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Infojus Noticias

15-8-2015|13:41|Inundaciones Buenos AiresProvinciales
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Inundaciones: tres patas de un problema con miles de damnificados

La geógrafa Patricia Pintos sostuvo que existe una convergencia de factores negativos: “Precipitaciones, canalizaciones clandestinas y el fenómeno urbanizador”. Por las inundaciones del año pasado, organizaciones vecinales y ambientalistas pidieron a los Concejos Deliberante de Tigre Escobar y Pilar la prohibición definitiva de nuevos barrios cerrados en humedales.

  • Télam
Por: Juan Carrá

Lluvias permanentes, urbanización desmedida y canalizaciones clandestinas parecen ser las tres patas de las inundaciones en la cuenca del Río Luján que dejaron bajo el agua cientos de viviendas y evacuados. La geógrafa Patricia Pintos, investigadora del Centro de Investigaciones Geográficas de la Universidad Nacional de La Plata, explicó a Infojus Noticias que estas crecidas son superiores a las que se vivieron entre octubre y noviembre del año pasado. 

“Como resultado de lo sucedido el año pasado, organizaciones vecinales y ambientalistas realizaron una propuesta de ordenanza que fue elevada a los Concejos Deliberante de Tigre Escobar y Pilar, pidiendo la prohibición definitiva de nuevas habilitaciones de urbanizaciones cerradas en humedales, atendiendo el impacto que estos barrios tienen en el sistema de escurrimiento del Río Luján. Ninguno la trató, se ve que no han tomado nota de la gravedad del tema”, graficó la geógrafa.

En el análisis que realiza Pinto el factor climático no se descarta, pero tampoco se puede hablar de una única causa. “Existen una convergencia de factores negativos en la que no se puede negar la incidencia que tienen estas precipitaciones tan intensas que duplican el promedio esperable en el mes de agosto en unos pocos días”, dijo y agregó que hay que tener en cuenta que también aumentó la frecuencia entre un evento y el otro: “El año pasado hubo nueve inundaciones, la más grande en octubre y noviembre”.

Canales clandestinos

“Esto está agravado por la convergencia de otros factores. En la cuenca alta la incidencia del aporte de agua de canalizaciones clandestinas que algunos productores agropecuarios realizan para evacuar el agua de sus campos y poder salvar así sus cultivos. De esta forma, se incorpora un volumen de agua adicional al que el río tiene en una situación de creciente”, explicó Pinto.

En las inundaciones del año pasado, no se tuvo registro del tema de los canales como factor en las crecidas. Para la geógrafa el tema no es nuevo: “Canales clandestinos existieron siempre el problema es que ante una situación de precipitaciones tan extraordinaria, prolongada en el tiempo (10 días de tormentas), constituye un elemento que complejiza más el panorama. La cuenca alta y media (Suipacha, Mercedes, Luján)”, dijo y aseguró que “no es una intuición, se sabe que hay  una importante cantidad –un propietario rural no puede realizar un canal sin tener el consentimiento de la Provincia– utilizados para evacuar excedentes hídricos”.  

El cambio en el  perfil productivo de la zona tiene incidencia en este fenómeno. Es que cuando esos campos estaban destinados la actividad ganadera, la acumulación de agua sobre la tierra no implicaba necesariamente un impacto negativo en la producción. Sin embargo, cuando esos campos pasaron a ser agrícolas, de la mano del boom de la soja, cambió la situación. “Los productores preocupados por resolver su problema realizan este tipo de intervenciones sin medir las consecuencias que es el agravamiento de una situación dramática. Es una salida individualista”, sentenció la especialista.

Nuevos barrios cerrados

A esta problemática de la cuenca alta, se le suma lo que ocurre en la cuenca baja: “El impacto que tiene el fenómeno urbanizador en esta zona del Río Luján –los cuatro municipios Pilar, Campana, Escobar y Tigre (sobre todo en los dos últimos)– donde el avance de la ciudad sobre las planicies de inundación del río no se han detenido. Por el contrario, hubo nuevas habilitaciones de emprendimientos privados en estos últimos meses, que estarían develando la consolidación de una tendencia que describíamos el año pasado como preocupante”.

Pinto sostiene que con consolidación de los emprendimientos de desarrollo cerrados en la zona de humedales, –que suponen un estrangulamiento al cauce del Río Lujan y al drenaje de volúmenes de agua muy superiores a los habituales– “hay una profundización de una tendencia que se vienen instalando en los últimos 15 años”.

Para explicarlo, graficó: “En el municipio de Tigre, hace un par de meses, el Concejo Deliberante  habilitó la posibilidad de materializar el emprendimiento “Remeros beach” –en el camino de los remeros–. Por otro lado, hay otro emprendimiento llamado Verazul, en el partido de Pilar, que llamativamente apareció poco después de que se derogara una ordenanza sancionada en 2012 por el concejo de Pilar para prohibir las construcciones en humedales. Es decir, se sanciona en 2012 y se deroga en 2014, poco después aparece esta urbanización”. Según el análisis, el avance sobre los humedales continúa y por lo tanto la problemática tiende a incrementarse.

JC/PW

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