La policía, la agrupación gaucha, la de canotaje, ciclismo, remo y todos los habitantes de la ciudad con camionetas 4 x 4 participan de la búsqueda de Mariela Bortot, una mujer de 40 años que está desparecida desde el domingo en Inriville.
El quiebre de la tranquilidad de Inriville tuvo la velocidad del boca a boca. Fue el domingo, cuando muchos aprovecharon el buen tiempo para ir a los arroyos o ríos de la zona, que comenzaron a saber que Mariela Bortot, una vecina del pueblo, había desaparecido. Sus hijas, Jésica y Brenda Fontana, acababan de denunciar en la comisaría local que el sábado a las seis de la tarde Mariela salió a caminar y no volvió. Desde entonces pasaron casi 72 horas y los 4000 habitantes de Inriville empiezan a temer lo peor. Ayer la buscaron en el río Carcarañá y hoy en el arroyo Saladillo, cercano al pueblo. "La estamos buscando intensamente. Toda la policía de Marcos Juárez, la de Inriville, los bomberos y la población entera están tras su rastro. Barajamos todas las posibilidades pero no creemos que se haya ido por su propia voluntad”, dijo a Infojus Noticias una fuente de la investigación. Interviene la fiscalía de instrucción de Marcos Juárez.
Ayer la policía fue hasta Leones, una localidad cercana, y secuestraron el auto y el celular de un hombre con quien Mariela había comenzado una relación sentimental y con quien se había mensajeado durante el sábado. “Su identidad se mantiene en reserva, porque estamos en plena investigación pero sí se puede decir que el hombre se mostró bien predispuesto a entregar el vehículo y el teléfono para que se realicen los peritajes correspondientes”.
La policía, la agrupación gaucha, la de canotaje, ciclismo, remo y todos los habitantes de la ciudad con camionetas 4 x 4 participan de la búsqueda de Mariela. También los bomberos voluntarios de Inriville, Los Urgentes y Marco Juárez. Su desaparición no fue indiferente para nadie. Rubia, bonita, simpática y dueña de una personalidad querible, a los cuarenta años, Mariela es conocida por todas las almas de ese poblado a la vera de la ruta 6, que fue construido en forma de damero, y en el que la gente deja sus puertas sin llave, los autos abiertos y los chiquitos caminan solos por las calles. La tranquilidad es su marca registrada y por eso llama la atención lo que pasó. “Podría haber sido raptada o haberse subido al auto de alguien conocido por su propia voluntad. No tiene el perfil de alguien que se haya querido escapar o quitar la vida”.
Mariela nació y se crio en Inriville. Allí formó pareja con Iván Fontana y juntos tuvieron a Brenda y Jésica. La pareja no funcionó pero siguieron manteniendo una excelente relación que se extendió a la nueva mujer de Iván y los hijos que tuvo con ella. Desde hace unos meses, por una operación en el hombro está de licencia en su trabajo en el bar de la estación de servicio YPF, ubicada sobre la ruta y uno de los puntos de encuentro de los lugareños. “Todos la conocemos, es una chica bárbara. Cuando no está trabajando está dedicándose a su casa, limpiando, podando, la tiene siempre impecable”, dijo a Infojus Noticias Hernán Naval, director de FM Signos, una de las dos radios locales del pueblo. Hernán vive muy cerca de la casa de Mariela, la hija del medio de un matrimonio conocido y querido en el lugar.
Las chicas intentaron llamarla el sábado a la noche cuando vieron que ella no volvía pero el celular pareció ser apagado cuando intentaron comunicarse y desde entonces nunca volvió a prenderse. Les dijo que iba a caminar, como lo hacía habitualmente y por lo que gozaba de un buen aspecto físico, y que la esperaran que la tenían que ayudar a peinar bien, algo que no podía por la cabretilla que usa en el brazo. Repasando el momento en que salió de su casa para salir a caminar surgió un detalle: se puso unos bermudas y una musculosa que combinó con unas ojotas fucsias. Siempre que va a hacer sus caminatas lleva zapatillas. El circuito lo amerita: el recorrido es largo, el pueblo está sobre la ruta y ella la bordea hasta un camino rural, luego va hacia otro y vuelve por el “paseo de la salud” (una construcción realizada en un predio del ferrocarril) en dirección oeste- este. El recorrido consta de unos 7 u 8 kilómetros y realizado en forma enérgica demanda cerca de una hora.
“Salió de tardecita y debería haber vuelto de día también. No es una zona peligrosa, pero igual si se le hacía de noche ella iba al paseo de la salud”, explica Hernán.
Desde que se separó de Iván, Mariela tuvo varias relaciones, tanto gente del pueblo como de afuera pero siempre con una constante: lejos de los escándalos, algo bastante difícil en un pueblo chico. El mismo que hoy la busca conmovido, organiza cadenas de oración y espera noticias.