El ex policía Ramiro López Veloso la dio un golpe de puño al ex militar y ex carapintada Jorge D’Amico. Lo dejó tirado en el piso y lo atendieron en la Enfermería. Ambos están condenados por delitos de lesa humanidad. Por el incidente, fueron separados de pabellón.
Las discusiones venían desde hacía tiempo y el pasado fin de semana el ex policía Ramiro López Veloso cristalizó la pelea con un golpe de puño sobre el rostro del ex militar y ex carapintada Jorge D’Amico, que lo dejó tirado en el piso. Se pelearon por sus responsabilidades durante la dictadura. Ocurrió en el penal de Colonia Pinto, ubicado a 60 kilómetros al sur de la capital provincial de Santiago del Estero. Ambos están condenados por delitos de lesa humanidad. Ayer el ex carapintada radicó la denuncia contra su golpeador.
Según publicó el diario santiagueño Nuevo Diario, D’Amico terminó en la enfermería del Servicio Penitenciario Federal N°35 de Colonia Pinto. Los guardiacárceles los apartaron y llevaron a López Veloso a otro pabellón. También intervino para separarlos el ex jefe policial durante la dictadura Ramón Warfi Herrera, también condenado por crímenes de lesa humanidad.
El abogado de D’Amico presentó ayer la denuncia en el juzgado federal de Santiago del Estero. Ésta es la tercera denuncia del ex militar contra compañeros de prisión. Las anteriores fueron contra dos represores condenados. Según el matutino santiagueño, los acusó de extorsionarlos. “Ellos me pidieron cien mil pesos cada uno para que no me complicaran en el próximo juicio”, dijo D’Amico, según el diario. Las identidades de los supuestos extorsionadores se mantienen bajo reservas en la Justicia.
Además, de la condena por secuestros y desapariciones cuando integró el Batallón 141 de Santiago del Estero, D’Amico está imputado por otro expediente de la megacausa santiagueña, que tiene al momento 40 víctimas.
El ex carapintada fue uno de los engranajes del aparato represivo que articuló el multicondenado Antonio Musa Azar antes, durante y después de la dictadura militar. En democracia trabajó para el gobierno del fallecido caudillo Carlos Juárez.
En 2000, D’Amico se unió como socio a la firma Vigía, una empresa de seguridad. Cuando quedó detenido en 2009 por crímenes de lesa humanidad, el emprendimiento lo continuó su hija. Estuvo preso unos meses y quedó en libertad porque la justicia santiagueña le dictó “falta de mérito”. En 2012 volvió al mismo penal de Colonia Pinto por los mismos hechos por un fallo de la Cámara Federal de Casación Penal.
El ex jefe policial López Veloso también fue condenado por distintos hechos delictivos cometidos cuando prestaba servicios en el Departamento de Informaciones Policiales (D2), conocida como la "SIDE" santiagueña.
En estos días López Veloso y D’Amico pasan sus días en prisión en distintos pabellones del penal.