Dos personas fueron condenadas por trata y explotación sexual de niñas. La sentencia incluyó el decomiso del inmueble donde funcionaba el prostíbulo.
En 2010 tres niñas -una de 12 años, dos de 14- y una adolescente de 18 fueron rescatadas de la whiskería “El Misionero” en la ciudad balnearia de Ituzaingó, en Corrientes. Habían sido obligadas a prostituirse en un burdel que funcionaba a la vista de todos, junto a la ruta nacional N° 12. El pasado viernes sus explotadores fueron condenados, en la primera sentencia por el delito de trata de personas en esta provincia. Tres de las víctimas eran oriundas de Paraguay y una, argentina. En el banquillo de los acusados faltaba la madre de dos de las chicas, la misma mujer que por las noches las llevaba al local que regenteaba Juan Carlos Mondo para obligarlas a prostituirse. “En Argentina no se puede juzgar en ausencia y no dimos con el paradero de la mujer ni con las niñas”, explicaron a Infojus Noticias fuentes del Tribunal Oral en lo Criminal Federal que dictó la condena.
Por lo menos el 36 por ciento de las víctimas rescatadas en nuestro país proviene de Paraguay, según información de la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (UFASE), perteneciente del Ministerio Público Fiscal. Los datos elaborados por las fiscalías especializadas del país vecino dicen que no es la primera vez que parientes, consanguíneos o políticos entregan a sus hijas, nietas, primas, hermanos o sobrinas a la redes de explotación sexual.
La investigación que terminó en la primera sentencia correntina por trata comenzó a partir de la denuncia de vecinos. El viernes pasado los jueces -Víctor Antonio Alonso, Lucrecia Rojas de Badaró y Fermín Amado Ceroleni- condenaron al dueño del local, Juan Carlos Mondo, a 12 años de prisión; y a su pareja al momento del allanamiento y administradora del local, Isabel Borges de Lima, a 10 años de cárcel. Ambos por el delito de trata y la explotación sexual de las niñas.
Durante el debate oral que se inició el 17 de abril, los exconcubinos se endilgaron culpas mutuamente. La mujer dijo que siendo muy joven Mondo la había obligado a prostituirse, y que después de su embarazo (tienen un hijo de 4 años) la había puesto a vender tragos en la barra. El hombre, en cambio, dijo que ella “manejaba todo” aduciendo que él estaba la mayor parte del día afuera, haciendo trabajos de albañilería.
En el transcurso del juicio se escucharon además a más de 16 testigos y a dos de las víctimas, la niña argentina y la joven paraguaya que tenía 18 años al momento de ser rescatada. En el caso de esta última, el juzgado federal contó con la colaboración de la Unidad Especializada en la Lucha contra la Trata de Personas y Explotación Sexual de niños, niñas y adolescentes del vecino país, que ayudó a localizarla e implementar los medios para su declaración por teleconferencia.
El próximo viernes se conocerán los fundamentos de la condena, que incluye también el decomiso del inmueble donde funcionaba el prostíbulo. “El decomiso es una medida aleccionadora. La próxima vez, el que quiera poner un local de este tipo lo va a tener en cuenta”, dijo a esta agencia Mario Monti, el secretario del tribunal que dicó la sentencia.
Sobre la persecución del delito de trata en Corrientes fuentes judiciales dijeron a esta agencia: “estábamos en deuda. Hay otra causa que ya fue elevada al Tribunal. Es por un prostíbulo que funcionaba en Paso de los Libres aunque los acusados plantearon nulidades que aún se están trabajando”.