El ex presidente de Colón de Santa Fe está investigado por dos causas. En una, ya está procesado por evasión fiscal. En la otra, la justicia averigua cómo, bajo su responsabilidad, la comisión directiva cometió un abanico de hechos delictivos. "Colón es el primer club que se hace cargo de expulsar un presidente y luego investigarlo en la justicia", dijo un abogado de la querella.
El descenso de un club de fútbol suele dejar una pesada herencia para la institución. Bajar de categoría no sólo es un acontecimiento doloroso para la hinchada, sino que se convierte en un signo de interrogación acerca de los responsables políticos y económicos. En el fútbol argentino, los dirigentes no se investigan entre sí y, en efecto, no permiten que la justicia lo haga. Pero en Colón de Santa Fe se dio un hecho inédito: la comisión directiva expulsó el año pasado a Germán Lerche de su cargo de presidente y luego se presentó como querellante en una causa judicial. Ahora los tribunales santafesinos deberán definir la continuidad del juez Darío Sánchez, quien está al frente de la investigación sobre el ex presidente por administración fraudulenta. La defensa lo recusó porque considera que Sánchez, reconocido hincha del club, podría no ser imparcial en el procesamiento. Es la segunda causa que pesa sobre su figura. Hace un mes, Lerche fue procesado por evasión fiscal.
“Es una estrategia absurda, que sólo pone trabas a un procesamiento que tiene probados elementos para entender que Lerche realizó maniobras de corrupción con un grupo de 15 personas. Colón quedó destruido, no había ni luz. Y esta causa no puede avanzar por los caprichos dilatorios de la defensa”, dijo a Infojus Noticias Ricardo Calvo Arrasola, abogado que representa a la actual comisión directiva del club. Es una de las querellas: la otra está encabezada por un socio.
En esta causa, que aún está en instrucción, se lo acusará a Lerche por administración fraudulenta y asociación ilícita. Aunque aún no hay imputados, el procesamiento recaería sobre la comisión directiva que estuvo al frente de la entidad durante el período 2006-2013. Fuentes judiciales precisaron que hubo cerca de 15 allanamientos en casas y oficinas de ex dirigentes rojinegros, y estiman que todavía se encuentran clasificando la información con especialistas contables.
En el marco de esta investigación, se allanaron los domicilios de Rubén Moncagata (ex vice), Carlos Marín (ex tesorero), Marcelo Maglianesi (ex secretario) y Osvaldo Pradolini (ex Síndico). Además, del club y del estudio jurídico de Lerche se llevaron importantes documentos. Según detallaron las fuentes, del material que se secuestró se podrían desprender otros delitos que agravarían la situación de los sospechados.
“La justicia sigue protegiendo a Lerche y su pandilla, pero es cuestión de tiempo. Pronto citaremos a testigos no sólo de Santa Fe sino también de Buenos Aires y daremos cuenta del accionar delictivo de esta banda. Los socios fueron engañados por una política sostenida en la mentira, que se financió con cheques sin fondo y se propagó con el aval de la prensa local. Colón es el primer club que se hace cargo de expulsar un presidente y luego investigarlo en la justicia. Esto no pasó ni con Newell´s ni con River ni con Racing, que pasaron por debacles parecidas”, precisó Calvo Arrasola.
A un paso del juicio oral
No es la única causa contra el ex presidente del “Sabalero”, actualmente en la segunda categoría del fútbol argentino. Hace un mes, la Cámara Federal de Rosario confirmó el procesamiento del ex presidente por "apropiación indebida de tributos". La justicia comprobó “conductas delictivas”: el club, bajo su responsabilidad, retuvo el porcentaje de impuesto a las ganancias a los jugadores, pero nunca lo aportó al Estado Nacional. En este punto, consideró que la omisión del pago al fisco en el plazo legal constituye "dolo". Lo fundamentó del siguiente modo: "El delito es de consumación instantánea, que queda plena y definitivamente configurado con la simple omisión de depositar lo retenido".
Esta causa se inició en diciembre de 2012 por una denuncia de AFIP y en octubre del año pasado un fallo del juez federal Nº 2 de Santa Fe, Francisco Miño, lo empezó a procesar. La defensa de Lerche apeló pero, esta vez, la Cámara Federal confirmó el fallo. En ese entonces había trascendido que el monto de la evasión rondaba los 187 mil pesos. Por este procesamiento, Lerche quedó a un paso del juicio oral: la imputación por evasión fiscal tiene una prisión de dos a seis años.
El “Barsa” del Litoral
Los periodistas Ricardo Porta y Eduardo Rodríguez escribieron “Mala Lerche”, un libro sobre los siete años y medio de Lerche frente al club rojinegro. Participaron, entre otros, los periodistas Javier Valli, Gustavo Veiga y Nicolás Lovaisa. Varios de ellos recibieron amenazas del ex presidente, que presionaba de manera sistemática a la prensa que era crítica.
“Desde siempre digo que quiero ser, sin Messi, el Barcelona de Argentina y para eso laburamos.” Ese era el lema de Germán Lerche: convertir a Colón de Santa Fe en el coloso europeo. Según Lovaisa, la gestión que llevó adelante el ex presidente se manejó de manera irregular hasta en cuestiones mínimas: camisetas y camperas oficiales que desaparecieron, celulares que administraba a su antojo y un departamento de Puerto Madero atribuido a una extraña sociedad financiera. A su vez, había dirigentes que llevaban a la familia a las pretemporadas, comisiones altas por maniobras financieras y carnets de socio truchos.
“En 2002 era un empleado del Concejo Deliberante que no tenía auto ni casa propia. Hoy vive en un country, paga ganancias y maneja dos autos de alta gama. Sin embargo, asegura que desde que es presidente de Colón ´dejó de ganar plata´. El pasivo del club supera los 100 millones de pesos”, dijo Lovaisa. En octubre del año pasado, los hinchas de Colón tomaron la sede. Poco tiempo después, Lerche renunció a su gestión: tenía mandato hasta fines de 2014. A los jugadores se les debía siete meses de sueldo. Entre otros desmanejos, el detonante de la huida fue una deuda del año 2007 con el Atlante de México por el pase de Juan Carlos Falcón. A Colón, por esa irregularidad, le descontaron seis puntos.
Lerche era un hombre fiel de Julio Grondona pero por una diferencia personal perdió el cargo de secretario del Departamento de Selecciones Nacionales de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA). La fiscal Mariela Jiménez investiga a Lerche y a sus acólitos por un abanico de hechos: pases de jugadores vendidos en cifras millonarias que no fueron bancarizadas; cheques de 30, 50 o 100 mil pesos que salieron de las cuentas del club, pero que no se sabe con qué destino; el pago de sobreprecio en materia prima utilizada para las obras del estadio Brigadier López, y hasta inversiones bursátiles por más de medio millón de dólares. Además, se lo acusa de manejar cheques ilegales a discreción y de la gestión fraudulenta de las divisiones inferiores.
Lo cierto es que Lerche sigue refugiado en su búnker: sólo ha dicho que se alejó de las actividades sociales por malas condiciones de salud. “Tengo el culo limpio, me molestan que me digan ladrón. La justicia demostrará mi inocencia”, fueron una de sus últimas palabras.