Comenzó la última audiencia por del juicio por el crimen de las francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni, violadas y asesinadas en la Quebrada de San Lorenzo en julio de 2011. Antes de la sentencia, los cinco acusados se pronunciaron ante el Tribunal de la Sala II de Salta.
En la sala no entra un alfiler. La prensa y los familiares de los acusados llegaron temprano para ubicarse y escuchar sus última palabras antes de que el Tribunal de la Sala II, integrado por los jueces por los jueces Ángel Amadeo Longarte, Carlos Héctor Pucheta y Bernardo dicte las condenas por el crimen de las turistas francesas Cassandre Bouvier, de 29 años, y Houria Moumni, de 24. Encontraron sus cuerpos el 29 de julio de 2011 en la Quebrada de San Lorenzo, una reserva natural a 12 km de la ciudad de Salta. Cassandre, de 29 años, fue cortada, violada y ejecutada. Houria, de 24, violada, golpeada y baleada por la espalda. Este crimen sacudió a la sociedad salteña: por su salvajismo, por el accionar policial y judicial durante la etapa de instrucción, y porque desnudó una violencia de género tan presente en la provincia como invisibilizada. A casi tres años del crimen todavía no se sabe qué pasó ese viernes 15 de julio, fecha tentativa fijada por la autopsia. La sentencia está fijada las 16 horas.
Minutos antes de entrar a la sala, Jean Michel Bouvier, con una remera con la foto de su hija Cassandre y una cinta blanca en el saco, dijo a Infojus Noticias: “El juicio fue impecable, pero no es donde se clarificaron los hechos. Mi lucha por buscar a los responsables continuará después del veredicto. No creo que Lasi haya actuado solo. Solo él sabe qué pasó y a quién está protegiendo. Cuando sea el momento iré por la vía política”. Es el único representante de las dos querellas. El resto de su familia y la familia Moumni regresaron a Francia hace unas semanas y siguen el juicio vía internet.
Horacio Morales, uno de los abogados de Gustavo Lasi dijo que el Tribunal actuó bien durante el juicio pero que insiste en que el fiscalía Félix Elías no formuló una acusación formal durante los alegatos. “No le costaba nada al Tribunal volver a escuchar las actas para confirmarlo”, dijo a este medio.
Todos hablaron
El primero en tomar la palabra fue Daniel Vilte Laxi. Fue acusado por Gustavo Lasi de ser partícipe del crimen. Lo detuvo la policía en agosto de 2011 en la casa de su madre en San Lorenzo. Vilte Laxi, un joven de 27 años padre de dos hijos, que trabajaba en la construcción, fue torturado y amenazado por la policía para que confesara. Hace unas semanas fue apuñalado por la espalda en el penal, donde está detenido hace dos años y medio. Siempre negó su implicación. Hoy dijo: “No entiendo por qué estoy acá, nunca tuve contacto con estas chicas, no las violé, no la maté. No sé por qué dijo eso Lasi. Quiero agradecer a mi familia y a mi abogado”. A Laxi lo representa desde el primer momento, Marcelo Arancibia.
Su familia lo escuchaba en primera fila. Su tía Claudia, una mujer humilde que lo crió desde sus dos años, no podía disimular sus nervios y angustia. Antes de la audiencia dijo a Infojus Noticias “Este caso nos arruinó la vida. Estoy muy ansiosa. Solo espero que haya justicia y que podamos volver a sonreír". La fiscalía y la querella de Bouvier pidieron su absolución. La querella de Durrieu pidió perpetua.
Santos Vera, un jardinero de 30 años, fue quien más se extendió. “Soy totalmente inocente. Soy una persona humilde, trabajadora. Mi padre me dio educación, me aconsejó muy bien”. Y agregó que con la familia Lasi, vecinos de la Quebrada de San Lorenzo, “siempre tuvimos problemas y él está mintiendo”. La familia de Santos Vera acusa a los Lasi de haberle robado animales en varias oportunidades. “Solo pido justicia por mí y por mi familia. Gracias a Dios tengo las manos limpias y la conciencia tranquila”, concluyó. Lo escuchaban sus padres, dos campesinos de la Quebrada de San Lorenzo. Su madre Natividad, de 70 años, no pudo contener las lágrimas. La fiscalía y la querella de Durrieu pidieron perpetua. No así la querella de Bouvier, que pidió su absolución.
Las palabras más esperadas eran las de Gustavo Lasi, el único imputado que confesó haber violado a una de las chicas, aunque negó el homicidio. Primero se dirigió al padre de Cassandre: “Siento mucho lo que ha pasado ahí. Ud se queda con la duda pensando que hay otra gente, no la hay. Yo dije que hay tres personas y estas personas están acá”. Sus dichos hacen referencia a las dudas que manifestó Bouvier sobre la participación de los otros dos acusados, lo que hizo que se separara de la querella inicial y pidiera la absolución de Vilte Laxi y Vera. Finalmente el acusado de 27 años se dirigió al tribunal: “Estoy encomendando en sus manos y pido algo justo”. Durante los alegatos había pedido clemencia. Tanto el fiscal Félix Elías, como las querella de la pidieron prisión perpetua.
Los últimos en hablar fueron los dos acusados por encubrimiento. “Mi nombre es Omar Ramos, conocido como “pajarito”. Tengo 50 años, una señora y tres chicos. Siempre he vivido en San Lorenzo. Me levanto temprano para ir a mi trabajo. Cometí el error de agarrar un arma pero no sabía qué era. Pido perdón a todos mis vecinos. Les fallé por recibir algo que no tenía que haber recibido”. Antonio Sandoval dijo: “Yo no escondí nada. Solo guardé un paquete”. La querella pidió para ellos un año y seis meses de prisión. Y la fiscalía, tres años de prisión en suspenso.