Marcos Mansilla, de 33 años quedó imputado por el femicidio de Julieta Mena, de 23. La joven murió a causa de los golpes que le dieron. La encontraron en el baño de la casa de Mansilla. El acusado dijo que cuando llegó Julieta ya estaba muerta, y que se escapó porque se asustó.
Cuando el fiscal Carlos Adrián Arribas le preguntó a Marcos Mansilla si alguna vez la había golpeado a Julieta Mena, él respondió que le “había dado un empujón” y que le parecía “normal, como cualquier relación de pareja”. Mansilla quedó imputado por el femicidio de su novia de 23 años en Ramos Mejía, al oeste del conurbano bonaerense. Arribas pidió que le hicieran una extracción de sangre para pericias de ADN: en las manos de la chica encontraron pelos que podrían ser del agresor. Mansilla fue detenido ayer y negó el asesinato.
“Él dice que llegó, estaba muerta y se escapó porque se asustó. Pero se ubica en el lugar y en el horario del crimen”, contó a Infojus Noticias el funcionario judicial de La Matanza responsable de la fiscalía temática de Homicidios. “Otros de los cotejos que se harán será periciar las uñas de la joven para ver si hay piel”, agregó.
A Julieta la encontraron asesinada en el baño de la casa de Pasco 289, donde vivía Mansilla. La habían matado a golpes. La autopsia preliminar confirmó que murió como consecuencia de la cantidad de golpes de puños y patadas, que le provocaron daños irreversibles en hígado y riñones. Esa noche, tenían que ir al cumpleaños de la madre de su novio. Él no quería. Discutieron a los gritos.
“Basta, basta no me pegues más”, escuchó su cuñado, después de golpear la pared para que pararan los ruidos. “No llamé a la policía porque pensé que era una discusión más, siempre fue una relación conflictiva”, dijo a los medios.
Cuando lo detuvieron a Mansilla, de 33 años, los peritos encontraron lesiones en su mano derecha, en los nudillos y antebrazos. Consultado por el fiscal sobre esas marcas, el hombre dijo que había sido por una pelea que tuvo en el barrio de Liniers.
Según Arribas, el relato de Mansilla fue inconsistente, se quebró y lloró durante algunos tramos. En sede judicial, contó que la encontró en el baño con la ducha abierta y vestida.
Julieta fue brutalmente golpeada. Se presume que el asesino la mató a puñetazos y patadas en la madrugada del sábado. Ella vivía con su madre a pocas cuadras del lugar donde fue encontrada sin vida.
El domingo por la mañana, Marcela Morera, su mamá, llamó a su hija por teléfono y como no respondió fue hasta la casa del novio. Tocó timbre y tampoco contestaron.
Mansilla fue detenido ayer en González Catán, partido de La Matanza, en la casa de una tía. Había sido condenado por robo en 2007 y estuvo preso hasta 2010. Julieta fue enterrada ayer en el cementerio de San Justo
MFA/LC