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María Fernanda Aguirre desapareció el 25 de julio de 2004 cuando caminaba hacia su casa. Vivía en San Benito, un pueblo de 6.500 habitantes cercano a Paraná, la capital de Entre Ríos. Fernanda tenía 13 años. El secuestro fue juzgado y hay una persona que cumple una pena por eso, pero a 9 años de su desaparición no se sabe que pasó con ella. A partir de su caso, junto con el de Marita Verón en Tucumán, se comenzó a hablar de trata de personas en el país.

Hoy a las 17,30 en la sede del Concejo Deliberante de San Benito se inaugurará la organización no gubernamental “Infancia Robada” que trabajará contra la explotación sexual infantil y la violencia de género.  

María Inés Cabrol, la madre de Fernanda, llevó adelante la causa. En 2010 murió de leucemia sin haber podido saber cuál fue el destino de su hija. María Fernanda hoy tendría  22 años.

Un mes después de la desaparición de la nena de 13 años la justicia detuvo a Miguel Lencina, un vecino con antecedentes penales por homicidio. El hombre no llegó a ser juzgado porque apareció ahorcado en su celda. En 2007, un Tribunal de Paraná condenó a 17 años a la esposa de Lencina, Mirta Analía Chaves. Para la Justicia, la mujer es coautora material y responsable del delito de secuestro. También se juzgó a Raúl Monzón como partícipe necesario, acusado de trasladar a la joven en su auto, pero lo absolvieron en el juicio.

Según se desprende de la causa judicial, el día que desapareció Fernanda, Lencina había salido a pasear con su mujer y un sobrino de 17 años por el cementerio Parque de la Paz, en San Benito. Lencina intentó asaltar una florería con un arma. Su familia lo convenció para que no lo hiciera. Más tarde vio pasar a Fernanda Aguirre y según declaraciones ante la Justicia de su sobrino, Lencina dijo: “Ya vas a ver lo que le pasa a ésta cuando vuelva”. Lencina la tomó del cuello y la llevó hasta un descampado. Ahí se la ofreció a su sobrino para debutar sexualmente, pero él aseguró que rechazó la propuesta. Según el joven, Lencina le preguntó a Fernanda si sus padres tenían plata.

La policía y la Justicia dieron con Lencina y su mujer porque días después de la desaparición, la familia de Fernanda recibió un llamado en el que pedían un rescate de 2.000 pesos. A pesar de que fue juzgado como secuestro, la madre de Fernanda y las organizaciones sociales creen que se trató de captación para una red de trata.

“Había un indicio muy claro de que Fernanda fue secuestrada por las redes de trata para su prostitución” dijo a Infojus Noticias, Fabiana Túnez, titular de La Casa del Encuentro, una organización que acompañó a la familia de Fernanda en la búsqueda de justicia.

Cuando Fernanda desapareció, todavía no existía una ley que reglamente el delito de trata de personas. La carátula de la causa que llegó a juicio fue “secuestro extorsivo”. Recién en 2008 fue sancionada la Ley 26.364 de prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas, conocida como “ley de trata”. Esta legislación cambió el enfoque de las investigaciones judiciales relacionadas a la desaparición de personas. “Como no teníamos la ley fue todo más difícil. La familia tuvo que encabezar su propia investigación como en el caso de Susana Trimarco en la búsqueda de su hija. Se fueron metiendo en algunos lugares en los que estuvo en el primer tiempo Fernanda pero después se perdió su rastro”, explicó Túnez.

“Algunas mujeres que estuvieron en prostíbulos mencionaron la presencia de una menor. Para nosotras una mujer desaparecida hay que encontrarla. No se fueron por su propia voluntad”, dijo la titular de la Casa del Encuentro.

Este año, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la nación elevó a 150.000 pesos la recompensa para quien aporte datos sobre el paradero de Fernanda Aguirre. El programa nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas Ordenadas por la Justicia, en el teléfono (011) 5300-4020 atiende llamados para quienes puedan aportar información.

La causa por la desaparición es la Nº 37.394, expediente “Incidente de localización de Fernanda Aguirre". Hoy se encuentra en el Juzgado de Instrucción Nº 6 de Entre Ríos.