La fiscal Carolina Carballido Calatayud realizó medidas de prueba, tomó declaraciones testimoniales y se encuentra a la espera de resultados clave. Entre ellos, los de las pericias psicológicas y psiquiátricas, el análisis de los celulares de la pareja y el origen de dos mails en los que una persona consultaba a abogados penalistas si lo defenderían por un crimen que iba a cometer.
La causa judicial por el femicidio de Claudia Schaefer, a manos de su ex marido, Fernando Farré, atraviesa su segunda semana, en medio de un ritmo intenso. Mientras que ya se realizaron varias medidas de prueba y se tomaron declaraciones testimoniales, se esperan otros resultados y peritajes claves. Entre ellos, “quedan pendientes las pericias psicológicas y psiquiátricas”, explicaron fuentes de la investigación a Infojus Noticias. Aunque fueron pedidas poco después del hecho, todavía no tienen fecha de realización. Las mismas fuentes descartaron que, como trascendió mediáticamente, los tres hijos de la pareja sean citados a declarar. “La fiscal (Carolina Carballido Calatayud) nunca lo consideró, porque cree que sería revictimizarlos. Además, ellos no estuvieron en la escena del crimen”, agregaron las mismas fuentes.
La carátula de la causa sigue siendo “homicidio doblemente calificado por el vínculo y femicidio”. En los próximos días, se incorporará el informe completo de la autopsia.
Desde el comienzo del caso, la defensa de Farré intentó instalar la figura de “emoción violenta” como un atenuante de su accionar, pero nada de eso consta en el expediente. “Todo lo que dijeron las defensas fue en la televisión. En el expediente, no presentaron nada; absolutamente nada”, indicaron las mismas fuentes a esta agencia.
Ayer, declararon dos empleadas de la familia que fueron contundentes con sus relatos sobre la violencia que Farré, de 53 años, ejercía sobre Schaefer, de 44, y sobre cómo esa situación afectaba a los hijos de ambos. “Las dos dieron cuenta de la violencia que había de él hacia ella”, agregaron las mismas fuentes.
Todavía resta que presten su declaración testimonial, el vigilador del country Martindale, donde ocurrió el femicidio, y la abogada que representaba a Farré en el divorcio con Schaefer. La letrada estaba junto al representante de Schaefer en el jardín de la casa cuando escucharon los gritos de la madre de Farré, que vio cómo su hijo atacaba a Schaefer por detrás, en el vestidor de la casa.
La abogada viajó a Europa el mismo día del crimen y, por eso, no dio su testimonio pero se espera que lo haga apenas regrese. Fueron ella y el abogado de Schaefer quienes rompieron una ventana del vestidor para intentar ayudar a la mujer, que murió en pocos segundos.
De la familia de Claudia, que trabajaba para la bodega Salentein, hasta ahora sólo pudo declarar su hermana Sandra. “El resto no estaba en condiciones de hacerlo”, explicaron las mismas fuentes. Sandra es quien se hizo cargo de los hijos de Farré y Schaefer. “El juez de familia le dio la guarda de los menores a ella, no los tiene la abuela paterna como se difundió públicamente”, agregaron.
A la espera
Entre los resultados que espera la fiscal Carballido Calatayud están los que arrojen las pericias a los teléfonos celulares de Farré y Schaefer. Asimismo, se está a la espera de lo que determinen respecto de los correos electrónicos que llegaron a las casillas de dos abogados penalistas en los que, unos días antes del femicidio, una persona consultaba si lo defenderían por un crimen que iba a cometer. Los representantes de esos dos estudios se presentaron ante la justicia para aportarlos como pruebas, tras considerar que el autor de esas misivas podría ser Farré. “Se está averiguando el tema del IP de la computadora y el juez de Garantías, Nicolás Ceballos, pidió a Google, en California, un informe sobre el origen de esos mails”, agregaron las mismas fuentes. Tanto en el juzgado, como en la fiscalía, saben que esos trámites demoran, pero los esperan para confirmar –o descartar– que haya sido Farré el autor de esos escritos.
CD/LL