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A partir de las 8.30 comenzará la audiencia en la que el Tribunal Oral Federal de Santa Fe leerá la sentencia contra el ex jefe de la Policía santafesina Hugo Tognoli y otros cuatro acusados: dos policías y dos supuestos vendedores de drogas. El fiscal general Martín Suárez Faisal pidió ocho años de prisión para el ex titular de la fuerza por considerarlo autor de los delitos de encubrimiento agravado del narcotráfico, incumplimiento de los deberes de funcionario público y amenazas a una mujer que denunciaba los bunkers en los que se vendían drogas.

En el banquillo de los acusados también estarán el ex subjefe de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones –de la que Tognoli era jefe- Juan José Baella, el agente Mauricio Otaduy y los supuestos transas Daniel el “Tuerto” Mendoza y Fernando Norberto Torres. “Estamos citados para escuchar a los acusados por última vez. Se le va a conceder la palabra para que puedan decir lo que quieran. Después, el tribunal anunciará la hora en la que dará a conocer la sentencia”, explicó a Infojus Noticias el abogado Claudio Torres del Sel, defensor de Baella.

Tognoli es el único de los tres policías que llega a la última audiencia detenido. Si bien el delito por el que está acusado permite la excarcelación, el ex jefe está acusado de formar parte de una “empresa criminal conjunta” en una causa que tramita en la Justicia Federal de Rosario.

Sentado detrás de su abogado Andrés Rabinovich, vestido de traje y corbata y con sus clásicos anteojos de marco rectangular, Tognoli estuvo presente en las once audiencias del juicio. En su alegato, el fiscal sostuvo que el principal acusado hizo “oídos sordos” a las denuncias de Norma Castaño, titular de la ONG Madres Solidarias. En marzo de 2010, cuando el ex policía se desempeñaba como titular de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones, la mujer le entregó un listado de nombres y lugares relacionados con la venta de drogas en la ciudad de Santa Fe, entre los que figuraba el Tuerto Mendoza. En lugar de investigarlo, Tognoli y su mano derecha y subjefe de la división antidrogas, José Luis Baella, le habrían dejado la “zona liberada”.

Durante el tiempo que Tognoli y Baella estuvieron al mando de la división antidrogas, el Tuerto Mendoza “nunca fue allanado ni molestado”, sostuvo el fiscal durante el alegato que duró cerca de dos horas. Además, el funcionario judicial los acusó de amenazar a Norma Castaño. “Es una evidencia más que coadyuva a considerar la culpabilidad de Tognoli en el encubrimiento de las actividades de Mendoza”, planteó. Las amenazas quedaron registradas en un video que filmó Otaduy -bajo las órdenes de Tognoli- tres meses después que Castaño denunciara a Tognoli por encubrir narcos.

“Si nos basamos en lo que pudimos ver en el juicio, consideramos que no existen pruebas, no hay certezas para condenar. No habría elemento cargoso en contra de Baella”, sostuvo su abogado.

El fiscal sostuvo que entre Tognoli y Baella existía una relación “de confianza y, lamentablemente para la sociedad santafesina, como se ha probado, también de complicidad criminal”. “Tognoli lo colocó en los lugares más sensibles de la Dirección de Drogas: en Inteligencia, para que interviniera en las investigaciones y al mismo tiempo, en Patrullas Móviles, para que tuviera competencia y pudiera moverse libremente en toda la provincia”, detalló. El abogado de Baella refutó este planteo: “Sería algo absurdo que un funcionario de inteligencia no tuviera relación con el jefe. El fiscal buscó pruebas en cualquier parte para llegar a un pedido de condena”.

La caída del jefe

El ex jefe de la Santafesina quedó detenido en octubre de 2012, luego de que el diario Página 12 publicara en tapa una investigación que tramita en la justicia federal de Rosario en la que Tognoli está acusado de formar parte de una “empresa criminal conjunta para narcotráfico”. La causa se había originado a mediados de ese año a partir de una investigación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria PSA. Tognoli habría utilizado una clave personal del Registro Automotor de Tognoli -en ese entonces jefe de la división de drogas- para darle información a un reconocido narcotraficante santafesino Carlos Ascaíni para que pudiera eludir una investigación de la PSA.

El exjefe estuvo preso dos semanas. Finalmente fue liberado por falta de mérito. Algunas semanas más tarde, el nuevo fiscal de la causa, Juan Murray, presentó nuevas pruebas y un pedido de ampliación indagatoria. Después de tomarle declaración, el juez Carlos Vera Barros ordenó nuevamente su detención.

SO/RA