Una mujer identificada como Paola Acosta, que se encontraba desaparecida desde el miércoles, apareció muerta en una alcantarilla, mientras que su hija de 20 meses estaba junto a ella en buen estado de salud. El padre biológico de la niña, identificado como Gonzalo Lizarralde, fue detenido y está imputado por homicidio. La beba está fuera de peligro aunque presenta múltiples lesiones.
La sociedad de Córdoba despertó con un asombro que tardará en aquietarse. Con tan sólo 20 meses, Martina pudo sobrevivir casi 80 horas en las entrañas de la ciudad, en una alcantarilla infecta de barrio Villa Siburu, a donde fue arrojada junto al cadáver apuñalado de su madre, Paola Acosta, de 36 años. Ambas eran intensamente buscadas desde el miércoles. Los investigadores creen que el hecho está esclarecido: el padre biológico de la niña, identificado como Gonzalo Lizarralde (33), fue detenido y será interrogado nuevamente en las próximas horas. Fue imputado por "homicidio calificado por el vínculo". En tanto, fuentes judiciales dijeron a Infojus Noticias que los resultados de la autopsia se sabrán mañana.
Martina se recupera en el sector de Terapia Intensiva del Hospital de Niños. Tiene un cuadro de hipotermia, lesiones en pecho y espalda, y una fisura en el fémur derecho provocada, presumiblemente, al caer más de dos metros, desde la calle al desagüe de la esquina de Igualdad y Zipoli, donde fue encontrada este domingo por la mañana. Se cree que sobrevivió "pegada" a su madre durante días.
Su madre presentaba un cuadro de violencia criminal. En el cuerpo de Paola Acosta, de 36 años, hay signos de que fue atacada con un arma blanca, según los investigadores. Tiene heridas en el cuello y el abdomen. Ayer por la tarde, los peritos se prestaban a realizarle la autopsia, que se sabrá en las próximas horas.
Las sospechas sobre el crimen recaen sobre el padre biológico de Martina, Gonzalo Lizarralde, un panadero de 36 años, que está detenido desde la tarde del sábado, por orden de la fiscal del Distrito 3 Turno 3, Eve Flores. La instructora lo imputó por el delito de homicidio calificado por el vínculo y hasta último momento analizaba si le correspondía, además, abandono de persona, lesiones graves, o tentativa de homicidio, en relación a su hija.
Relación conflictiva
Paola vivía en un departamento de la calle Martín García al 200, en barrio San Martín, con sus tres hijos: Agustín, de 14 y Tomas de 16, eran fruto de una antigua relación. Martina llegó después, cuando conoció a Gonzalo Lizarralde. “Nunca existió una buena relación, con decirte que yo ni lo conocía”, dijo Sebastián Acosta, uno de los tres hermanos de Paola. Habían mantenido una breve relación y en ningún momento convivieron.
Según su testimonio, el imputado se quería desligar de su paternidad de forma violenta. “Hubo una disputa civil por el reconocimiento de la nena. Un ADN confirmó que era su hija. El empezó a mentir, daba datos falsos: mentía en su domicilio, en su nombre verdadero, en su CUIL. Por eso la cuota alimentaria no la depositaba en una cuenta bancaría, como se hace en estos casos”, contó.
El miércoles a las 20:30, Lizarralde fue personalmente en su camioneta hasta el departamento donde vivía Paola, a llevar los 1400 pesos de la primera cuota alimentaria. Sería la primera vez que vería a su hija. La mujer bajó con la niña. No llevó celular, ni billetera ni abrigo. Nunca más volvió.
Las sospechas
Lizarralde fue descripto como “un sujeto frio, con cara de piedra”, según los investigadores que lo enfrentaron. Antla responsabilidad del hecho desde un principio. Pero en el expediente hay “indicios suficientes para considerarlo un fuerte sospechoso”, confirmaron las fuentes judiciales.
Lizarralde fue la última persona que vio con vida a Paola y Martina. El miércoles a las 20,30 él pandero fue hasta la casa donde la mujer vivía con sus tres hijos, los dos mayores fruto de otra relación, en Martin García al 200, barrio San Martin. Debía efectuar el primer pago de la cuota alimentaria por la niña: 1400 pesos que la justicia civil le obligó a pagar tras un litigio, ya que se negaba a reconocerla.
La cita se concretó a esa hora de la noche porque Lizarralde, a través de mensajes que quedaron registrados en el teléfono celular de Paola, durante todo ese día fue posponiendo la visita, que en un principio iba a ser a la tarde. Para recibir a Lizarralde la mujer dejó durmiendo a sus hijos varones de 16 y 14 años, de otra relación.
Paola bajó sin celular, ni abrigo, ni billetera. Nunca más regresó. El jueves por la tarde, Policía Judicial peritó la camioneta del panadero y encontró sangre humana. Resta ahora establecer si se corresponde con la de Paola. Pero además, según confió la fiscal, el panadero “realizó varias acciones tendientes a ocultar el hecho. Por ejemplo, lavó su vehículo”.
Para los investigadores, el lugar donde fue encontrado el cuerpo también es indicativo. “La alcantarilla está en la esquina de una panadería que él visitaba seguido porque hacía repartos de sus productos”, dijo una fuente. A ocho cuadras del lugar, en Colon 3800, se encuentra “Nona Isolina”, la fábrica de sanguches de miga de su propiedad.
Sin embargo, su abogado defensor, Sebastián Macari Gaido, insiste en la inocencia de su cliente. “Hay evidencias de que el cuerpo fue arrojado en ese desagüe al menos el sábado por la noche, cuando mi cliente ya estaba detenido”, dijo.
El hallazgo
Fuentes policiales informaron a Télam que el hallazgo ocurrió este domingo cerca de las 8 en el cruce de Domingo Zípoli e Igualdad del barrio Alto Alberdi, en el oeste de la ciudad, tras una alerta que realizaron los vecinos del lugar.
La pequeña estaba "pegada" al cuerpo de su madre y fue trasladada al Hospital Neonatal donde se verificó que su estado de salud es bueno y que sólo tenía algún grado de hipotermia.
El parte médico
La directora del Hospital de Niños de Córdoba, Fernanda Marchetti, dijo a la prensa que la niña "inicialmente estaba hipotérmica por eso fue que se la estabilizó en el primer centro asistencial donde la atendieron". En este sentido, confirmó que está "fuera de peligro", aunque presenta una "fractura de fémur y múltiples lesiones".
"A este hospital llega sin necesidad de soportes vitales, ni entubada. Dentro de todo y con el marco de lo que sucedió se encuentra en un estado adecuado", indicó. Marchetti aseguró que a la paciente se le realizaron tomografías y otros estudios "para poder hacer una evaluación detallada del estado" de salud.
"Va a permanecer en terapia intensiva por un tema de control, de seguridad, y poder estar atentos a la evolución en las próximas horas", precisó. La directora del hospital contó que durante los días de la desaparición "no hizo mucho frío" en Córdoba pero si "hubo algunas lluvias", aunque aclaró que no tienen la certeza de cuánto tiempo efectivamente ha estado en la alcantarilla.