Ángel Machuca se presentó con su abogado y quedó detenido. Según los investigadores, habría querido vengar el ataque a su novia y su suegra y asesinó a un joven de 27 años al que confundió con el agresor.
La disputa entre el “Loco Cacho” y sus vecinos, en el partido bonaerense de Avellaneda, duró unos diez años y se resolvió a los tiros. Anoche, el hombre asesinó a balazos a Silvia Isabel Rosso, de 57 años, que vivía con su hija Yamila en un PH contiguo. El novio de la chica quiso vengar el ataque, confundió al agresor y mató a un joven de 27 años. Ayer a la tarde se presentó en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 2 de Avellaneda, a cargo del fiscal Mario Prieto, y quedó detenido. El principal sospechoso continúa prófugo.
Silvia vivía con su hija de 21 años en un PH de Montes de Oca al 700 de Avellaneda, en la zona sur del conurbano. La mujer había presentado una serie de denuncias contra Cacho porque no le permitía utilizar una puerta del pasillo que comunica las dos casas. Según contó Mauricio Rosso -hijo de Silvia y hermano de Yamila- en una oportunidad el hombre había "amenazado y golpeado” a su madre. “Se le cantó salir a la puerta de la casa, mi vieja estaba sentada con mi hermana y mi sobrinito, y él le disparó cuatro tiros en el tórax. Mi hermana atinó a salir corriendo pero recibió tres disparos. Mi sobrinito ahí sin entender la situación, la gente tratando de auxiliar, una locura”, contó.
La mujer y la joven quedaron tendidas en la vereda. Claudio Emanuel Martínez, de 27 años, estaba fumando en la vereda y se acercó para auxiliarlas. El muchacho, padre de cuatro chicos, recibió un disparo en la sien y murió.
Si bien en un comienzo se sospechó que este segundo ataque había sido cometido por el mismo hombre que disparó contra las Rosso, tanto los pesquisas como Roxana y otro vecino que presenció el hecho coincidieron en que a Martínez lo habría matado Ángel Machuca, novio de Yamila y padre de su hijo. Los investigadores creen que el joven confundió a Martínez con el agresor o intentó disparar a la casa de Cacho, que ya había escapado en una moto.
Mauricio contó que se enteró esta mañana de que los testigos apuntaban al novio de su hermana por el crimen de Martínez y reveló que trabaja en la misma empresa que él, al que describió como "un pibe muy bueno" y un "buen padre". También detalló que su sobrino resultó ileso pero quedó "bañado en sangre" y "shockeado" por lo sucedido con su abuela y su madre, quienes fueron trasladadas al Hospital Fiorito de Avellaneda, donde Silvia murió a raíz de las heridas sufridas y Yamila debió ser intervenida quirúrgicamente.
La operación duró seis horas. Los médicos constataron que los balazos habían lesionado el hígado, estómago, intestino delgado y pierna izquierda de Yamila, que seguía internada en "coma".
En el barrio, los vecinos afirman que el sospechoso Cacho tiene antecedentes de violencia. "Es un tipo muy violento, tiene causas por pegarle un tiro a una persona en una pierna, a otra persona en un brazo, se tiroteó con la Policía y sigue suelto", dijo Mauricio. "Todo el mundo sabía que esta persona andaba armada", agregó.