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Jorge “Coco” Orellano (37) y Rita Evelin Rodríguez (26) fueron condenados a prisión perpetua por el crimen de la hija de la mujer, perpetrado a golpes en enero de 2014 en Mendoza. El fallo estuvo a cargo de la Séptima Cámara del Crimen y se dio a conocer pasadas las 20 de ayer, luego de un extenso debate. A los condenado se lo halló culpables de "homicidio calificado por ensañamiento y el vínculo" (en el caso de la madre) de Luciana Milagros Rodríguez.

El tribunal, presidido por Belén Salido e integrado por Agustín Chacón y Gabriela Urciolo, ordenó también investigar a los policías de la comisaría tercera y al personal de la Oficina Fiscal 1 por la supuesta comisión de “incumplimiento de los deberes de funcionario público” y a los empleados del 911 y otros efectivos de la fuerza por "amenazas y abandono de persona agravado".

La condena impuesta coincidió con lo que había pedido durante la mañana en su alegato la Fiscalía, representada por Susana García y Daniela Chaler. La abogada de la querella, Graciela Cola, requirió también que se investigue el accionar de funcionarios por denuncias por maltrato contra la víctima previas al crimen. Por su parte, la defensa de Orellano había pedido la absolución y la de Rodríguez una condena sólo por “abandono de persona”.

Tras conocerse el fallo, la abuela de Luciana y madre de Rodríguez, acusó a Orellano de haber “arruinado a su hija” y exigió que se condene a los funcionarios. “Me cansé de pedir por la vida de mi nieta y me la entregaron en un cajón”, dijo la mujer.

La nena fue asesinada el 7 de enero de 2014, cuando Orellano, el padrastro de la niña, salió con Luciana en brazos de su casa ubicada en la calle Entre Ríos 358, de la ciudad de Mendoza, y se dirigió hasta la clínica Santa María donde la abandonó en un consultorio en el que los médicos constataron su muerte. Según revelaron los peritajes, la nena tenía una lesión en la frente y otra en la nuca, además de varios moretones en el pecho y la espalda que no eran compatibles con los de una caída.

Al momento de arribar a la clínica, los médicos constataron que Luciana llevaba más de cuatro horas muerta, por lo que alertaron a la Policía que primero detuvo a la madre de la víctima y luego a Orellano. En esa oportunidad,  familiares llegaron a la casa usurpada por los sospechosos y gracias a testigos pudieron revelar que el hombre había golpeado a la pequeña en varias ocasiones.

Mientras que otras dos hijas de la pareja, una nena de 6 meses y otra de un año y medio, fueron internadas en el Hospital Notti, donde se determinó que presentaban signos de maltrato, una de ellas con lesiones compatibles con un posible ataque sexual. A raíz de este hecho, la Justicia imputó a cinco funcionarios de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf) que serán juzgados por incumplimiento de los deberes de funcionario público en otra instancia judicial.

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