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Los jueces del Superior Tribunal de Justicia de Chubut revocaron la sentencia que sobreseyó a cinco policías acusados de violar al joven de 19 años Fernando “Pochi” Almonacid en una comisaría de Trelew. La revocaron por “arbitraria” y ordenaron que se hiciera un nuevo juicio teniendo en cuenta las declaraciones de la víctima.

“Esta tranqui, contento. Le decimos que tiene que mirar para adelante porque tuvo una hija hermosa”, cuenta a Infojus Noticias el padre de “Pochi”. Cuando tenía 16 años, en enero de enero de 2012, Fernando salió de trabajar del kiosco “Queen” para reunirse con amigos y su novia en un bar. 

Alrededor de las 7 de la mañana, él, su novia y un amigo volvían caminando de un boliche. Después de un altercado con el conductor de una camioneta, “Pochi” contó que fue detenido en la puerta de su casa por policías de la Comisaría  2°. Después de golpearlo, y mientras llamaba a gritos a su madre aferrándose a unas rejas, lo arrojaron al piso, lo redujeron y siguieron golpeando con puños y patadas, mientras otro de los agentes impedía que los vecinos lo ayudaran.  Una vez en la comisaría, comenzaron “los golpes, el abuso y la tortura”, según declaró Almonacid.

Al principio en la causa había diez policías imputados. Tres de ellos, Mario Bevacqua, Adolfo Elvio Jesús Carballo y el médico policial Fernando Zaghis, reconocieron su responsabilidad en las vejaciones y fueron condenados en un juicio abreviado a tres años de prisión en suspenso. Otros dos fueron sobreseídos en la audiencia preliminar.

Los otros cinco llegaron al juicio oral: Sergio Castillo, Héctor Ortiz, Carlos Pato, Carlos Treuquil y Aníbal Muñoz. Todos fueron absueltos de culpa y cargo por el Tribunal Oral de Trelew, integrado por los jueces Roberto Barrios, Ivana González y Darío Arguiano, porque “los elementos recolectados no son suficientes para llegar a la certeza positiva requerida en esta etapa”. Cuando se enteró, “Pochi” sólo dijo: “Me volvieron a violar y me mataron en vida”.

Los fiscales Maria Tolomei y Arnaldo Ramón Maza, y la querella, representada por los abogados Germán Kexel y Sergio Rey, fueron al máximo tribunal provincial para que se revocaran las absoluciones. En una sentencia firmada el 3 de octubre, la sala penal del STJ  consideró “arbitrario” el fallo.

Por mayoría, conformada por los jueces Jorge Fgleger y Alejandro Panizzi, el tribunal tuvo en cuenta la presentación que hizo CELS (Centro de Estudios Sociales y Legales) como “amigo del tribunal” , donde advirtió que los jueces no le dieron “relevancia probatoria a los testimonios de la víctima y de otros detenidos” que estaban en la comisaria. Uno de los testigos que estaba detenido el día que los policías de la comisaría segunda ingresaron a “Pochi” es Bruno Rodríguez Monsalve. Murió asesinado el 26 de marzo de 2012 de tres puñaladas. A pesar de que era testigo protegido y vivía fuera de la provincia, lo mataron cuando volvió a la ciudad para hacer un trámite de su documento.

Escuchar a la víctima

“Cuando es la víctima la que se escucha, la precaución ha de ser intensa y desprejuiciada”, dice la sentencia del máximo tribunal provincial, de unas 75 páginas,  que explica la “arbitrariedad” de los anteriores jueces porque desecharon las declaraciones de “Pochi” en el juicio “sin emitir una razón poderosa”.

“Recoge lo que nosotros veníamos sosteniendo que era que los jueces habían evaluado lo que con absoluta arbitrariedad”, dijo la fiscal Maria Tolomei a Infojus Noticias luego de conocer la noticia y agregó que “esperaba que fuera así porque siempre confíen en las pruebas del caso y que la evaluación de la prueba de los jueces había sido arbitraria”. “Sabíamos que había pruebas suficientes para condenar, no tuvieron en cuenta la declaración y la pericia medica”, agregó Francisco Almonacid.

Cuando se absolvió a los cinco policías, el argumento utilizado fue que lo lo dicho por “Pochi” no era fiable porque estaba enojado por la pelea con su novia y por el consumo de alcohol. Algo que “exteriorizó” hacia los uniformados. Uno de los jueces del STJ, Daniel Rebagliati Russell, quería confirmar esa sentencia porque los jueces del juicios se vieron “imposibilitados de afirmar con certeza” las lesiones que sufrió el joven en la comisaria.  

Esto no avanzó porque la mayoría votó por revocar la sentencia y ordenar un nuevo juicio con otros jueces. Previo a que se haga un nuevo juicio, las defensas de los policías tienen 10 días para presentar un recurso extraordinario y llegar a la Corte Suprema. En caso de hacerlo,  el STJ deberá resolver la admisibilidad o no de éste. Si lo rechaza se tendrá que poner fecha para el nuevo juicio.

A dos años y medio de los hechos, “Pochi” se dedica a pleno a su paternidad, al fútbol y al boxeo, su gran pasión. “Había bajado los brazos por todo esto pero volvió a entrenar”, cuenta su padre.