Infojus Noticias

Alvaro Ruiz Moreno, víctima del terrorismo de Estado, brindó su testimonio en el juicio por la megacausa La Perla y señaló que los represores "son personas entrenadas para mentir y siguen mintiendo". Al ser consultado sobre si tenía la esperanza de que alguno de los represores imputados pueda quebrarse y decir dónde estan los cuerpos de los desaparecidos y a quién entregaron los niños apropiados, sostuvo que "en lo personal no tengo muchas esperanzas de que esto ocurra", le dijo a la agencia Télam.

"Creo que ellos -los represores sentados en el banquillo de los acusados con Luciano Benjamín Menéndez como principal imputado en la causa-, son personas entrenadas para mentir y siguen mintiendo". "Ojalá -añadió Ruiz Moreno-, el lado humano de alguno pueda aflorar sobre la bestia, con perdón de las bestias, y en ese contexto decir la verdad que mantienen oculta".

Para Ruiz Moreno, "esperar conductas humanas de estos criminales es muy difícil, puede ser que alguno lo haga, pero cifrar expectativas es difícil porque esta gente actúa como la mafia, tienen sus propios códigos y están acostumbrados a moverse en ese mundo oscuro del delito". Destacó la importancia de los juicios por críemenes de lesa humanidad que se están llevando adelante porque "como valor histórico, están equiparados con el juzgamiento a las juntas militares".

"Yo como radical, le agradezco a (Raúl) Alfonsín haber sentado en el banquillo a las juntas y a (Nestor) Kirchner, le reconozco el inmenso valor de haber superado una deshonra nacional inmensa, como fueron las leyes de obediencia debida, punto final de los radicales y los indultos del gobierno peronista de Carlos Menem".

Ruiz Moreno puntualizó que "haber terminado" con estas leyes de impunidad "tiene un gran mérito desde lo político y un valor histórico, porque permite desarrollar juicios con gente que permanece con vida y con la memoria intacta y pueden trasmitir lo que realmente ocurrió" durante la dictadura cívico-militar.

Ruiz Moreno fue secuestrado el 20 de mayo de 1976 mientras realizaba el servicio militar obligatorio en el club militar "El Galpón" en dependencias del III Cuerpo de Ejército. El 9 de julio fue traladado al centro clandestino de detención La Ribera, donde durante 7 meses estuvo con una venda en los ojos y fue torturado, hasta que en diciembre de 1976 fue trasladado a la Unidad Penitenciaria (UP1) convirtiéndose en el cautivo que más tiempo permaneció en ese centro de torturas. De allí fue trasladado al penal de Sierra Chica desde donde fue liberado a principios de 1978 para autoexiliarse en Brasil hasta 1979.

"Lo importante de estos juicios -añadió-, es que se siga documentando, porque después el historiador, va a poder leer estos documentos y entonces la historia va a ser escrita sobre documentos reales sobre lo que sucedió. La importancia que tiene no es para el hoy sino para el mañana". En relación a lo que experimentó cuando declaró como testigo y víctima en el juicio, señaló que tuvo "sensaciones encontradas...por un lado la satisfacción de saber que ellos están allí presos, pero por otro lado, el dolor acumulado durante tanto tiempo".

Consultado si se sintió revictimizado al revivir lo que le sucedió, a través de su testimonio, Ruiz Moreno señaló que declarar en los juicios "no es revictimizar, es revalorar, pero dádole una salida que es la de la justicia". "Cuando se aborta la esperanza de justicia con la obediencia debida, el punto final y los indultos, lo que se hizo con los testigos fue revictimizarlos, pero cuando los juicios llegan a una sentencia, se valora debidamente lo que es la declaración de una persona que ha sido víctima de un delito".

En otro momento, Ruiz Moreno señaló que declarar en el juicio "para mi fue una gran satisfacción y se lo hice saber al tribunal y lo más importante es que se llega a estos juicios por la lucha inclaudicable de los organismos de Derechos Humanos. Son ellos los que mantienen vivo esto". "Para mi fue muy importante -sostuvo-, poder levantar el dedo acusador mirándolos a la cara y diciéndoles que nunca más asesinos como ellos".

Para Ruiz Moreno, "esta es una sociedad bastante apática, No mira mucho para atrás respecto de la historia de las dictaduras y particularmente los daños que causó la última, así como no mira lo que ocurrió con la guerra de Malvinas".

Ruiz Moreno agradeció al equipo de trabajo del sitio de Memoria Campo de la Ribera, quienes trabajan en condiciones precarias y puntualizó que en ese lugar "se hace un trabajo de enorme calidad y sin embargo el Gobierno (provincial), no ejecuta el presupuesto que les fue asignado".