Pamela Biosa, de 22 años, fue hallada muerta en un descampado junto a su bebé de siete meses, que resultó ileso. La autopsia demostró que la mujer murió por los golpes recibidos en la cabeza. A partir de un llamado telefónico, la policía detuvo a su ex pareja.
Matías Michel, de 22 años, fue detenido ayer por la tarde. Está sospechado de haber asesinado a su ex pareja, Pamela Estefanía Biosa, la joven de 21 años encontrada el martes en un descampado de Escobar junto a su bebé de 7 meses, que resultó ileso. En la comisaría, el joven habría reconocido el crimen.
Michel fue apresado por la policía de Escobar luego de que lo localizaran a través de los últimos llamados realizados desde el celular de Pamela. El teléfono de la chica estaba en la escena del crimen y desde el primer momento los investigadores habían resaltado la importancia de los peritajes que le harían. Creían que ahí podía estar la clave de con quién y por qué había ido la madrugada del crimen Pamela a ese lugar inhóspito donde apareció su cuerpo.
Los investigadores llamaron al último contacto marcado en el aparato y que estaba agendado con el nombre de “Marga”. Del otro lado los atendió un hombre que cortó la comunicación al no reconocer la voz de quien lo llamaba.
Fuentes policiales informaron a la agencia Télam que poco después constataron que el número pertenecía a Michel y fueron a buscarlo a la casa. Allí le secuestraron el celular y lo trasladaron a la comisaría donde reconoció ser el autor del hecho. Ante esta situación, la Fiscalía interviniente dispuso la aprehensión del joven por el delito de homicidio. En abril pasado el joven había sido denunciado en la comisaría 1° de Escobar por “abuso sexual”.
Los resultados de la autopsia establecieron que la chica murió por los golpes que recibió en el cráneo con un objeto contundente. Los médicos también encontraron las muestras de la lucha que ella dio ante de ser asesinada. En una de sus manos encontraron un mechón de pelos, que ahora será cotejado con el ADN de Michel. Y también habrían encontrado material genético debajo de sus uñas. Biosa además tenía varios cortes en su cara y barro y pasto en su boca.
Alrededor del cuerpo de la chica había un gran goteo de sangre y también en el cochecito de su bebé. Desde el primer momento los investigadores descartaron la hipótesis de robo y sospecharon que la chica podía haber sido víctima de violencia de género.