Lo dijo el fiscal rosarino Carlos Covani, que investiga el crimen de Luis Medina. El empresario investigado por narcotráfico fue asesinado ayer a junto a una joven que lo acompañaba en su auto. Por el momento no se descarta "ninguna hipótesis" sobre el móvil del hecho.
El fiscal que investiga el crimen de Luis Medina, el empresario investigado por narcotráfico que ayer fue asesinado a junto a una joven que lo acompañaba en un auto en Rosario, dijo hoy que "está claro que se trató de un homicidio premeditado".
Así lo afirmó esta mañana a la prensa el fiscal de instrucción rosarino Carlos Covani, quien sostuvo que por el momento no descarta "ninguna hipótesis" sobre el móvil del hecho.
Según el representante del Ministerio Público de Rosario, los forenses determinaron que Medina (42) recibió "al menos catorce disparos" y Justina Castelli (23) "dos impactos de arma de fuego, uno directamente y el otro se presume que después de atravesar" el cuerpo del empresario.
"Por la cantidad de disparos, fueron a matarlo y se aseguraron de matarlo", indicó el fiscal, quien aclaró que "hasta ahora son muy pocos los elementos recolectados" y no hay testigos ya que el lugar donde se cometió el doble crimen es un sector despoblado del ingreso a Rosario.
De acuerdo a Covani, Medina y su acompañante "estaban registrados en el hotel Pullman" de Rosario y se cree que al momento de ser asesinados iban hacia ese lugar "porque tenían encima la llave" de la habitación y debían hacer "el check out para ayer mismo", además de que "sus cosas personales" estaban allí.
"La hipótesis más concreta que tenemos es que se les empareja otro vehículo desde el lado izquierdo, desde el cual efectúan gran cantidad de disparos y provocan el despiste del auto que se va hacia la derecha y sale de la cinta asfáltica", precisó el fiscal.
En esas circunstancias, el Citroën C3 en el que se circulaba Medina y la joven acompañante cayó en un zanjón ubicado a unos 25 metros de la calle.
"Todo indica que ahí mismo uno de los agresores se acercó y le dispara en la espalda asegurándose el resultado", añadió, al tiempo que precisó que el Citroën "aparentemente" era propiedad de Castelli, con quien Medina tendría "una relación" sentimental.
Según Covani, "las llaves de un Mercedes (el auto que se le conocía a Medina) estaban en la habitación del hotel", mientras que "el seguro del Citroën estaba contratado con domicilio de pago en Buenos Aires donde aparentemente vivía este hombre", abundó.
Respecto de los presuntos autores y móvil del ataque, el fiscal respondió: "En estos momento las hipótesis de la autoría son todas y ninguna. Trabajamos con todas las hipótesis y dependemos de cualquier dato que nos arrimen".
El doble crimen fue cometido ayer, alrededor de las 6, en Ayolas y Uriburu, en la zona sur de Rosario. De acuerdo a los datos que manejan los pesquisas policiales, Medina tenía un antecedente por narcotráfico de 1999 y otro por tenencia ilegal de arma de guerra, y era inversionista en el boliche rosarino "Esperanto" y dueño de una agencia de venta de autos en la zona oeste de esa ciudad.
Medina también había sido mencionado en el caso del ataque a balazos cometido el 11 de octubre pasado contra la casa del gobernador santafesino, Antonio Bonfatti, en Rosario.
En esa causa se investigó un mensaje de texto con las iníciales del empresario (L.M.) y de tono intimidatorio hacia Bonfatti que recibió la jueza rosarina, Raquel Cosgaya, quien inicialmente tuvo a su cargo la investigación del atentado al mandatario provincial.
"Averigüen q Viglione (Ana, la titular de Delitos Complejos de Santa Fe) se comprometió a hacer desaparecer el exp de L.M. No cumplió. Por eso pasó lo de Bonfatti y se la van a poner en autopista", decía el mensaje que recibió en aquella oportunidad la magistrada en su teléfono celular.
A partir de esas sospechas, el abogado de Medina, Carlos Varela, se presentó luego en los Tribunales de Rosario y aclaró: "No hay ninguna causa que lo relacione en forma directa" con el narcotráfico ni con el atentado a Bonfatti.
El letrado afirmó que su entonces cliente era "totalmente ajeno" a esos delitos y que se ponía "a disposición" de la jueza de Instrucción 5 de Rosario, María Luisa Pérez Vara, quien quedó a cargo de la causa que antes tenía su colega Cosgaya