Infojus Noticias

A Marcela Estefanya Chocobar, de 26 años, la vieron con vida por última vez el seis de septiembre a la salida de un pub en Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz. El día 14 encontraron un cráneo y varias extremidades calcinadas en un terreno baldío y ayer confirmaron por un estudio de ADN que correspondían a ella. El último viernes, en Santa Fe, el cadáver de “Coty” Olmos fue descubierto en el suelo junto a la cama, con varios puntazos y cortes en distintas partes del cuerpo y con una bolsa plástica en la cabeza. Las dos eran mujeres trans.

Por la muerte de Chocobar hay dos personas demoradas. Durante la investigación que hizo la Policía de Santa Cruz surgieron pistas que orientaron las sospechas hacia un hombre con el que aparentemente Chocobar mantuvo una relación y que, de acuerdo con la familia de la víctima, estaba acosándola en las semanas previas a su desaparición.

Ese supuesto ex novio y otro hombre que conocía a Chocobar quedaron ayer a disposición de la Justicia en calidad de demorados. Judith dijo que en los procedimientos también fue incautado un Renault 9 propiedad de uno de los aprehendidos, en el que se cree que la joven fue trasladada, ya sea con su consentimiento o en contra de su voluntad, la madrugada que desapareció. Tanto el vehículo como el domicilio allanado pasaron por varios peritajes por parte de los expertos en rastros de la policía santacruceña, que podrían contribuir a establecer dónde estuvo Chocobar las horas posteriores a que desapareciera y dónde fue asesinada y descuartizada.

Chocobar fue vista por última vez en la madrugada del 6 de septiembre pasado, a la salida del Pub Russia, ubicado en el centro de Río Gallegos, cuando se despidió de una amiga con la que había ido a bailar. Poco más tarde, la amiga le envió un mensaje de whatsapp para conocer cómo había llegado a su casa y pudo comprobar que el mensaje fue leído porque tenía las tildes en azul, aunque como Chocobar no le respondió decidió llamarla y el teléfono ya estaba apagado. Desde  entonces familiares y organizaciones que luchan por los derechos de la diversidad sexual denunciaron por su desaparición.

El 14 de septiembre un vecino del barrio San Benito avisó a la policía sobre un cráneo calcinado en un terreno baldío, en el que más tarde la policía encontró también otros restos humanos, una campera ensangrentada y elementos útiles para la causa.

El posible escenario de un crimen

Olmos tenía 59 años. La encontraron muerta en su casa de Santa Fe con varios puntazos en todo el cuerpo y una bolsa de polietileno en la cabeza. Una amiga la había ido a visitar el viernes por la tarde en el barrio Alfonso de la capital santafesina y la encontró en el suelo junto a la cama.

Después de avisar a la policía se presentaron en el lugar efectivos de la división Investigaciones y los fiscales de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación (MPA) de la provincia. Ahí comprobaron que había un gran desorden presuntamente provocado por la víctima en su intento de defenderse, por lo que dedujeron que podría haberse tratado de un robo.

El fiscal a cargo de la causa, Ricardo Fessia, ordenó peritajes, levantamiento de huellas y cualquier otro rastro útil para resolver el crimen. El cadáver de Olmos fue trasladado a la morgue para la autopsia.

“Estos hechos muestran con enorme crudeza el efecto concreto que la discriminación y el odio tienen sobre las personas LGBT, y actualizan la necesidad de que el Congreso de la Nación apruebe urgentemente la ley de prevención y sanción de actos discriminatorios de 1988 que actualmente se debate en la Cámara de Diputados”, dijo en un comunicado la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales. En la nota que también acompañó la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina, se menciona un proyecto de ley para prevenir y sancionar los actos discriminatorios, texto que actualmente se encuentra en debate en las Comisiones de Legislación Penal y Justicia de la Cámara de Diputados.

Télam/MM/LC