Se trata de Sandra Cabo. En febrero denunció a su hermano por violencia. Pidió copia de la denunicia y a cambio, recibió golpes. El video se replicó en redes sociales y noticieros. Hoy está en el banquillo acusada de atentado a la autoridad, lesiones y daño calificado.
A Sandra Cabo le pegaron en la comisaría 4ta de San Fernando, en febrero, cuando fue a denunciar a su hermano por violencia de género. De víctima pasó a ser victimaria y esta mañana comenzó el juicio en su contra en donde se la acusa de atentado a la autoridad, lesiones leves a un policía y daño calificado por romper un vidrio de la seccional. “¿Cómo puede ser que esté yo sentada en el banquillo de los acusados después de lo que pasó?”, dijo Sandra a Infojus Noticias cuando salió de la audiencia.
El debate oral comenzó esta mañana en el juzgado Correccional Nº 2 de San Isidro y continuará el próximo viernes. En la primera jornada, que comenzó a las 8.30 y terminó pasadas las 6 de la tarde, declararon cuatro agentes, por parte de los denunciantes; y cinco testigos que aportó la defensa de la mujer. El abogado de Sandra también presentó vídeos grabados en un celular como medio de prueba.
El 11 de febrero Sandra fue hasta la comisaría 4ta de esa localidad del norte del conurbano junto a su hermana, Graciela, para denunciar que otro de sus hermanos, Alejandro, las había golpeado. Una vez allí, un policía se negó a entregarles una copia de la denuncia. Sandra quería ver qué había firmado. Reclamó y el agente le respondió con una paliza. Sandra fue inmovilizada, golpeada y acusada de resistencia a la autoridad. Quedó detenida algunas horas en la comisaría. Su hermana filmó todo con un celular, lo subió a las redes sociales y el video recorrió los noticieros y la web. En las imágenes se ve a dos policías paralizando a Sandra en el piso mientras su hermana grita y filma. No hay registros de la mujer golpeando a los policías o rompiendo el vidrio del lugar.
El episodio se ramificó en tres causas judiciales: una por el caso de violencia familiar, otra por el abuso policial y una tercera por los cargos contra Sandra de resistencia a la autoridad, lesiones y daños. Otra mujer, la fiscal Bibiana Santella, fue la encargada de imputar a Sandra y pedir que el caso llegue a juicio. Paradójicamente la causa que avanzó más rápido en el circuito judicial fue la que la mujer ocupa el lugar de acusada. En tan solo tres meses el aparato judicial tuvo una respuesta para ella. El expediente por violencia doméstica intrafamiliar y el de violencia institucional descansan en distintas fiscalías. A pesar de la demora, Sandra sigue confiando en la Justicia y espera tener una respuesta favorable el viernes. “Por las otras causas no recibí ni una citación, pero en la que estoy acusada todo se movió muy rápido”, dijo la mujer a esta agencia.
"Durante las horas que estuve detenida me tiraron al piso, me patearon, me pusieron las esposas muy fuerte, tengo todos los brazos hinchados", había dicho Sandra una vez liberada, en declaraciones a la prensa. En esa ocasión contó que estuvo un rato de rodillas, pidiéndoles que no la lastimaran por sus hijos
Días después el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires decidió separar de sus cargos a dos efectivos policiales de la comisaría 4ª de San Fernando. La Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense fue el organismo encargado de difundir que estaban supervisando a la dependencia. Según la familia de la mujer y la propia Sandra los policías fueron destinados a otras delegaciones.