La estudiante de 24 años fue asesinada el 6 de abril en su departamento de Posadas, Misiones. El único sospechoso de la investigación fue liberado por falta de mérito.
La noche del 6 de abril una señora del barrio de Villa Urquiza, Posadas, advirtió que salía humo del departamento vecino y llamó a los bomberos. Poco después se supo que Lucía Maidana, estudiante de Comunicación Social, había sido violada y asesinada en la habitación que alquilaba. Dos meses después, la investigación continúa, pero con pocas pistas. Al único sospechoso de la causa se le dictó la falta de mérito. Este jueves habrá una reconstrucción del hecho en el departamento donde vivía Lucía.
Ese día la joven de 24 años esperaba a un amigo para tomar unos mates. Escribió algunos mensajes de texto a sus amigas, contándoles que el chico no llegaba y que tampoco le atendía el celular. El último mensaje que apareció en su teléfono es de las 20:50. Una hora después Lucía fue encontrada sin vida en el piso de su habitación, al lado de su cama. Del informe médico se desprende que tenía traumatismos de cráneo y quemaduras en muslos, brazos y tronco. En su cuerpo se encontraron restos de semen.
El asesino había querido prender fuego la habitación para ocultar los rastros. Según explicó el juez de Instrucción N° 1 de Misiones, Marcelo Cardozo, la autopsia reveló que Lucía murió por inhalación del monóxido de carbono que liberó el colchón. Sobre las heridas en la cabeza, el médico forense sostuvo que podría haberse utilizado un martillo u otra herramienta, como una “pata de cabra”. Al día siguiente del hecho se realizó un rastrillaje en toda la zona en busca del arma, pero no se encontró nada.
En principio se apuntó al joven con el que se tenía que encontrar Lucía esa tarde, pero las cámaras de seguridad de la ciudad lo registraron mientras esperaba el colectivo en otro lugar a esa misma hora. Después crecieron las sospechas contra Nicolás, un estudiante de antropología que vivía en el mismo inquilinato que Lucía, había tenido peleas con ella y sus conocidos lo habían calificado como “muy violento”. Nicolás estuvo detenido hasta que se comprobó que sus datos genéticos no coincidían con los rastros de semen encontrados en el cuerpo de la víctima y se dictó la falta de mérito. Sin embargo, en ropa perteneciente a Nicolás se constató la existencia de manchas de sangre. Actualmente, esa ropa está siendo analizada en un laboratorio de Buenos Aires, y los resultados podrían estar a fines de este mes.
Como parte de la investigación también se allanaron las casas de los posibles sospechosos con la finalidad de obtener material genético. Se encargaron hisopados bucales, se pidieron informes a las compañías de celulares y se peritaron los equipos encontrados.
El lunes pasado se realizó otra inspección ocular en el lugar del crimen, con la presencia de Felicitas Maidana, hermana de Lucía. Las chicas vivieron juntas un tiempo en el lugar del crimen, hasta que Felicitas se fue a Buenos Aires por un trabajo. Ella pidió al juez que la dejara entrar al departamento, con la esperanza de identificar elementos extraños, muebles fuera de lugar o cosas que faltaban, pero no surgió nada nuevo.
Desde el primer momento, Felicitas estuvo en contacto con los investigadores de la Unidad de Delitos Complejos de la policía. “Cada semana iba, me instalaba con ellos para que me contaran qué estaban haciendo”, cuenta la hermana de Lucía. Después de una marcha que organizaron con familiares y amigos, tuvo una reunión con el juez Cardozo en la que él le explicó con detalle cada uno de los pasos de la investigación. La joven resalta la importancia de tener un diálogo fluido con el juez.
“A mí se me hace complejo, yo no entiendo mucho de derecho”, contó a Infojus Noticias la hermana de Lucía. “Hablar con el juez a mí me tranquiliza mucho porque me da las explicaciones, yo le pregunto y él me responde”, confiesa. Cree que el equipo del juzgado está trabajando bien y que desde que lo conoció a Cardozo, sintió que había mucha dedicación por resolver el caso. “Necesito creer que la justicia está actuando de buena manera, yo los vi trabajando bien: dato que había, iban detrás”, confía Felicitas.
“La reconstrucción se haría este jueves a media mañana”, explicó el juez Cardozo a Infojus Noticias. Estarán presentes la instructora María Minigozi, personal de la Policía Científica, el médico forense, testigos que llegaron alarmados por el humo, los bomberos y el defensor del joven Nicolás. El departamento está precintado desde la noche del asesinato, después de la reconstrucción será devuelto a los dueños.
“Buscamos determinar cómo fue la mecánica, cómo entró el asesino, cómo sometió a la víctima”, dijo el juez, extrañado de que nadie haya escuchado nada. Esa noche no hubo gritos ni pedidos de auxilio.
Fuera de la hipótesis de Nicolás, el juez no apunta a conocidos. Del departamento sólo faltaba una notebook, por lo que tampoco piensa en un robo. “Me arriesgaría a decir que puede haber sido un hecho ocasional, de algún tipo de psicópata que la tenía estudiada”, planteó, aunque no descarta nada. Ya pidió la lista de personas encarceladas por abuso sexual, que fueron liberadas en esos días.
Por su parte, Felicitas Maidana está convencida de que se trata de un conocido de su hermana, aunque no sabe quién. “Ella era muy cuidadosa, si abrió la puerta fue porque no pensó que corría peligro”, explica. Si bien es sólo una intuición, ella seguirá buscando datos y aportándolos a la causa. Cuenta que tenía pensado ir al a reconstrucción del jueves, “como una kamikaze”, pero que sus familiares y su psicóloga la convencieron de que va a ser mejor no estar presente.