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La lluvia pareció no afectar a las doscientas personas que cortaron la Avenida Balbín, frente a los Tribunales de San Martín, para reclamar Justicia por Enzo Ledesma, el chico de 13 años asesinado el lunes en la villa La Cárcova. Después de una noche violenta en la que los vecinos incendiaron unos treinta vehículos y causaron destrozos en la comisaría 4ª de José León Suárez, los familiares de Enzo y de otros dos chicos asesinados se reunieron con el fiscal general de San Martín, Marcelo Lapargo. El representante del Ministerio Público se comprometió a coordinar las investigaciones por las muertes vinculadas al narcotráfico.

Al frente de la comisaría 4ª una hilera de policías apostados, cubiertos con cascos, escudos y munidos de palos largos, cuidaban el ingreso. Delante de ellos, en el piso, alguien escribió una frase: “Policía arregla con los tranza”. La puerta de ingreso no tenía vidrio. Sólo unas puntas sobresalían del marco interno de la madera quebrada a patadas. Son apenas una parte de los daños causados anoche por los vecinos. En el patio trasero de la seccional que da a un callejón interno había unas 40 motos calcinadas. Afuera, un colectivo incendiado y apedreado.

A la mañana, en la comisaría destrozada hubo poco movimiento. El jefe de la Superintendencia Conurbano Norte, Gustavo Reale Scavo, a cargo de la seccional desde los incidentes, estaba en los Tribunales de San Martín. En ese mismo edificio, en el despacho del segundo piso, el fiscal Lapargo se reunió a los familiares de Ivonne Eloy, la niña de 10 años que murió de un disparo durante un enfrentamiento, Rubén Navarro, de 16, asesinado cuando fue a comprar drogas a la villa, y Enzo Ledesma. Estaban acompañados por representantes de la Campaña Contra la Violencia Institucional.

Los casos de Ivonne, Rubén y Enzo están atravesados por una problemática común: los conflictos por la venta de drogas en la villa La Cárcova y las zonas aledañas. El fiscal general se comprometió a seguir el avance de las tres causas y analizarlas en el marco del conflicto narco. Afuera, unas doscientas personas aguardaban bajo la lluvia al pequeño grupo reunido.

Rubén murió en marzo de este año, después de casi dos meses de agonía. El 28 de enero, en La Cárcova, había recibido ocho disparos. Nadie sabe por qué lo balearon. Los rumores en el barrio apuntan a dos transas apodados Bebote y Pey. Según cuentan, hay un testigo clave que tiene miedo de declarar.

El barrio Independencia, en el partido de San Martín, limita con la villa La Cárcova. El 20 de agosto, Ivonne volvía de la nutricionista con su hermana y su madre, Silvana. Eran casi las diez de la noche. Estaban bajando del remisse en la puerta de su casa, en Malvinas y Castro. Silvana escuchó un solo disparo y vio a su hija desmoronarse en el piso. La niña murió el 14 de septiembre en la clínica Güemes, en la ciudad de Buenos Aires.

La causa cayó en manos del fiscal Enrique Velazco Cerviño, en la UFI 6 de San Martín. Actualmente hay un imputado que permanece prófugo.

El asesinato de Enzo fue la chispa que encendió la mecha. El lunes a la noche, unos minutos antes de las 23, el chico de 13 años fue trasladado por sus familiares al centro de salud que está enfrente del patio trasero de la comisaría. Llegó con una herida de bala que le había ingresado por la clavícula y le había salido por el cuello. Murió a las pocas horas. Los policías llegaron a la escena del crimen unas horas después.

Los familiares de Enzo apuntan a “Bebote” –el mismo joven señalado en el homicidio de Rubén-. "Traje pruebas que sirven para demostrar quién mató a mi hijo y la policía no hizo nada. Dejé la foto del asesino de mi hijo y no lo fueron a buscar porque están arreglados con los narcos", dijo ayer Juan Ledesma, el padre de la víctima. La causa por el homicidio de Enzo, que investiga la fiscal  Daniel Cangelosi, de la UFI 3 de San Martín, aún no tiene detenidos.