Dictarían la preventiva al policía que mató a un agente penitenciario
El policía se estaba reconciliando con su esposa y la pasó a buscar por el trabajo. Ella se estaba metiendo en un auto con otro hombre, un agente penitenciario al que ambos conocían. Se paró delante de la ventanilla del conductor y, sin decir una palabra, le dio 14 balazos con su arma reglamentaria.
Fuentes de la investigación adelantaron a Infojus Noticias que entre hoy y mañana se resolvería la situación procesal de Antolín Cerda, el policía de 38 años, que mató a Lucas Ibáñez, un agente penitenciario de 32.
La noche del 27 de junio, Cerda sintió que era un buen momento para dar un paso más en la reconciliación con su mujer. Una semana antes habían vuelto a convivir, junto al hijo de 4 años de la pareja, tras unos meses separados. Cerda se duchó y la fue a sorprender a la salida del hospital donde ella trabajaba como empleada de limpieza. El sorprendido fue él: la vio subir al auto de Ibáñez.
Ibáñez, Cerda y la mujer, se conocían bien. Los tres eran oriundos de Las Lajas, una pequeña localidad neuquina. Aunque no eran amigos, Ibáñez y Cerda se habían criado incluso en el mismo barrio, Las Buitreras.
Desde la vereda del hospital, Cerda vio cómo el auto de Ibáñez arrancaba. Se subió a un taxi y le pidió que siguiera el Volkswagen Polo blanco del agente. Cuando el auto se detuvo, Cerda le ordenó al taxista que hiciera lo mismo. Se bajó y caminó hacia donde estaba su mujer, que se acababa de bajar del auto de Ibáñez. La increpó. Tenía el arma en la mano. Ella intentó detenerlo. Él caminó hacia la ventanilla del conductor. Ahí estaba Ibáñez. No le dijo nada. Le vació el cargador de su arma reglamentaria.
14 balazos, 27 orificios de entrada y salida, 10 plomos y 5 esquirlas de balas, quedaron en el cuerpo de Ibáñez, que cayó recostado sobre el lateral derecho.
El siguiente movimiento de Cerda fue sacar su teléfono celular. Llamó a un amigo y le dijo lo que había hecho. Su amigo le avisó a la policía, que llegó a los pocos minutos al lugar. Era el frente de la casa de la hija de una primera pareja de la mujer.
Cerda se entregó sin poner resistencia. Su arma reglamentaria estaba en el piso. Las 14 vainas servidas también.
En diálogo con Infojus Noticias, el juez de la causa, Marcelo Benavídes explicó que “el detenido se negó a declarar, mientras que su mujer sí lo hizo y agregó elementos a la causa”. La mujer contó que, intentó llegar a Cerda y que este tenía el arma en las manos, que lo vio cuando ella ya se había bajado del auto de Ibáñez. “Ella e Ibáñez habían mantenido una breve relación y una semana antes ella había roto la relación. El encuentro era para terminar una charla que había quedado pendiente”, explicó Benavídes a Infojus Noticias. La semana de la ruptura fue también en la que ella volvió a convivir con Cerda.
El magistrado calificó la causa como homicidio simple. Las próximas horas son claves.
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