Fue a las cuatro de la madrugada en la Avenida San Martin, en la ciudad cordobesa de Villa Carlos Paz. Desde la noche del 1 de enero Gabriela está internada y casi no puede hablar, por lo que le resulta difícil reconstruir quién o quiénes la agredieron.
Gabriela, una mujer trans, estaba en su parada habitual en la avenida San Martín, una de las más concurridas de la ciudad cordobesa de Villa Carlos Paz. Eran las 4 de la madrugada y se estaba prostituyendo cuando recibió una golpiza con odio: quedó internada con fracturas en la cara, el cráneo, un hematoma cerebral y moretones en todo el cuerpo. Un vecino la vio tirada, pensó que estaba muerta, y la ayudó. Desde la noche del 1 de enero que Gabriela está internada y casi no puede hablar, por lo que es difícil reconstruir quién o quiénes la agredieron.
“Preferimos en casos como este no adelantarnos sobre el curso de la investigación, está bajo secreto de sumario”, dijeron a Infojus Noticias de la fiscalía 1 de Carlos Paz, a cargo de Gustavo Marchetti.
Para Nadiha Molina, representante cordobesa de la Asociación de Transexuales, Travestis y Transgénero de Argentina (ATTTA), “lo de Gabriela es terrible por la saña con la que le pegaron, pero ya hace tiempo que venimos con estas situaciones en las que quedamos expuestas. Tuvo varias operaciones casi inmediatas por coágulos en la cabeza. Pasó muchos días sin poder ni siquiera ver, porque su cara estaba demasiado hinchada”.
Molina dice que trabajar por una ley antidiscriminación. “Cuando vamos a pagar los impuestos no nos preguntan de dónde sacamos la plata. Tenemos el derecho a recibir el mismo respeto y protección por parte de la policía. Parece que las personas trans somos uno de los blancos donde las personas depositan su violencia social”.
Gabriela de a poco mejora: ya puede hablar y moverse un poco, pero los médicos aconsejan que por su situación neurológica mantenga reposo y hable lo mínimo. Salió de terapia intensiva y está en una sala común. Su cabeza quedó con una cisura que va empieza en la oreja izquierda y casi la atraviesa.
“A las 3.30 de la madrugada fue el último horario en el que se comunicó una amiga con ella y estaba bien. Pensamos que eran varios los que la atacaron. Cuando se recupere de las cicatrizaciones y esté un poco más estable la vamos a acompañar para que reconstruya qué pasó esa noche”, dijo Molina.