Ayer en el entierro de uno de los policías vinculados a la denuncia por narcotráfico, la policía cordobesa dio un mensaje claro: están unidos frente a la investigación judicial que avanza sobre ellos.
En el mediodía de ayer en el cementerio municipal de Alta Gracia la cúpula de la policía cordobesa se mostró en pleno. Fueron hasta allí para despedir los restos del oficial principal, Juan Antonio Alós, de 34 años, que terminó con su vida la madrugada del sábado. Era investigado por sus vínculos con el narcotráfico y no lo habría podido soportar.
El protocolo indica que la plana mayor de la policía solo debe asistir completa a los entierros de los policías muertos en servicio. No era el caso.
“¿Qué lo llevó al oficial a quitarse la vida? La difamación, la injuria y las mentiras le quitaron la vida”, dijo ayer Ramón Frías, jefe de la policía de la provincia, frente a los más de 200 policías y decenas de familiares de Alós, que se acercaron al cementerio municipal. Frías agregó “hieren más las falsas acusaciones que las balas”.
Cuando llegó al entierro, Frías ya había dado un mensaje claro al saludar a los abrazos a Rafael Sosa, el ahora ex jefe de Drogas Peligrosas. Sosa estuvo en el cargo hasta el jueves cuando fue licenciado al igual que el comisario Alfredo Saine y el oficial Franco Argüello, del mismo área. Los tres fueron apartados de sus cargos luego de que se conociera que el fiscal federal Enrique Senestrari los investigaba (a ellos y a otros más) a raíz de las denuncias efectuadas por el informante Juan Viarnes.
El miércoles por la noche un programa televisivo había mostrado la investigación que ponía al descubierto los vínculos entre la policía y el narcotráfico.
En declaraciones radiales, Senestrari dijo que a Alós “Se lo señalaba por participar en un grupo de investigación de droga que usaba agentes encubiertos ilegales, lo cual causó muchos problemas. El modo en que lo hicieron causó nulidades y detenidos quedarán libres". Alós estaba investigado en la causa pero no imputado. De hecho hasta el momento no hay imputados, aunque esta situación podría cambiar en las próximas horas respecto de los demás efectivos.
Hasta el momento en que se conoció la investigación la reputación de Alós era impecable. Lo admiraban sus colegas, lo valoraban sus superiores.
La denuncia
La denuncia la hicieron un vendedor de drogas y un informante arrepentido en un programa periodístico del Canal 10 de Córdoba. Si la policía, dijeron, secuestraba 500 kilos de marihuana, con un kilo le pagaban al informante que había pasado el dato y se quedaban con otros 15 para revender a otros narcotraficantes. El director General de Lucha contra el Narcotráfico, el comisario Rafael Sosa, y sus subalternos, el comisario Alfredo Seine - responsable de dos Brigadas de Lucha contra la Droga- y el oficial inspector Franco Argüello pidieron licencia y se apartaron de sus cargos.
La denuncia contra los policías se basa en una entrevista a Juan Francisco “El francés" Viarnes. El hombre es conocido en Córdoba como responsable de secuestros extorsivos y robos a camiones blindados. Muchos lo recuerdan por haberse escapado de un penal disfrazado de mujer. Viarnes fue detenido por estafa en julio. Se lo acusaba de haber comprado tres vehículos con dólares falsos. En su casa encontraron 340 mil dólares apócrifos. A los 21 días de estar detenido consiguió la libertad. Después de eso se presentó en el programa televisivo denunciando a los policías.