superior del tórax derecho con fractura de húmero. Esto le provocó un neumotórax que fue drenado", explicó Néstor Marchetti, director del HECA. Leila, de 9 años, sufrió heridas de arma de fuego en el mentón y en una mano y evoluciona favorablemente.