Tendría entre 6 y 8 años, y todavía no se conoce su identidad. Se sospecha de una venganza o de un ajuste de cuentas narco.
El niño encontrado muerto el martes en una bolsa de arpillera en un parque de diversiones de La Quiaca falleció por “asfixia por constricción en el cuello”. Así lo estable el informe de la autopsia del caso caratulado como “homicidio calificado por ensañamiento y alevosía”. Se sospecha de una venganza o de un ajuste de cuentas narco. Interviene la fiscalía de Investigaciones N° 4 de Jujuy a cargo de Aldo Lozano. El nene, de entre 6 y 8 años, todavía no fue identificado. Se ordenaron pericias dactilares para establecer su identidad.
El chico medía 1m 30cm tenía piel trigueña y pelo negro prolijamente cortado. Entre los niños de esa edad que son buscados por denuncias de sus familiares, no hay ninguno que coincida con esas características. Saber quién era ayudará a establecer quién o quiénes lo mataron y porqué.
Una bolsa negra que se encontró cerca del cuerpo es, para los investigadores, el objeto con el que él o los asesinos hicieron fuerza en el cuello del nene. También, junto al cuerpo, habría aparecido una toalla –otras versiones indican que se trató de una hoja- con el nombre: Juan José Mamaní, aunque todavía no se pudo establecer a que hace referencia ese nombre.
Según consigna el diario jujeño “El Tribuno”, el fiscal Lozano dijo que sobre el hecho “no se descarta ninguna hipótesis” ante las distintas versiones periodísticas que circularon en las últimas horas y que lo relacionan con trata de personas, ajuste de cuentas y hasta un posible mensaje mafioso. La espuma en la boca y la nariz del menor habrían hecho pensar, en un primer momento, que podría haber sido obligado a ingerir cápsulas de cocaína, pero todavía no ser probado. No se habrían encontrado lesiones corporales como golpes.
La autopsia estableció que el nene murió alrededor de las 3 de madrugada del martes y fue descubierto entre 4 y 5 horas después. El cuerpo, que estaba vestido con un equipo deportivo de la selección argentina estaba dentro de la bolsa arpillera y tapado por unos cartones. Los vecinos pensaron que se trataba de un animal muerto y le pidieron a la persona que se encarga de la limpieza del lugar que lo retirara y lo tirase. Cuando la mujer lo fue a hacer descubrió que se trataba de una persona y dio aviso a la seccional 17 que llegó al lugar. El hecho de que el cuerpo haya sido dejado a unos 30 metros de instalaciones del Escuadrón 21 “La Quiaca” de Gendarmería Nacional, tampoco pasó desapercibido para los investigadores.