Un tribunal federal le aplicó una pena de 6 años de prisión a Hugo Tognoli. También fueron condenados el ex subjefe de Inteligencia de la División Drogas Peligrosas, un narcotraficante y un remisero.
Hugo Tognoli bajó de la camioneta del Servicio Penitenciario rodeado de agentes con escudos y armas largas. Protegido con un chaleco antibalas, entró en la sala de audiencias de los Tribunales Federales santafesinos y se ubicó detrás de su abogado, Andrés Rabinovich. Sentado junto a los otros cuatro acusados escuchó la sentencia: seis años de condena por encubrimiento del narcotráfico y por amenazas a la titular de una ONG que denunciaba los lugares donde se vendían drogas.
Antes de la lectura del veredicto, Tognoli dijo sus últimas palabras. Sostuvo que le tocó “la desgracia” de asumir como jefe de la fuerza “en el momento menos indicado” y ratificó su inocencia. "Quiero decirle a los santafesinos que nunca tuvieron un jefe de drogas o un jefe de policía vinculado al narcotráfico, sino un funcionario que le restó horas a su familia para poder cumplir con su tarea”, planteó. Y agregó que quedó “en medio de una disputa política”.
Los otros cuatro acusados, el ex subjefe de Inteligencia de la División Drogas Peligrosas, José Luis Baella, el agente Mauricio Otaduy, el narcotraficante Daniel "Tuerto" Mendoza y el remisero Fernando Torres, prefirieron no hablar.
En un sector de la sala, separadas por un vidrio de unos dos metros de alto, un grupo de mujeres sostenían carteles con la cara del ex jefe y una leyenda: “Libertad y justicia para Tognoli”. Algunas de ellas llevaban rosarios enrollados entre sus dedos.
Las condenas
Tognoli fue condenado por el delito de "encubrimiento triplemente agravado de narcotraficantes y coacciones", por lo que seguirá detenido en el penal de Las Flores, en Santa Fe. Los jueces José María Escobar Cello, María Ivón Vella y Luciano Lauría le aplicaron una pena de seis años de cárcel, una multa de 40 mil pesos e inhabilitación para ejercer cargos por seis años.
El ex comisario Baella, mano derecha de Tognoli, recibió una condena de cinco años por encubrimiento triplemente agravado y coacción y se le aplicó una multa de 20 mil pesos. Al Tuerto Mendoza lo consideraron responsable de la fabricación y comercialización de estupefacientes y coacción, y recibió seis años y medio. Por el mismo delito, Torres fue condenado a cuatro años. El agente Otaduy resultó absuelto.
"Esto no termina acá, esto irá a Casación y decidirá no solo el fallo, sino también el comportamiento de este tribunal. Sabíamos que iba a ser un linchamiento judicial. Se condenó sin pruebas", dijo el abogado Rabinovich a los periodistas en la puerta de los tribunales.
La acusación
El fiscal general Martín Suárez Faisal había pedido ocho años de prisión para el ex jefe policial por considerarlo autor de los delitos de encubrimiento agravado del narcotráfico, incumplimiento de los deberes de funcionario público y amenazas a una mujer que denunciaba los bunkers en los que se vendían drogas.
Durante el tiempo que Tognoli y Baella estuvieron al mando de la división antidrogas, Mendoza “nunca fue allanado ni molestado”, sostuvo el fiscal durante el alegato que duró cerca de dos horas. También los acusó de amenazar a Norma Castaño, titular de la ONG Madres Solidarias: “Es una evidencia más que coadyuva a considerar la culpabilidad de Tognoli en el encubrimiento de las actividades de Mendoza”, afirmó.
La caída del jefe
El ex jefe de la Santafesina quedó detenido en octubre de 2012, luego de que el diario Página 12 publicara en tapa una investigación que tramita en la justicia federal de Rosario en la que Tognoli está acusado de formar parte de una “empresa criminal conjunta para narcotráfico”. La causa se había originado a mediados de ese año a partir de una investigación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria PSA. Tognoli habría utilizado una clave personal del Registro Automotor de Tognoli -en ese entonces jefe de la división de drogas- para darle información a un reconocido narcotraficante santafesino Carlos Ascaíni para que pudiera eludir una investigación de la PSA.
El exjefe estuvo preso dos semanas. Finalmente fue liberado por falta de mérito. Algunas semanas más tarde, el nuevo fiscal de la causa, Juan Murray, presentó nuevas pruebas y un pedido de ampliación indagatoria. Después de tomarle declaración, el juez Carlos Vera Barros ordenó nuevamente su detención.
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