Infojus Noticias

 

El diario sacó ayer una editorial bajo el título “El embate contra La Nueva Provincia”. Allí dijeron que el director es perseguido por publicar información y opiniones en el marco de la “cobertura periodística de la lucha armada contra la subversión”.  Y cuenta que el “embate” se inició en diciembre del año pasado, al dictar prisión perpetua contra 14 represores del V Cuerpo de Ejército. Fue entonces cuando el juzgado federal, haciendo lugar al pedido del entonces fiscal federal de Bahía Blanca, Abel Córdoba, pidió “extraer testimonio de las constancias respecto de las publicaciones que daba cuenta el diario La Nueva Provincia y remitirla al juzgado federal que por turno corresponda, a fin de que se investigue la posible comisión de delitos de acción pública por parte de los directivos de dicho órgano de prensa”.

 

“Pero el tribunal de instrucción a cargo de Santiago Martínez pasó la investigación a la Unidad Fiscal”, explicó a Infojus Eduardo Hidalgo, ex detenido en el centro clandestino La Escuelita y trasladado a las unidades penales en Bahía Blanca. Ahora, como secretario de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de Bahía Blanca confirmó que el organismo se presentará como querellante también en esta causa. La APDH e HIJOS Bahía Blanca dieron hoy una conferencia de prensa. 

 

Hace dos semanas, los fiscales Nebbia y Palazzani elevaron la investigación solicitada con el pedido de detención para Massot y para quien fue el secretario de redacción en los años ’70, Mario Gabrielli. Este periodista solía aparecer en fotos charlando con Emilio Massera y en pleno terrorismo de Estado viajaba por el mundo en la Fragata Libertad. Massot visitaba en la ESMA al represor Jacinto Chamorro. Ya en democracia, entre abril y diciembre de 1993, fue viceministro de Defensa de Carlos Menem. Tuvo que dejar su cargo en medio de un escándalo por haber defendido la tortura como una herramienta legítima del Estado. Su madre, Diana Julio de Massot, paseaba durante la dictadura por la Base Naval de Puerto Belgrano con el jefe de Operaciones Navales, Luis María Mendía. Su otro hijo,  Federico, trataba de “cagones” a los represores navales que “no se animaban a fusilar” públicamente a los secuestrados. Los fiscales también pidieron la detención de Diana y Federico, pero ambos ya fallecieron.

 

Fundado en 1898, La Nueva Provincia es uno de los diarios más antiguos del país. Le debe su nombre al proyecto de ley para dividir Buenos Aires y fundar una nueva provincia, que hubiera tenido a Bahía Blanca como su capital. Córdoba –hoy titular de la procuraduría contra la Violencia Institucional- dijo hace un tiempo a Infojus que a la ciudad de Bahía Blanca se la conocía como la “capital nacional del terrorismo de Estado”. 

 

El diario publicó en mayo de 1976 fotos tomadas en cautiverio de dirigentes que habían estado secuestrados en la base de Puerto Belgrano a quienes se trasladaba a la cárcel. Hoy Hidalgo señaló que también “publicaron fotos de quienes fueron detenidos, algunos de ellos habían pasado por el centro clandestino de detención La Escuelita, y habían sobrevivido". 

 

El 30 de junio de 1976 secuestraron a Enrique Heinrich, maquinista de la rotativa y secretario del Sindicato de Artes Gráficas; y a Miguel Ángel Loyola, estereotipista y tesorero del sindicato. Según se pudo saber, tres meses antes de ser secuestrados sus nombres encabezan una lista de Prefectura sobre “personal a ser raleado de un medio de difusión fundamental”. Massot ahora está investigado como “coautor por reparto de roles en el homicidio de los obreros gráficos, instigándolo, determinándolo, prestando aportes indispensables para su concreción material y encubriendo a sus autores inmediatos”. 

 

El diario anunció en agosto de 1975 que “estaba en guerra”. Los delegados Loyola y Heinrich eran la cara visible de una huelga que impidió que el diario saliera a la calle durante tres semanas. El 8 de agosto denunciaron a “los soviets enquistados entre delegados”. El 29 de ese mes la directora Diana Julio le encomendó a su hijo Vicente “todo el trato con el personal” mediante un acta ante escribano público. 

 

Los nombres de los obreros desaparecidos aparecen en las actas del Ministerio de Trabajo, donde “subsumían el conflicto sindical en el escenario de la lucha contra la subversión” y mencionaban a Heinrich y Loyola como “líderes del movimiento disociador”. Se reclamaba la aplicación de un convenio colectivo ya firmado por los directivos del diario. Cuando el periódico volvió a los kioscos, en septiembre los directivos se presentaron como víctimas de “la infiltración más radicalizada”. Pero también está investigada –explicó Hidalgo a Infojus- su participación en el plan de acción psicológica sobre la población, la puesta en público de los falsos enfrentamientos”. 

 

Según el documento presentado por los fiscales, “La Nueva Provincia actuaba en todo el espectro de la vida social y política, manipulando a su antojo la opinión pública con la clara conciencia de lo que estaba ocurriendo y la firme intención de llevarlo a cabo. Tenían más claro que las propias Fuerzas Armadas que la ficción de una ‘guerra’ era la única coartada que podía justificar sus crímenes”.

 

Ahora el juez tiene que decidir si los llama a indagatoria y quedan detenidos. El pedido fue elevado hace diez días y su resolución no puede tardar mucho más. El diario, que participó en todas las etapas de la campaña de prensa en apoyo a los genocidas, publicó en marzo de 2011 una editorial con el título “Resentimiento”. Allí se refirió al 24 de marzo como el "Día del Guerrillero" y comparó al actual gobierno con un "sistema totalitario".

 

Hidalgo concluye: “Esperemos que no pase cómo con el sacerdote Aldo Vara, del V cuerpo de Ejército. La fiscalía, en su momento, pidió su detención por comprobarse que estaba al tanto de los secuestros en el ENET N°1 y no lo denunció ni siquiera ante las autoridades eclesiásticas. El juez Santiago Martínez, sin fundamentar, en tres renglones, dictó la falta de mérito.”