En un fallo inédito, el Estado provincial fue condenado a pagar 105.000 pesos a un joven al que un policía le rompió el maxilar. Por las lesiones recibidas, el joven sufrió graves consecuencias: pérdida de peso, dolores físicos que prevalecen en la actualidad y padecimiento social.
El Estado provincial fue condenado a pagar 105.000 pesos a un joven al que un policía le rompió el maxilar cuando en 2008 estuvo detenido en una comisaría de Catamarca, en tanto que el ex efectivo recibió una pena de dos años y seis meses de prisión.
La pena fue impuesta a Miguel Alberto Loudet, quien se desempeñaba como policía en la comisaría décima, adonde fue trasladado Juan Carlos Oliva, por entonces de 18 años, quien resultó con graves lesiones tras su estadía en las dependencias policiales.
Según lo que atestiguó en el debate a cargo del juez Rodolfo Bustamante, la víctima llegó al destacamento el 19 de marzo de 2008, tras ser detenido por cinco uniformados, quienes lo reconocieron por "correr picadas".
Cuando lo tuvieron delante los policías le dijeron "Vos sos el picarito que corre las picadas". Luego lo golpearon, a punto tal que se le fracturó el maxilar y debió recibir una prótesis, que le fue colocada un año después. En los alegatos, el fiscal Gustavo Bergesio solicitó una pena de tres años de prisión efectiva para Loudet.
En tanto, los abogados de la víctima, Luis Gandini y Estanislao Reinoso Gandini, reclamaron 212.000 pesos de indemnización distribuidos en: 30.000 pesos por lucro cesante, 22.000 pesos por gasto de la prótesis, 50.000 pesos por daños físicos, 10.000 pesos por daños psicológicos (en concepto de psicoterapia) y 100.000 pesos por daños morales.
Sin embargo, el juez Pedro Bustamante, resolvió otorgar a Oliva 80.000 pesos por daños morales, 10.000 pesos por daño emergente y 15.000 pesos por lucro cesante. La acción civil consideraba que el joven merecía 212.000 pesos porque a causa de las lesiones que sufrió en el interior de la comisaría, el joven tuvo graves consecuencias: pérdida de peso, dolores físicos que prevalecen en la actualidad y padecimiento social a causa de la prótesis que le fue colocada, debido a la cual, incluso, perdió a su novia.
Actualmente, Loudet está separado de las fuerzas de seguridad y se desempeña como docente en la provincia de Salta.