Tenía 25 años cuando fue visto por última vez en 2003 en Comodoro Rivadavia. Hacía tiempo que era hostigado por la policía y fue detenido en la seccional Primera. Nunca más se supo de él. La CIDH sentenció en 2011 que el caso fuera considerado “desaparición forzada”.
El Estado Nacional resolvió pagar una indemnización de 182.043,02 dólares a la familia de Iván Eladio Torres, el joven desaparecido por la policía bonaerense en 2003. Lo hizo a través del decreto 2343/2014, publicado hoy en el Boletín Oficial y firmado por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner; el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y los ministros de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman; de Economía, Axel Kicillof y de Justicia y Derechos Humanos, Julio C. Alak.
La indemnización fue ordenada en agosto de 2011 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en una sentencia en la que instaba al Estado argentino a dar con el paradero del joven de 25 años e investigar los hechos como una desaparición forzada.
La última vez que Iván Torres fue visto con vida fue en las primeras horas del 3 de octubre de 2003 en Comodoro Rivadavia. Desde entonces Iván no aparece. La policía provincial lo venía hostigando. Como se resistía a las presiones, le armaron un prontuario.
Días antes de la desaparición, Iván ya había sido detenido, golpeado y amenazado. Su madre, María Millacura Llaipen, dijo que policías de la seccional Primera incluso habían realizado un simulacro de fusilamiento a la veda de la ruta.
“A nosotros siempre nos decían ´a tu amigo lo vamos a dar vuelta’, siempre la gente de la Primera. No nos dejaban andar por el centro”, contó un testigo amigo de Iván en el expediente. En la noche de la desaparición, Iván y otros dos amigos se encontraron en la puerta de un local llamado “Plaza Bitto”. Un móvil policial pasó muy despacio por la puerta del local. Dos de los amigos entraron al local, él se quedó afuera. Cuando salieron, el joven ya no estaba.
Al día siguiente, la madre fue a denunciar la desaparición de su hijo. Los policías no le tomaron la denuncia. Lo volvió a intentar el 6 y el 8 del mismo mes pero no fue hasta el 14 de octubre, luego de que su desaparición saliera en los diarios provinciales, cuando la seccional primera de Comodoro Rivadavia le aceptó la denuncia.
Allí comenzó un periplo judicial lleno de irregularidades. El libro de guardia de la comisaría donde fue detenido Iván recién fue secuestrado por la Justicia 25 días después de la desaparición. En el camino quedaron jueces y fiscales destituidos, y varios interrogantes. Entre ellos, la muerte del testigo David Hayes que se encontraba preso y que había declarado haber estado con Iván en la cárcel.
“Yo vi cuando a Iván le pegaban desde una ventana que está en un baño le pegaban varios policías… yo puedo identificar a los policías que estuvieron esa noche y puedo señalar el lugar a donde Iván cayó desmayado y lo agarraron y lo sacaron a la rastra hasta una escalera que da a la unidad regional y otro policía limpiaba la escalera de la unidad regional”, alcanzó a contar mediante una carta de puño y letra escrita por él. Hayes murió en un confuso episodio ocurrido en la alcaldía local. Pero Iván nunca apareció.