Se trata de Oscar Dilascio, que fue apresado en San Salvador de Jujuy por la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Como los hermanos Rubén “la Chancha” y Adolfo “el Mono” Ale, está siendo investigado por lavado de activos y señalado como uno de los testaferros del clan que integra junto a su pareja, María Jesús Rivero. La causa está en manos del juez federal de Tucumán, Fernando Poviña.
Después de estar dos años prófugo, Oscar Dilascio fue detenido en San Salvador de Jujuy por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Era el único de los integrantes del Clan Ale, encabezado por los hermanos Rubén “La Chancha” y Adolfo “el Mono” Ale, que continuaba prófugo en la causa en la que el juez federal de Tucumán, Fernando Poviña, los investiga por el lavado de activos. En el expediente, iniciado en diciembre de 2013, estiman que el monto involucrado supera los 74 millones de pesos provenientes de operaciones ilícitas que, entre otras, incluiría la captación y el traslado de mujeres con el fin de explotarlas sexualmente.
Dilascio fue detenido por personal de la Policía de Seguridad Aeroporturia el martes pasado, cuando en horas de la noche circulaba en una camioneta en la localidad jujeña de Ledesma. En la causa, que tramita ante el juzgado tucumano, está señalado como uno de los testaferros del clan que integraría junto a su pareja, María Jesús Rivero (ex esposa de Rubén Ale). Según la instrucción, integró con ellos la “Gerenciadora Deportiva del NOA”, una empresa constituida en octubre de 2002 para administrar el Club San Martín, donde Ale y Rivero se desempeñaron como presidente y vicepresidente, respectivamente.
Dedicada a los “servicios de organización, dirección y gestión de prácticas deportivas y explotación de las instalaciones”, esa entidad –que comenzó a operar con un capital de $ 15.000–, fue dada de baja en el Impuesto a las Ganancias por falta de presentación de las declaraciones juradas, en marzo de 2013. Sin embargo, entre 2008 y 2011, en su cuenta bancaria se acreditaron más de 600.000 pesos, por lo que resultó curioso para el juez que, “en sus declaraciones juradas”, todos los años tuviera un patrimonio neto negativo, es decir: a pérdida.
Dilascio estaba prófugo desde diciembre de 2013, después de declarar en indagatoria en el juzgado de Poviña. Días después, cuando las autoridades lo fueron a notificar de su procesamiento y de la medida de prisión preventiva que le impuso el juez, no lo encontraron en el domicilio que compartía con Rivero, en el pasaje Santa Cruz, en la localidad tucumana de Yerba Buena. Desde entonces, Rivero está detenida en la Unidad Penal para Mujeres, en Güemes, provincia de Salta. Hasta el martes pasado, Dilascio estuvo prófugo.
Según informaron fuentes judiciales, esta semana se concretará el traslado de Dilascio al juzgado tucumano en el que se desarrolla la investigación. José María Molina, uno de los abogados defensores, confirmó a Infojus Noticias que Dilascio se encuentra detenido en el Complejo Penitenciario Federal N° III, de Güemes, hasta ser trasladado a Tucumán para que le notifiquen su procesamiento y ratifiquen las designaciones de sus defensores, Molina y Patricio Char.
Cercano al club desde que tenía 15 años –fue jugador del equipo de fútbol Oriente Petrolero, de Bolivia; de Ledesma, Jujuy; y otros clubes tucumanos–, Dilascio se reintegró al club San Martín en 2002, a través de la gerenciadora. Según su indagatoria, primero tuvo a cargo el manejo del fútbol profesional y dos años después, también “el manejo y administración de las divisiones inferiores”.
Entre las pruebas incorporadas en el expediente, que derivaron en el procesamiento de Dilascio, se encuentra una carta que Rivero le escribió a Ale y que da indicios de su vinculación: “(…) el robo de los colectivos y los 11 jugadores que eran de la gerenciadora que, en definitiva, era tuya porque el boludo de Roberto era un prestanombre. Ganancias=tuyas y Fabián. Pérdidas=Roberto y yo”, le escribió a su ex pareja, y padre de su único hijo.
La causa en la que Dilascio comparte la imputación junto a los hermanos Ale y María Jesús Rivero – a quienes Susana Trimarco señala como responsables del secuestro de su hija María de los Ángeles Verón–, está en condiciones de llegar a juicio, tras la confirmación de un último tramo de procesamientos. Según estimaciones de la querella, encabezada por la Unidad de Información Financiera (UIF), el debate oral podría comenzar a mediados de este año. Dilascio es el último prófugo de los actuales imputados; durante un tiempo, Víctor Alberto “Pelao” Suárez, otro de los supuestos testaferros del clan, estuvo en la misma condición, hasta que lo atraparon el año pasado.