Miguel Ángel Véliz denunció 180 mensajes de texto con amenazas de muerte y que su pareja perdió un embarazo víctima de un atentado. "Siempre hay un auto policial que pasa por el frente de mi vivienda", denunció el hombre. Aún se investigan los causales de muerte del comisario Sergio Nuñez.
En un descampado del partido de Baradero el empleado rural Miguel Ángel Véliz encontró, en enero de 2011, el cadáver del comisario Sergio Núñez, a cargo de la Jefatura Comunal de Capilla del Señor. La semana pasada, el testigo se presentó en la fiscalía de San Nicolás: según denunció, recibió 180 mensajes de texto con amenazas de muerte y su pareja perdió un embarazo de tres meses a raíz de un atentado. En la fiscalía de Baradero relativizaron la denuncia: “lo citamos a declarar la semana pasada y no se presentó. En realidad, ni siquiera es un testigo clave”.
Hace tres meses, el expediente pasó a la UFI Nº5 de San Pedro. Aún se investiga una “averiguación de causales de muerte”. Según denunció Véliz, a partir del cambio de fiscal comenzó a recibir amenazas. En la Fiscalía General de San Nicolás relató que el 23 de octubre un Fiat Fiorino gris se le cruzó a su pareja, embarazada de tres meses, que iba en moto. La mujer cayó al piso. Al día siguiente perdió el bebé.
"Siempre hay un auto policial que pasa por el frente de mi vivienda, una y otra vez en forma deliberada", denunció el hombre. El hombre dijo que siente "temor" a que maten a su familia porque no sabe "hasta dónde puede llegar esta gente en su accionar", aunque no identificó a los autores.
La causa por las amenazas recayó en la UFIJ Nº8 de Baradero. El fiscal, Norberto Masciarelli, es el mismo que llevó adelante –hasta hace tres meses- la investigación por la muerte del comisario Núñez. “Se abrió una causa paralela a la causa madre por hostigamiento”, contó Masciarelli a Infojus Noticias. El hombre dice que recibió 180 mensajes de texto. La semana pasada estaba citado a declarar para que explique lo sucedido y quién cree que está detrás de las amenazas, pero no se presentó”.
Véliz fue la primera persona que tuvo contacto con el cuerpo del comisario. Aquella tarde del 22 de enero de 2011, el empleado rural encontró a Núñez tirado en el Camino Real Bajo Alsina, en dirección a Baradero, con un fuerte golpe en la cabeza. Junto a él estaba su bicicleta, con el manubrio desprendido y la horquilla rota.
La causa judicial estaba encaminada a cerrarse: la autopsia dijo que se trató de una muerte accidental. Un segundo informe cambió el eje de la investigación. El perito Manuel Armando Caro sostuvo que "las fracturas del maxilar inferior y superior fueron dos impactos diferentes y no obedecen al mismo plano" y no descartó la "participación de terceros" en el hecho.
Según el informe "no sería probable la multiplicidad de fracturas al caer en un camino de tierra consolidado pero sin superficies irregulares o con piedras salientes". "Pudo haber sido producido por algún objeto duro de bordes romos, ya que el maxilar es un hueso compacto que tiene que recibir un impacto de gran violencia para poder fracturarse", destacó.
La madre y el hermano de la víctima nunca creyeron en la hipótesis del accidente. "A mi hermano lo mataron a palazos -dijo Néstor Núñez-. Entre cuatro y cinco personas se bajaron de un auto, lo rodearon y forcejeó con alguno de ellos pero lo golpearon en la cabeza varias veces".
El nuevo fiscal de la causa, Marcelo Manso, todavía está estudiando el expediente. “Aún se está investigando. Sería imprudente decir que se trató de un homicidio o que fue un accidente”, explicó a Infojus Noticias. “Hay un informe en el que un médico dice que las fracturas que presenta el occiso no se corresponderían con una mera caída. Pero es una sola opinión”, explicó.
“La única conflictividad que tenía la víctima es con la esposa. Habría que ver si esa conflictividad tiene correlato con el hecho de la muerte”, explicó el fiscal.