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Carlos López, un joven de 25 años, fue condenado a reclusión perpetua por haber matado a golpes al camarógrafo Juan Diego Covello, cuando intentó robarle su celular en Ramos Mejía, partido de La Matanza. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de esa localidad condenó a López a la pena máxima más la accesoria por tiempo indeterminado (lo que le impide acceder a beneficios durante el cumplimiento de la pena).

La madrugada del 21 de octubre de 2012, López interceptó al camarógrafo en el cruce de Las Heras y Lavalle, e intentó sacarle el celular. El camarógrafo salió corriendo. El acusado en este juicio lo alcanzó y comenzó a pegarle golpes de puño en diferentes partes del cuerpo hasta que su cabeza golpeó contra el suelo, luego de caer al piso.

En su alegato, la querella valoró especialmente la declaración que prestó en el juicio un vigilador de una garita que fue testigo del crimen y reconoció al imputado como el agresor. "El vigilador ve la parte más fuerte que es cuando le pega patadas y lo golpea en la cabeza, pese a que ya estaba en el piso en estado de indefensión", destacó el abogado de la familia de la víctima, Carlos Pousa Bogado. Covello murió en brazos de este hombre mientras esperaban una ambulancia.

El letrado destacó también la declaración del médico que realizó la autopsia, quien detalló que primero la víctima recibió un golpe en la nuca que lo hizo caer al suelo y luego sufrió una fractura en el lado izquierdo de la cabeza, sobre la oreja, y otra en la parte interna del cráneo, a la altura de la ceja. Luego, de otro golpe, "el acusado le rompió el maxilar, por lo que ni siquiera podía gritar cuando le seguía pegando las patadas", añadió.

El fiscal Alfredo Luppino solicitó al tribunal que condene a López a la pena de reclusión perpetua por el delito de "robo en concurso real con homicidio criminis causa". Es decir, un crimen que busca ocultar otro delito. Subsidiriamente, calificó el hecho como "homicidio agravado por alevosía".

La defensora oficial del acusado, Gabriela Chaumeil, aceptó que su asistido cometió el hecho, pero pidió a los jueces Graciela De Palo, Arturo Gravier y Horacio Lecce que se lo condene por "robo y homicidio simple" (con penas que van de los 8 a los 25 años) y la inconstitucionalidad de la prisión perpetua.

"Espero que le den la pena máxima porque no mostró arrepentimiento de lo que hizo y es una persona que no tiene valores", dijo a Télam Mirta Bojorge, madre de la víctima. Lo que finalmente confirmó el tribunal.

Los testigos

Además del hombre que dio asistencia a Covello los jueces también tuvieron en cuenta el testimonio de una kiosquera que contó que un hombre (que resultó ser el imputado) fue a comprarle cigarrillos, le pagó con "un billete de cincuenta pesos ensangrentado" pese a que él no tenía heridas y "hacía alarde de haber matado" a alguien.

También tuvieron en cuenta lo dicho por una novia de López, que dijo que a las 8 del día del crimen, éste le mostró un teléfono y le dijo: "Se lo robé a un gil y lo maté a trompadas".

Además, una vecina de la cuadra donde fue asesinado Covello dijo que desde su departamento escuchó "más de veinte golpes, como si le pegaran a una bolsa de basura".

También, añadió la querella, se mencionó la página de Facebook del acusado, en la que figura bajo el usuario "Elcarlo De La Loma te Roba", en la que dice que ese día iba a salir a robar y no le importaba nada.

Como consecuencia de las graves heridas, Covello murió en el lugar y su agresor escapó a la carrera con su teléfono celular. Tras una investigación de la fiscalía de Homicidios de La Matanza, López fue detenido en la casa de su madre, en Lomas del Mirador, donde estaba escondido, ya que utilizó el teléfono celular de Covello para efectuar varios llamados.

Al momento del hecho, el camarógrafo trabajaba en el canal América TV y como productor comercial de un programa de radio en FM Palermo.