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Policías y peritos de la bonaerense realizan excavaciones en un predio del cementerio Jardín de los Ceibos, de González Catán: sospechan que allí podrían estar enterrados los restos de Aída Amoroso, dueña de la casa a la que acudió Araceli Ramos a una entrevista laboral días antes de ser hallada asesinada. Los investigadores decidieron postergar la declaración del exprefecto Walter Vinader, acusado por el crimen de la joven. Buscan acumular más pruebas antes de indagarlo por el delito de “homicidio calificado”.

La búsqueda de Amoroso se reinició esta mañana en el predio situado en el kilómetro 32 de la ruta nacional 3, de esa localidad del partido de La Matanza. La policía centra las tareas tras la declaración de un remisero que aseguró haber llevado al ex prefecto hasta allí cargando un bolsón.

El fiscal Enrique Velazco Cerviño sospecha que el ex prefecto pudo haber matado a Aída Amoroso, la anciana desaparecida desde el 20 de septiembre último, para apropiarse de su propiedad, en Puán 3754, de Caseros, donde se cree que obligó a Araceli a filmar un video en el que implicó a otras personas en su crimen y en el de Fernández. Para Velazco Cerviño se trató de un plan macabro que ideó Vinader para vengarse de su ex mujer y tres policías que lo habían detenido por un caso de estafas.

Los investigadores también sospechan que Vinader está relacionado con la muerte del hijo de Amoroso, Emilio Rezzónico, un amigo suyo al que conoció en prisión y que supuestamente murió por una enfremedad poco antes de la desaparición de su madre y su cuerpo fue cremado. Si bien el exprefecto fue indagado el pasado miércoles por la presunta "privación ilegítima de la libertad calificada" de Araceli y de Amoroso, y ya se encuentra con prisión preventiva por esos hechos, el fiscal se tomará tiempo para obtener todos los elementos necesarios y recién allí lo llamará nuevamente para ampliar su indagatoria.

El fiscal podría llamarlo para informarle que le imputa el crimen de Araceli, pero fuentes judiciales aseguraron que prefiere juntar más pruebas para imputarle también los homicidios de Fernández y de Amoroso. "No hay premura para volver a indagarlo, no hay plazos perentorios que nos obliguen a tener que llamarlo para ampliarle la imputación", dijo a Télam una fuente con acceso al expediente judicial.

Araceli desapareció el 30 de septiembre pasado, cuando salió de su casa en Loma Hermosa rumbo a una entrevista laboral en una casa ubicada en Puán 3754. Gracias a que dejó a su madre una nota avisándole donde había ido, es que tras su desaparición los investigadores llegaron a esa vivienda, que estaba deshabitada y era propiedad Aída Amoroso y se descubrió que desde diez días antes también estaba desaparecida.

Las pesquisas hallaron en esa casa huellas de Vinader, las que sumadas a cerca de 25 llamados entre Araceli y éste llevaron a la Justicia a detenerlo y allanar su casa de Mataderos, donde se encontraron documentos de Amoroso y la escritura de la vivienda de Puán. Así surgió que Vinader había estado detenido con el hijo de Amoroso, Emilio Rezzónico, quien murió aparentemente por una enfermedad y fue cremado a pedido del ex prefecto, que había conseguido que la anciana le firmara un poder para hacerlo. El fiscal no descarta que Vinader se haya deshecho de su ex compañero de prisión y de su madre para quedarse con la propiedad.

El viernes último, tras varios días de búsqueda, la policía encontró el cuerpo de Araceli en un descampado de Villa Madero, asfixiado, atado con alambre y dentro de un bolsón. Además, llegó a manos de los investigadores un video en el que aparece Araceli hablando, bajo presión de Vinader, sobre el crimen de Fernández, cometido casi un año antes, lo que hace creer al fiscal de la causa que fue Vinader quien lo cometió.