El perfil genético encontrado en la escena del crimen de Paola Tomé, asesinada el mes pasado, coincide con el que fue hallado en el homicidio de Sandra Colo, cometido en 2012. Las dos mujeres fueron golpeadas y asfixiadas.
El perfil genético encontrado en la escena del crimen de Paola Tomé, estrangulada el mes pasado en Junín, coincide con el ADN hallado en el homicidio de Sandra Colo, cometido en 2012 en la misma ciudad bonaerense, por lo que los investigadores creen que ambos casos tuvieron un mismo autor.
Fuentes judiciales informaron a Télam que la fiscal Vanina Lizaso, quien investiga el asesinato de Tomé, recibió en las últimas horas las conclusiones de los estudios realizados por los peritos forenses en base a cuatro muestras levantadas del cadáver de la víctima y de la habitación donde la mataron. En ese análisis, los peritos hallaron un perfil genético masculino que se cree pertenece al asesino.
La fiscal Lizaso pidió que se coteje ese patrón con el ADN que había sido hallado en tres muestras tomadas en el caso Colo. Según las fuentes, la funcionaria judicial solicitó esa medida al considerar que existían ciertas similitudes en la mecánica de ambos crímenes. Los peritos determinaron que ambos perfiles coinciden, por lo que ahora los investigadores procurarán determinar a quién pertenece ese ADN.
El crimen de Tomé, de 38 años, fue descubierto el 17 de enero último, cuando la hermana de la víctima la encontró muerta dentro del local de venta de ropa infantil "Rowena" de su propiedad, ubicado en General Paz 45, en pleno centro de Junín. De acuerdo a las fuentes policiales, la hermana de Tomé concurrió al comercio porque desde el día anterior no tenía noticias de ella y tampoco atendía los llamados telefónicos.
Cuando la mujer llegó al comercio, se sorprendió porque estaba cerrado, por lo que regresó a su casa a buscar una llave que guardaba por cuestiones de seguridad. Una vez dentro del local, la mujer se encontró con el cadáver de su hermana tirado en el piso, en un rincón del comercio, con un pañuelo negro en el cuello y con el pantalón bajo.
La víctima presentaba golpes en la cabeza y signos de haber sido asfixiada. Los peritos hallaron luego junto al cuerpo de Tomé la cartera de ésta que contenía la billetera y todas sus pertenencias, una notebook donde llevaba la contabilidad del negocio y el celular, por lo que, en principio, descartaron el móvil de robo y apuntaron a un crimen por motivos sentimentales.
De acuerdo a los forenses, Tomé murió tras haber sido ahorcada con el pañuelo que tenía colocado en el cuello cuando la encontraron.
Por su parte, Colo, de 43 años fue encontrada el 16 de agosto de 2012 golpeada y estrangulada en el pelotero donde trabajaba, ubicado en Alem 388, de Junín. La investigación de este crimen quedó a cargo del fiscal Angel Quidiello, quien determinó que el asesino había huido con el teléfono celular de la víctima, por lo que investigó los llamados y mensajes entrantes y salientes de esa línea.
También se analizó el diario íntimo y un disco compacto con anotaciones de Colo en busca de pistas sobre el homicida que se cree que, al igual que en el caso Tomé, actuó por motivos sentimentales.
Al igual que en el crimen de la comerciante, Colo murió por "asfixia mecánica por estrangulación a lazo" y presentaba politraumatismos por golpes. Diez años antes de ese homicidio, la hermana de la víctima, Claudia Colo, en ese entonces de 25 años, también fue asesinada. Por ese caso, ocurrido el 15 de enero de 2000 en una agencia de seguros de Junín, fue condenado el analista de sistemas José Luis Correa, de 46 años.