Exhumarán el cadáver de la joven promotora asesinada
Dilma Pérez González cumplió 20 años el día de su muerte. Murió asfixiada por estrangulamiento manual y en los próximos días se podría saber cuál fue su calvario antes de morir. Hay dos imputados que ya fueron indagados y están cada vez más comprometidos.
El fiscal temático de Homicidios de La Matanza, José Luis Maroto, aceptó el pedido de Andrés Bonicalzi, abogado de la familia de Dilma Pérez González, para exhumar el cuerpo de la joven promotora que fue asesinada cuando cumplía 20 años. “Calculo que será en los próximos días, que no va a pasar de la semana que viene- Cada día que pasan los signos y las marcas se van perdiendo. El pedido tiene carácter de urgencia”, dijo Bonicalzi a Infojus Noticias.
La primera autopsia que se practicó al cuerpo de Dilma arrojó la causa de su muerte y según declaró el forense que la realizó, en la zona genital del cuerpo de la joven había fluidos compatibles con semen. Algo que avala la teoría de que la joven fue violada antes de ser asesinada. Por el caso están detenidos e imputados por “homicidio simple” Franco Distilo y Matías Testa, dos jóvenes de 21 y 20 años.
Distilo era quien manejaba la Ford Ecosport en la que se fue del boliche La Maja de Laferrer el amanecer del 31 de octubre, junto a su amigo, Testa. A bordo de la camioneta de su padre, para quien trabaja en una empresa de embutidos, comenzaron a seguir a Dilma, que había salido en el mismo momento del lugar. Eran las 6:11 de la mañana. Las cámaras los captaron yéndose a ellos primero y después a la joven. En principio, los investigadores tendrían acreditado que los jóvenes y Dilma no se conocían, ni habrían hablado en el lugar. “Capaz que la ficharon adentro”, arriesga uno. Ese seguimiento al costado del camino sería el clásico “chamuyo después del boliche”. La diferencia entre ese acto casi rutinario a la salida de los locales bailables y este, es que terminó de la peor manera.
En algún momento Dilma se subió o la subieron y cuatro horas después apareció muerta en la guardia del hospital Paroissien. La llevaron para montar una coartada y terminó siendo su peor emboscada. Dejaron el cuerpo de Dilma ahí y dijeron que la habían encontrado haciendo señas a la altura de su cuello en una parada de colectivos cerca de Villa Puerta de Hierro. La policía los rastreó a través de los datos que tuvieron que dejar en el hospital y poco a poco su versión se comenzó a desmoronar.
El viernes fueron indagados por Maroto y ambos admitieron haber conversado con Dilma que, según sus dichos, habría subido a la camioneta por su propia voluntad previo decirles, según Testa: “vamos a pasar un buen momento pero no a tener relaciones”. Una negativa de la víctima que, de confirmarse el hallazgo de semen en su cuerpo, probaría que habría habido violación. “El cuerpo tenía marcas en las muñecas, brazos, tenía escoriaciones, elementos que prueban un sometimiento”.
Contradicciones de los imputados
En los relatos de ambos imputados hay contradicciones y Testa comprometió a su amigo. Según explicaron, los tres se dirigieron desde las cercanías del boliche al departamento de un tercer amigo, Maximiliano Baccio, que se estaba yendo a trabajar. Ahí, según los relatos de Testa, él se habría ido a dormir y Distilo y Dilma habrían estado cerca de dos horas conversando en un colchón del living. Testa en el interín habría salido a comprar unos cigarrillos con la camioneta de Distilo, en una descripción que más adelante se podría volver en su contra. Porque ante la justicia relató que mientras estaba durmiendo fue despertado por Distilo quien le dijo que Dilma se había desmayado, convulsionado y empezado a vomitar. Dijeron que no sabían qué hacer y Testa se defendió alegando que él no podía hacer nada porque la camioneta era de Distilo, sin embargo la había usado antes. Cuando Maroto les preguntó porque no habían pedido ayuda, respondieron que “estaban cagados”. “Nunca llamaron a la policía, ni a una ambulancia. Supuestamente la tenían ahí desmayada y no hicieron nada”.
En el interín habrían llamado a Baccio, quien según información a la que accedió Infojus Noticias, estaría haciendo la residencia o trabajaría en el hospital Paroissen, donde, precisamente, llevaron a Dilma. “Su participación no está descartada, pero en principio lo que hay es que prestó el lugar y hay que ver en qué términos lo hizo: si sabía lo que iban a hacer sus amigos o no tenía ni idea. No lo descartamos pero no hay elementos para imputarlo”. En la indagatoria también dijeron que Dilma "estaba alcoholizada" y que la invitaron "a consumir cocaína" y aclararon que ellos no la consumían, que solo la tenían para “convidar a las chicas que conocieran”.
Cuando la policía allanó el lugar no encontró nada. “Hubo ocultamiento de pruebas, el lugar estaba todo limpio y sin muebles. Limpiaron la escena. No estaba ni la sábana, ni el colchón” explicó Bonicalzi a Infojus Noticias. “En los próximos días ahí se va a hacer la prueba de luminol”.
Para los próximos días el fiscal citó a declarar a Cristina Losada, la médica del hospital Paroissien que estaba de guardia la mañana del jueves 31 y recibió el cuerpo de Dilma. La idea es que relate ese momento y pueda aportar la mayor cantidad de detalles posibles. Hasta allí los imputados llevaron a Dilma envuelta en una frazada que luego hicieron desaparecer. Maroto también pidió informes de concepto y solvencia de ambos imputados y mañana recibirá los resultados histopatológicos.
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