Habían quedado dos garrafas en el monoambiente y cuando la familia de María Karina Flamenco las fue a buscar descubrió que las habían robado. Los restos que quedaban en pie de la vivienda fueron demolidos por temor a un derrumbe y allí construirán un comedor comunitario.
En la casa del barrio El Pericón de Merlo que José Flamenco levantó para su hija, María Karina, hace poco más de un año, quedaron dos garrafas sin quemarse. Cuando la familia las fue a buscar descubrió que se las habían robado. Fue el lunes, después de haber ido a la fiscalía a ver cuáles eran los avances por la causa judicial que investiga el incendio en el que murieron la mujer, su actual pareja, y sus seis hijos. Por el caso está detenido el ex de ella, Cristian Ledesma Méndez, también padre de uno de los menores fallecidos. Los restos que quedaban en pie de la vivienda fueron demolidos por temor a un derrumbe y en el lugar la familia planea construir un comedor comunitario.
“El lunes fuimos a ver al fiscal porque una de mis hijas tenía que declarar. Él nos dijo que del incendio se habían salvado dos garrafas y que seguían ahí porque se habían hecho las pericias, pero cuando fuimos ya no estaban. Se robaron lo último que quedaba de mi hija y mis nietos. Fue después de que retiraran la custodia de la policía”, dijo a Infojus Noticias, Rita, la mamá de María Karina. De entre las cenizas, la mujer pudo recuperar una foto a medio quemar de Naila, la más chiquita de sus nietas mujeres, que tenía cinco años.
“También quise hablar con el fiscal porque el otro día yo probé de llamar al celular de mi hija y me atendió el contestador. Fue terrible escuchar su voz. Cuando se lo dije al fiscal, él me explicó que encontraron el teléfono de ella, el de Gastón –Olivera, de 31 años y pareja de la mujer- y de mis dos nietas mayores. Me dijo que los tienen por pericias, pero yo sé que en el de mi hija están amenazas que él le hacía”, dijo Rita a esta agencia. “Él” es Ledesma Méndez, el hombre al que María Karina ya había denunciado en varias oportunidades por amenazas y agresiones.
Los ataques de Ledesma Méndez eran permanentes. Los vecinos del barrio El Pericón, cuando lo veían aparecer le revoleaban piedrazos para ahuyentarlo. “La casa de mi hija era de materiales, no una casilla como dijeron por todos lados. Antes, la parte de atrás era de chapa pero como “él” iba y la corría y se le metía por ahí para hacerle de todo, mi marido le dijo a María Karina: “yo te voy a ayudar”. Le fue comprando arena, ladrillos y le terminó bien la casa, por eso ayer cuando la demolieron fue tremendo. Mi marido miraba cómo hacían bolsa la casa que le construyó a María Karina y los chicos para que estuvieran a salvo”, dijo la mujer entre lágrimas.
María Karina había denunciado en siete ocasiones a Ledesma Méndez.
“Yo quiero que se haga justicia y que Ledesma Méndez no salga más para que no se haga una cadena. Yo no quiero que nadie más pase por esto. Yo sé que todos dicen lo mismo cuando les pasa algo de esto, pero esto tiene que dejar de pasar. No puede ser que alguien más pase por esto. Nunca se vio una cosa igual”, dijo entre lágrimas.
Junto a los vecinos, los mismos que ayudaban a María Karina cada vez que Ledesma Méndez, aparecía, la mujer decidió convertir el terreno donde estaba la casa de su hija en un comedor comunitario. “Es una linda forma de recordarla, porque ella tenía esa idea. Va a ser como un homenaje”.