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Infojus Noticias

19-7-2013|11:18|Crimen NeuquénProvinciales
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Por haber actuado “bajo emoción violenta”

Neuquén: liberan al policía que mató al agente penitenciario

El suboficial de la policía neuquina acusado de matar de 14 balazos a un agente del servicio penitenciario local fue liberado ayer por una orden del juez Marcelo Benavides.

Por: Cecilia Devanna

Ayer al mediodía, el juez Marcelo Benavides procesó al suboficial de la policía de Neuquen, Antolín Cerda de 38 años, por “homicidio en estado de emoción violenta”  por el crimen del agente penitenciario, Lucas Ibáñez, y ordenó su liberación inmediata.

En diálogo con Infojus Noticias, el magistrado afirmó que tomó la decisión tras recibir “informes psicológicos y psiquiátricos que evaluaron que Cerda actuó bajo estado de emoción violenta”. De mantenerse esta figura la pena que le cabría a Cerda podría tener un máximo de 6 años, a diferencia de la de homicidio simple que contempla un máximo de 25.

La noche del 27 de junio, Cerda había decidido darle una sorpresa a su mujer, con la que se estaba reconciliando desde la semana anterior, tras unos meses separados. Juntos tienen un hijo de 4 años. Cuando la fue a buscar al hospital donde ella trabajaba como empleada de limpieza, el sorprendido fue él. La vio subir al Volkswagen Polo blanco de Lucas Ibáñez, un agente del servicio penitenciario local, de 32 años.

Ibáñez, Cerda y la mujer, se conocían bien. Los tres eran oriundos de Las Lajas, una pequeña localidad neuquina. Aunque no eran amigos, Ibáñez y Cerda se habían criado incluso en el mismo barrio, Las Buitreras.

 Cerda se subió a un taxi y le pidió que siguiera el Polo blanco del agente. Cuando este se detuvo, el suboficial ordenó al taxista que hiciera lo mismo. Se bajó y caminó hacia donde estaba su mujer, que se acababa de bajar del auto de Ibáñez. La increpó. Tenía el arma en la mano. Ella intentó detenerlo. Él caminó hacia la ventanilla del conductor. Ahí estaba Ibáñez. No le dijo nada. Le vació el cargador de su arma reglamentaria.

14 balazos, 27 orificios de entrada y salida, 10 plomos y 5 esquirlas de balas, quedaron en el cuerpo de Ibáñez, que cayó recostado sobre el lateral derecho.

El siguiente movimiento de Cerda fue sacar su teléfono celular. Llamó a un amigo y le dijo lo que había hecho. Su amigo le avisó a la policía, que llegó a los pocos minutos al lugar. Era el frente de la casa de la hija de una primera pareja de la mujer, en Fotheringham al 600, de la capital provincial.

Cerda se entregó sin poner resistencia. Su arma reglamentaria estaba en el piso. Las 14 vainas servidas también.

“La fiscalía aún no fue notificada formalmente”, agregó Benavides en referencia a la decisión judicial. “Se los notificará entre hoy y el lunes y luego de eso tendrán 3 días hábiles para decidir si apelan la medida o no”.

También aclaró que ordenó  a Cerda “la prohibición de portar armas, la imposición de un tratamiento psiquiátrico y que cada 15 días comparezca en el juzgado para que se lo evalúe”.

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