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Infojus Noticias

18-3-2015|20:00|Trata Entre RíosProvinciales
Fallo del Tribunal Oral Federal de Paraná

Entre Ríos: 5 años y 2 meses para un proxeneta que había sido absuelto

La sentencia fue para Antonio Ibelli y Mario Ceballos. Eran, respectivamente, el dueño y el encargado del prostíbulo “Encuentros”, de la localidad de Enrique Carbó. En marzo de 2013 rescataron de allí a seis mujeres, una de ellas de 17 años. Ninguna era del lugar, las habían llevado de otras provincias.

  • Ilustración: kitsch.
Por: María Florencia Alcaraz

Las seis mujeres rescatadas del prostíbulo rutero “Encuentros”, en la localidad entrerriana de Enrique Carbó en marzo de 2013, eran madres jóvenes con hijos pequeños a su cargo, tenían escasa formación e ingresaron al circuito prostibulario después de irse de sus hogares o luego de episodios de violencia familiar. Una de ellas tenía 17 años. Ninguna era del lugar: venían de Córdoba, Santiago del Estero, Santa Fe y localidades cercanas como Gualeguay y Gualeguaychú. Por este caso el Tribunal Oral Federal de Paraná condenó ayer a dos hombres a la pena máxima que se haya registrado en esa provincia en un caso de trata sexual: 5 años y dos meses.

Antonio Ibelli de 57 años, conocido como Tano, era el dueño del lugar que funcionaba como un prostíbulo encubierto habilitado bajo la figura de bar. Mientras que Mario Ceballos, de 28 años, cuyo apodo es Paisa, estaba a cargo del local. Los imputados reconocieron su responsabilidad penal y se llegó a un acuerdo tras la mediación del fiscal José Ignacio Candioti. La condena se logró a través de la modalidad de juicio abreviado. 

Los jueces Noemí Marta Berros, Roberto Manuel López Arango y Lilia Graciela Carnero también los penalizaron por infracción a la Ley de Profilaxis, que condena la existencia de burdeles desde 1937. Por este delito se los multó por la suma de 15 mil y 20 mil pesos.

Ibelli es un viejo conocido para la Justicia entrerriana. En 2011 el mismo Tribunal lo absolvió en otra causa en la que se investigaba la explotación de una joven misionera de 17 años en el prostíbulo Checho Bar Pool que regenteaba en Gualeguaychú.

“Si esa absolución hubiese sido una condena, se hubiese evitado que hoy lleguemos a un nuevo juicio con más víctimas. El hombre siguió captando menores de edad”, dijo a Infojus Noticias Zaida Gatti, titular del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas damnificadas por el Delito de Trata, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. El organismo participó de los allanamientos que se hicieron en ambas causas. Las profesionales presentaron detallados informes sobre la situación de las víctimas. Sin embargo, en el primer juicio contra Ibelli, hace cuatro años, los jueces consideraron que no hubo pruebas suficientes. En ese momento, la fiscal general Marina Herbel había pedido 5 años de prisión para Ibelli y otro imputado. Para ella los elementos reunidos en los allanamientos y declaraciones posteriores probaron que el local funcionaba como prostíbulo.

“En el caso se ha probado que los imputados captaron y acogieron a las seis víctimas”, dice el fallo de 53 páginas –al que tuvo acceso Infojus Noticias- en el que se condenó a los dos proxenetas.

La punta del ovillo de esta investigación fue un llamado anónimo en la línea 0800-555- 5065 del Ministerio de Seguridad de la Nación en septiembre de 2012. La denuncia detallaba que en la localidad entrerriana de Enrique Carbó, sobre la Ruta Nacional N° 12, aproximadamente a 12 km de la localidad de Gualeguay, existía un bar pool llamado “Carbó” que funcionaba como prostíbulo, donde había varias mujeres jóvenes de nacionalidad paraguaya sometidas a explotación.

Después de tareas de inteligencia, las fuerzas de seguridad allanaron el local en marzo de 2013. El local estaba habilitado como bar-pool. En su interior tenía una barra con un caño para realizar shows, sillones con mesas ratonas. El prostíbulo disponía, además, de siete bungalows, tres de los cuales estaban ocupados por mujeres y “clientes” cuando los agentes de seguridad y las profesionales especializadas irrumpieron en el lugar. Ese día había 7 “clientes-prostituyentes”. Ninguno de ellos admitió haber estado ahí para pagar por sexo

“Encuentros” funcionaba entre las 00.30 y las 6 de la mañana. Las “copas” costaban y las mujeres se quedaban con 30 pesos. El resto era “para la casa”. Los “pases” tenían un costo que iba desde los 300 a los 600 pesos y se hacían en los bungalows que estaban en el predio. Las víctimas tenían que pagar 100 pesos por el alquiler.

Durante el procedimiento se secuestraron dos celulares, un cuaderno en el que se registraban los “pases” y “copas” consignando montos de dinero y los nombres de fantasía de la mujer que los realizaba. En la caja, los agentes se encontraron con mostrar.204.

MFA/RA

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