"Me voy con los chicos" dijo, y estrelló el auto contra un camión
El hombre chocó el auto en el que viajaba con sus hijos contra un camión. Un rato antes, había llamado a su exmujer para decirle "me voy con los chicos". El crimen ocurrió mientras ella lo denunciaba en la comisaría y pedía que hicieran algo para frenarlo. Uno de los chicos murió y el otro está grave. El padre es el único que se recupera de forma favorable.
Télam.
En el atardecer del lunes un Corsa verde aceleró a toda velocidad de contramano sobre la autovía José Gervasio Artigas, ex ruta nacional 14, cerca de Concordia. A los pocos metros chocó de frente con un camión. Sobre la ruta quedaron tirados sus tres ocupantes: Juan Romero, de 41, y sus hijos mellizos de 7 años, Agustín y Mateo. El choque se produjo mientras la ex esposa de Romero, y mamá de los nenes, Hebe Rul, radicaba una denuncia en la policía.
Minutos antes el hombre le había advertido por teléfono que no volvería a ver a los chicos. “Empezó a decirme que se iba con los nenes. Yo pensaba, porque escuchaba mucho ruido de autos, que él se iba a ir lejos con ellos. No pensé esto de matarlos”, dijo la mujer. Uno de los nenes murió poco después del impacto y el otro está grave. El hombre está fuera de peligro. Para el fiscal del caso, “el padre tuvo intención de quitarle la vida a su hijo, en un acto plenamente consciente”.
Agustín murió poco después de ingresar al hospital Delicia Masvernat de Concordia. “Llegó vivo y falleció al poco tiempo. Sus traumatismos eran muy graves, no pudo sobrevivir”, dijo a Infojus Noticias José Luis Siggiotti, el director del hospital.
Mateo, el otro mellizo, está con diagnóstico reservado. “Tiene politraumatismos graves. El más grave es el cráneo encefálico”, describió Siggiotti. El nene también tiene múltiples fracturas en miembros inferiores y un sangrado hepático muy serio. “Sigue el riesgo de vida. El pronóstico es reservado. Está estable, pero hay que esperar las próximas 24 horas que no aparezcan complicaciones”, agregó el médico. Durante el día se le harán tomografías para evaluar su estado. Una vez que pase el riesgo de vida, será el momento de evaluar posibles secuelas neurológicas.
Romero es “paradójicamente el que está mejor”, resumió Siggiotti. El hombre salió del coma, tiene un leve edema cerebral y “lo más grave que tiene es una fractura de pelvis. Está despierto, pero sedado”. Todavía no sabe que uno de sus hijos murió y que el otro está grave. Tiene custodia policial en la puerta de su habitación y apenas uno de sus hermanos fue a buscar un parte médico.
El fiscal a cargo de la investigación es Darío Mautone. Y según publicó el diario El Litoral de Concordia, Mautone hizo saber que “la fiscalía entiende que hay un padre que tuvo intención de quitarle la vida a su hijo, en un acto plenamente a conciencia”.
Romero está acusado de homicidio agravado por el vínculo y por tentativa de homicidio. “Luego de ir recabando información, lo que tenemos, a prima facie, es a Juan Carlos Romero como autor del homicidio de su hijo Agustín y de la tentativa de homicidio de su hijo Mateo, el chiquito que aún está con vida”, afirmó el fiscal, publicó el portal entrerriano.
Historial de violencia
En diálogo con Guetap, de radio Vórterix, la madre de los chicos explicó que la violencia de Romero “se fue agravando. En los 22 años que estuve casada con él, me amenazaba con que si yo me iba de al lado suyo iba a matar a alguien de mi familia. Me tenía atrapada todo el tiempo y a veces el miedo paraliza. Estoy muy arrepentida de haber estado tantos años con él, pero esto era la consecuencia. Muchas veces intenté separarme de él y retrocedía cuando veía que esto llegaba a cierto punto. Esta vez dije nunca más y fui hacia adelante y no paré. El me pegó, rompió la vidriera de mi negocio, quiso prender fuego, cortarme la luz. Yo presenté todo en la justicia”, explicó.
