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Una mujer fue arrestada el viernes pasado por amenazar y atacar a su marido en el departamento Pomán, a 157 kilómetros de la capital de Catamarca. La mujer tenía una restricción impuesta para no acercarse a su familia. Golpeaba a su esposo desde hacía un año y también maltrataba a su hija de 18 años. La fiscal de Andalgalá, Marta Nieva, ordenó una exclusión del hogar y su traslado para que le realicen estudios psicológicos por no cumplir las restricciones impuestas. La mujer no sólo tenía antecedentes de violencia en el ámbito intrafamiliar, también había sido acusada por sus compañeras de trabajo por maltrato y amenazas.

La cobertura mediática presentó su historia como un caso de violencia de género inverso. Sin embargo, los especialistas cuestionan que se utilice este término para abordar aquellos casos en los que la mujer es la golpeadora.

Se trata de casos excepcionales. Según un relevamiento del Programa las Víctimas contra las Violencias del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, que dirige Eva Giberti, la Brigada móvil de atención a víctimas de violencia familiar intervino en un total de 107 casos en distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires. Solamente el 5,5 % de ese total se trató de agresoras femeninas, es decir, seis mujeres golpeadoras.

“Hay una asociación popular cuando hablamos de género, se cree que hablamos del género femenino, pero el Código penal no discrimina por sexo. En este caso, excepcional para lo que son los casos medios, la ley procura sancionar la situación de violencia”, dijo a Infojus el abogado penalista Mario Juliano

Para el médico psiquiatra Enrique Stola el caso de la mujer catamarqueña no es un caso representativo de violencia de género. “Cuando una mujer golpea a un hombre no es violencia de género, es violencia nada más. Porque la violencia de género es un término que surge con el feminismo y luego lo toma la legislación, pero está relacionado con prácticas sociales que existen y dan el marco para que un hombre golpee a una mujer”, explicó a Infojus.

Si bien no se trataría de violencia de género, según los especialistas, muchas veces las mujeres agresoras fueron víctimas de este tipo de violencia. “Las mujeres golpeadoras son mujeres que han aprendido a resolver los conflictos intrafamiliares a través de la violencia”, explicó Stola.

El psiquiatra  plantea la existencia de un contexto que condiciona la situación desigual en la que se encuentra el género femenino. “La mujer está en asimetría con respecto al hombre. Los hombres están legitimados en su rol de golpeadores. La mujer no cuenta con el permiso ni el aval social. Generalmente cuando una mujer golpea es porque tiene problemas psicopatológicos, a diferencia del hombre. La mayor parte de los golpeadores ejercen el poder porque se creen que tiene el derecho sobre la mujer”, explicó el psiquiatra. Y agregó: “Las publicidades, los chistes, hasta las canciones de cancha, todo eso está puesto al servicio de la dominación masculina. Esto no está presente cuando una mujer golpea al hombre”.