Para Fabiana Tuñez, titular de la Casa del Encuentro, se está ante un caso de “femicidio vinculado”. Un subregistro dentro de la categoría “femicidio” en el que “la víctima no es la mujer sino la persona que se interpone para evitar el femicidio, o alguien que es asesinado para castigar y destruir psíquicamente a esa mujer”. “Para nosotros tiene categoría de femicidio porque el objetivo a destruir es la mujer. Esos niños no hubieran pasado por lo que pasaron si su padre no hubiera ejercido violencia contra su ex mujer”, acotó. Y explicó que desde que se realizan los informes anuales sobre femicidios, hubo un 12 % de casos de “femicidios vinculados”.
Fue tras una operación de tiroides que ella tomó la decisión de poner punto final a la relación, de la que tenían dos hijos mayores, uno de 21 y otro de 14. “Estuve en terapia y ahí tomé consciencia de que mi vida se estaba consumiendo al lado de esta persona”, describió la mujer.
Lo que Hebe nunca imaginó fue que Romero descargaría toda su violencia contra los nenes. “Él realmente se conectó con los más chiquitos y no con los más grandes. Había momentos que yo disfrutaba verlo a él con los nenes. Se divertía pescando con los hijos, hacía muchas cosas buenas con sus hijos. Él como última instancia los usó a ellos para llegar a mí”, describió.
La tenencia de los menores se estaba tramitando en el juzgado de familia N° 1 de Concordia. “El hasta una denuncia me había hecho a mí de que yo los golpeaba, que los maltrataba, los violentaba, todo con tal de sacármelos. Me los sacó una semana, fue la semana más larga de mi vida”, describió.
El lunes Romero los fue a buscar a los chicos a la escuela y más tarde le pidió el Corsa a la mujer con la que estaba saliendo para salir con ellos.
Romero llamó dos veces a Hebe, ella no lo atendió porque a veces “me llamaba sólo para torturarme”. Pero se quedó pensando si tal vez los nenes tendrían fiebre o les pasaría algo, entonces lo llamó. Él le dijo que se iba con los nenes. Ella pensó que se iba a otro lugar. “No pensé que iba a matarlos”.
Hebe intentó alargar la comunicación. Romero la cortó. Ella le pidió a su hijo mayor que lo llame. “Me tomé un remise. Me fui a la central (de policía) a hacer la denuncia. Les pedí, les rogué. “Llámenlo, este es el número”, les repitió. “Por favor llámenlo, entreténgalo. Me parece que está decidido a algo”, insistió. “Me dijeron ‘no señora, tiene que hacer la denuncia primero y ya mientras yo estaba ahí haciéndola él tomó la decisión. Hasta ahí llegó mi esfuerzo por proteger a mis hijos. Yo quería que la policía lo llame para frenarlo”, concluyó.
Antecedente en la provincia
En noviembre de 2006 el tribunal de la Cámara Penal de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, condenó a prisión perpetua a Marcelo Maidana, que asesinó con alevosía a sus hijas en octubre de 2005. El tribunal lo consideró responsable de homicidio reiterado doblemente agravado por el vínculo y por alevosía.
El 8 de octubre de 2005, Maidana llegó a la sede de la Policía Federal de Concepción del Uruguay con los cuerpos de sus dos pequeñas hijas mellizas de dos años y medio en el asiento de su Ford Falcon amarillo. Esa mañana, tras una discusión con Lucrecia Méndez, su pareja y mamá de las nenas, Maidana se llevó a las nenas a un descampado en la zona de Talita, donde las mató. Más tarde pasó por su casa para mostrarle a Méndez, los cuerpos de las nenas degolladas. Y luego se entregó.
CD/SH
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